VIDEOS

RECURSOS E INFORMACIÓN

domingo, 20 de marzo de 2016

Esto es vivir con fobia social: Mi vida con ella



      
                 
                                    
 La vida es como una noria, tiene sus altos y bajos, tan pronto estás arriba como estás abajo, llena de imprevistos, no hay nada sujeto a control y siempre está en movimiento.
Una persona con fobia social tiene estos  altos y bajos especialmente  marcados,  sobre todo los bajos,  y le cuesta aceptar ese descontrol  por sus especiales circunstancias de vida de su problema y trastorno. Su nivel de aceptación del estrés es más bajo, son más  sensibles a todo
  
Imagen de noria  
 Digamos, para seguir con la metáfora, que a mi  esa noria,  y dar vueltas y vueltas, me llena de angustia y ansiedad.
 Cuando estoy  en lo alto,  o estable,  puedo llegar a disfrutar, es decir ,  si logro evitar situaciones ,e  incluso no pensar , si  estoy en mi zona de confort  y con ello  poseedora, hasta cierto punto ,o en lo posible , del control  .



 De esta manera, tengo días  buenos, con otras distracciones, que me evaden, que  me hacen  feliz. También río, disfruto y tengo cosas bonitas en mi vida, pero siempre llega un momento, por pequeño que sea, que no puedo evitar  dejar de pensar .Tengo  ideas catastrofistas, pesimistas y dolorosas, mucho miedo al futuro, a mi vulnerabilidad.

La fobia social implica siempre  una ansiedad de base a cualquier hora y momento,  provocada  por la anticipación y las rumiaciones.
 La ansiedad es sinónimo de miedo y el miedo puede acabar en una  fobia, social en mi caso  , siempre hay una  amenazada, algún peligro, real o imaginario

No es necesario estar enfrentando directamente  una situación social, el miedo llama al miedo, a la ansiedad y a la depresión y esto es una constante en mi vida.

Porque  incluso en los días buenos  mi mente me traiciona en algún momento.
La noria de mi vida es más complicada que la de otras personas sin fobia social,  porque los tropiezos que la vida implica se multiplican y si ya es complicada de por sí,  estos extras la hacen bastante más difícil.

Necesito evitar y parar, para vivir, en un intento de eliminar parte de esa ansiedad.

Por todo esto, no me gustan los imprevistos, por muy sencillos que sean, me estresan, aunque sean cosas sin importancia, cualquier contratiempo, discusión etc... Me desestabiliza. No me gusta que me saquen del mundo que me he creado,  con las personas de mi confianza y con mis formas de vida.


Imagen de chica con mochila en una pasaela ante un agujero espacial



Es como si buscase  vivir en otro mundo o lo intentara. Siempre con mi mochila a cuestas.

CÓMO ES UN DIA NORMAL, sin cosas que afrontar 
Me levanto por la mañana y empieza mi angustia. Es mi peor momento del día, porque me queda un largo día por vivir, por pensar… Y es como si al ver el largo día por delante, se me hiciera pesado volver a empezar
Me dedico a mis tareas y responsabilidades  en casa , muy cansada siempre, aunque calentando motores a medida que pasan las horas  , y deseando acaben para dedicarme a lo que me gusta,  lo que me hace disfrutar y ver sentido al día,  y lo que me hace no pensar o que me ayuda a meterme en mi mundo.

Mi ansiedad generalizada hace que mi mente siempre vaya a ideas y pensamientos que me hacen sufrir .Cosas tristes que han pasado y cosas futuras que pasarán,  pej la salud de familiares, y que me dan latigazos de dolor y de miedo, fuertes sobresaltos, golpes directos al corazón. 

Imagen de chica con mochila  


Vivo el presente, el pasado y el futuro en cada día,  pesada carga,  y no lo puedo evitar.
Al final del día llevo tan pesada mochila que solo quiero dormir olvidar y no existir.                      




Mi fobia social es también  generalizada, el equivalente al trastorno de personalidad por evitación y que se me diagnosticaron juntos.
La evitación es tan total que no puedo soportar ni los propios pensamientos, como ya he explicado,  ni la realidad social. Ya  no es sólo el hecho de vivirlo.


 Necesito evadirme de toda la realidad,  todo me trastorna, todo me lastima,  quiero todo fuera, barrer mi cabeza.
No quiero saber que pasa en el mundo ni que pasa con la política o la economía. No quiero ver la inestabilidad del mundo en el que vivimos,  ni sus tristezas y desgracias.


 ¿Qué conseguiría con ello? ¿Sufrir Más?  Yo no puedo cambiar nada.

No quiero ver más de lo que ya sé, los peligros que nos acechan, los robos, las agresiones,….

Quiero vivir en una burbuja, donde nadie pueda entrar 

Imagen de chica dentro de una burbuja

No quiero ser racional en ocasiones, intento no pensar en el futuro,  ni el hecho y responsabilidad de estar informado como persona que forma parte de este mundo.
 No quiero  pensar en que existe un final  o de las complicaciones posibles de la vida.
No quiero aceptar muchas realidades, porque me hacen daño.


