La técnica cognitiva, la RC es utilizada principalmente para identificar y corregir los patrones de pensamiento negativo.
La técnica consiste en la discusión de los pensamientos automáticos negativos que se producen en situaciones que provocan ansiedad o cualquier otro tipo de perturbación emocional (por ejemplo, «Creen que soy aburrido») y su sustitución por creencias o pensamientos más racionales (como «No puedo leer la mente de otras personas, probablemente están cansados ahora»).
A medida que los pensamientos son enfrentados y puestos en duda, su capacidad para provocar estrés o ansiedad se debilita.
Reestructuración Cognitiva
Identificando pensamientos negativos (distorsiones cognitivas)
1. Psicoeducación
2. Aumentar la conciencia sobre los pensamientos
3. El registro de pensamientos
Técnicas de reestructuración cognitiva
-Cuestionamiento Socrático
- ¿Qué pasaría si…?
- Enjuiciar los pensamientos
Imagina que hoy es tu cumpleaños y te quedas esperando todo el día la llamada de un buen amigo. Empiezas a preguntarte ¿Por qué no me ha llamado? ¿Es que no le importo lo suficiente? En mayor o menor medida te sientes dolido, e incluso enfadado.
¿De dónde vienen esos sentimientos negativos? No es la llamada en sí la que ha causado tu malestar, sino tus propios pensamientos, la interpretación que has hecho casi de forma automática de los motivos de tu amigo para no llamarte.
Si en lugar de tomarlo como algo personal hubieras pensado cosas como: “Es una persona olvidadiza, nunca recuerda ningún cumpleaños” o “Tal vez estuvo muy ocupado con la mudanza que tiene entre manos”, tu emocionalidad al respecto habría sido muy diferente.
Está claro que los pensamientos juegan un papel importante en la determinación de cómo las personas se sienten y se comportan. Si los pensamientos son negativos con mucha probabilidad nos sentiremos mal, y al contrario si son positivos.
La reestructuración cognitiva es un proceso terapéutico que se basa en la identificación y confrontación de los pensamientos negativos e irracionales que nos asaltan ante determinadas circunstancias, tales como los descritos en el ejemplo del cumpleaños.
Este tipo de pensamientos son llamados distorsiones cognitivas. Y aunque todo el mundo tiene algunas distorsiones cognitivas, un exceso de ellas se vincula de manera directa con determinados trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión.
La terapia cognitivo conductual (TCC), y otros enfoques terapéuticos, hacen uso de la reestructuración cognitiva. Todas estas terapias aprovechan el indiscutible y poderoso vínculo que existe entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos, para tratar los trastornos mentales y los desequilibrios emocionales.
La reestructuración cognitiva comienza con la identificación de los pensamientos negativos irracionales (distorsiones cognitivas). No es una tarea fácil, ya que las distorsiones cognitivas se producen de forma automática e instantánea, puede decirse que de forma refleja.
Veamos a continuación cómo podemos ayudar a nuestros pacientes a identificar adecuadamente sus propias distorsiones cognitivas:
1.Psicoeducación
Antes de comenzar con la reestructuración de los pensamientos, es importante entender bien qué son las distorsiones cognitivas, cómo actúan, y el poder que tienen para influir en el estado de ánimo.
Por este motivo es importante comenzar siempre con la psicoeducación sobre el modelo cognitivo que sustenta este procedimiento, usando para ello ejemplos de la vida diaria (como el del cumpleaños) que conectarán al paciente con sus propias experiencias.
2. Aumentar la conciencia sobre los pensamientos
Una vez entendido el modelo cognitivo, es el momento de aprender a identificar las propias distorsiones cognitivas. Esto requiere práctica. No es natural, durante un ataque de ira, parar y preguntarse: “¿Qué pensamientos me llevaron a esta situación”.
Para llegar a identificar esas distorsiones cognitivas conviene empezar buscando las emociones negativas, los síntomas, si hablamos de un trastorno. Si existe dificultad para identificar estas emociones habrá que centrarse en los comportamientos. Tanto unos como otros actúan como señales de alarma que nos advierten de que las distorsiones cognitivas están muy cerca.
Con esta tarea mejoraremos el conocimiento de aquellas situaciones en que las distorsiones cognitivas están afectando el estado de ánimo y el comportamiento. Cuanto más específicos sean los factores desencadenantes o las situaciones que se identifiquen, más fácil será reconocerlas cuando sucedan.
3. El registro de pensamientos
El registro de pensamientos es una herramienta básica de la Reestructuración Cognitiva. Se trata de un registro de experiencias, junto con los pensamientos, emociones y conductas que las acompañan. A menudo incluyen también los pensamientos alternativos pertinentes a cada registro.
Esta tarea ayudará a los pacientes a ser conscientes de las distorsiones cognitivas que antes pasaban desapercibidas, y que por lo tanto jamás eran cuestionadas. Con la práctica, aprenderán a identificar las distorsiones cognitivas en el momento en que aparecen, para así enfrentarlas de inmediato.
A menudo, el simple conocimiento de una distorsión cognitiva será suficiente para hacerla desaparecer. Otras distorsiones cognitivas están más profundamente arraigadas, y requieren un trabajo extra. En esos casos es útil recurrir a técnicas de reestructuración cognitiva como las que se describen a continuación.
Técnicas de reestructuración cognitiva
Cuando percibimos las distorsiones cognitivas de otras personas, a menudo puede parecernos fácil la confrontación. Pero cuando se trata de nuestras propias distorsiones cognitivas, resulta mucho más difícil enfrentarse a ellas. Es por eso que persisten. Nos aferramos a nuestras propias distorsiones, no importa lo erróneas que puedan ser.Para estas distorsiones cognitivas más resistentes, tenemos algunas técnicas que pueden ayudar a neutralizarlas. Estas técnicas deben utilizarse de manera recurrente, cada vez que se identifica una de estas distorsiones cognitivas. Con la repetición suficiente, las distorsiones cognitivas se extinguirán y serán reemplazadas por nuevos pensamientos más equilibrados y realistas. Estas son las técnicas más comunes:
Cuestionamiento Socrático
Sócrates fue un filósofo griego que hizo hincapié en la importancia de cuestionar como una manera de explorar ideas complejas. Esta filosofía ha sido adoptada por la psicología científica como una forma de desafiar a las distorsiones cognitivas.
Una vez que la distorsión cognitiva ha sido identificada, esta técnica es simple. El pensamiento será evaluado mediante una serie de preguntas. Para ello los terapeutas pueden servir de ejemplo proponiendo algunas preguntas, pero en última instancia, es el paciente el que debe aprender a cuestionar sus propios pensamientos.
Ejemplos de preguntas socráticas serían: ¿Es realista este pensamiento? ¿Estoy basando mis pensamientos en hechos o en sentimientos? ¿Existe alguna evidencia que apoye esta idea? ¿Podría estar malinterpretando una posible evidencia?.¿Qué pasaría si…?
Generalmente las distorsiones cognitivas son sólo una visión exagerada de la realidad. Antes de la primera cita, una persona puede sentirse abrumada por la ansiedad y el nerviosismo, pensando en todas las cosas que pueden salir mal.
La técnica se basa en dos preguntas muy simples: “¿Qué pasaría si?” o “¿Qué es lo peor que podría pasar?”. Estas preguntas, adecuadamente planteadas, ayudan a reducir el nivel irracional de la ansiedad asociada con las distorsiones cognitivas. Se hace hincapié sobre el hecho de que incluso el peor de los casos es asumible.
Enjuiciar los pensamientos
En este ejercicio, el paciente debe actuar como abogado defensor, fiscal y juez al mismo tiempo, en relación a sus propias distorsiones.
En primer lugar, el paciente hará de abogado defensor para su pensamiento negativo. Deberá encontrar argumentos de por qué el pensamiento es cierto, ateniéndose siempre a hechos y circunstancias verificables. La interpretación, las suposiciones, y las opiniones no están permitidas aquí.
A continuación, el paciente actuará como fiscal. Ahora debe presentar pruebas contra el pensamiento negativo. Al igual que en el paso anterior, requerirá que ajuste a los hechos objetivos.
Por último, el paciente será el juez de este proceso. Debe revisar la evidencia aportada por cada una de las partes y emitir un veredicto en forma de un pensamiento racional.
La Reestructuración Cognitiva (RC) es una de las técnicas más habituales en consulta, aunque su aplicación no es nada fácil. Es necesario un buen conocimiento del trastorno a tratar y se necesita agilidad mental y creatividad para mantener una interacción fluida y satisfactoria con el paciente.
Ver distorsiones cognitivas en la fobia social
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Puedes descargar este documento que te ayudará a dominar esta técnica imprescindible en la práctica clínica diaria.
Fuente
La Reestructuración Cognitiva paso a paso)