Pero es imposible,  vivir significa todo eso ,la noria no deja de dar vueltas , y entran en mi cabeza todas estas cosas cada día ,aunque no lo quiera , a cada momento  , como una aguja en un acerico  , como vinagre en una llaga y duele y pienso que no puedo seguir , que la vida me lastima demasiado.

Sé que todos vivimos situaciones complicadas, que la vida es dura, difícil,  pero normalmente  no estás pensando  en ello a cada momento. A mí me perfora la cabeza  hasta creer volverme loca y no consigo, no me siento capaz de ser racional y afrontarlo. Intento vivirlo a mi manera, como puedo y las veces que puedo evadir la realidad, lo hago al extremo.

Si ya es así en el pensamiento, vivir en la práctica se me hace aún más duro.
Agorafobia,  Fobia social, anorexia. .. Cualquier manifestación de evitación y de expresión del dolor y del miedo.

Yo sé que vivir con fobia social es muchísimo más que vivir con fobia social.

El hecho de vivir con ello implica mucho más,  no sólo evitar o pasarlo mal en una reunión de amigos pej. . Tiene un trabajo de campo anterior,  un sufrimiento que ya viene de antes, esa mochila que ya llevamos a la espalda cada día  y que hace reales las más que  posibles  patologías asociadas, cualquier cosa para buscar la manera de contrarrestar esos sufrimientos, esa ansiedad.

No sólo es fobia social y punto, no en muchísimos casos.

Se evita físicamente y también mentalmente porque...
 Si yo dejo de comer me centro en ello, en conseguir logros bajando de peso, en el hambre, en las restricciones, en el control. ....
Si tengo, o tuviera,  conductas compulsivas u obsesiones, TOC, me centraría  en ellas y olvidaría  por un momento otras.
Si  bebiera o me drogara, me evadiría  etc…... y si esas conductas consiguen aliviarte, las repites cuando crees necesitarlas hasta convertirse en algo automático y que acaba por escapar de tu control siempre.
No es una simple y unitaria fobia social, algo que, algunos psicólogos  dicen,   se cura en 12 meses,  como mucho
Es un sufrimiento acumulado, una tristeza que se arrastra y puedes fácilmente desear que esa noria pare para siempre.

LIMITACIÓN
Cuando ya no son pensamientos y son situaciones reales.
No me atrevo a salir sola más lejos de la manzana de mi casa, eso con un motivo necesario y concreto,  y solo  decidir ese día cuesta.

Llega un momento en que realmente no identifico que es agorafobia y que fobia social, todo se hace uno.

Imagen de chica ante un anfiteatro

No me extraña que el término agorafobia venga de la palabra "ágora" griega  "plaza pública". Salir por el portal para mí  es como encontrarte de golpe,   no sólo en la plaza, sino en un anfiteatro romano, expuesto a los leones y/ o al público. Has de respirar antes de dar un paso e ir con decisión a tu objetivo. 




Es difícil evadir el pensamiento,  y dejar de escanear a las personas, tanto estoy por eso, que no atiendo a las señales de circulación como semáforos,  pasos de cebra, etc...
Imagen de chica dentro de una burbuja A veces paso semáforos en  rojo, porque si no me  detengo, siento  como si viajara por mi túnel y no atiendo tanto a lo real. Pararme me hace ser  más consciente,   fijarme en  el de al lado mientras espero pej
Y cuando de repente me topo con un contacto social inevitable,  mi susto y sorpresa,  se transforma en mi cara de una forma que sorprende a quien lo recibe.



Cuando vuelvo a casa me siento agotada,  un agotamiento muy especial, no solo físico, pero al tiempo encuentro un descanso y paz especial, y hasta cierto placer, por el contraste, como cuando bebes un vaso de agua fresca cuando tienes mucha sed.

Tengo otras limitaciones de las que ya he ido hablando en este blog.

Los medios de transporte,  conducir un coche, etc... Mi movilidad es muy reducida en todos los sentidos y mi dependencia por todo ello es importante.

El verte limitada crea más miedo e inseguridad.

INCOMPRENSIÓN

No puedo pedir que la sociedad  me entienda y aún así  mi deseo es que poco a poco se llegue a conocer más sobre este problema,  aunque solo  sea para mejorar nuestra situación y su prevención en lo posible, para no llegar a acumular patologías asociadas pej. Y porque creo que no se conoce que la fobia social es mucho más que una fobia social. Casi en todos los casos hay patologías asociadas y cada caso es único y diferente.
No puedo entender como algunos psicólogos aseguran poderlo curar en unos meses, sin conocer los casos en particular.
Personalmente esa aseveración a mí me hace salir huyendo.
Sobre todo cuando ellos no pueden tener el control, ya que solo nosotros tenemos las riendas y eso ellos lo saben, y entonces ¿Qué pasa?   ¿Que si no me curo es mi culpa?

Mi fobia social es algo que está muy muy dentro, muy interiorizado, casi una forma de vida.
Creo que sería más humilde y precavido decir que me ayudarían a mejorar, o incluso superar algunas cosas y eso después de ver mi caso,  nunca antes.

La fobia social es un problema al que nos obligan a vivir en silencio,  con un plus de esa  mochila, por sentirnos solos y tener que vivir como en una obra de teatro, siendo lo que no somos e inventándonos mil excusas.
Cuando lo contamos a menudo nos resulta muy caro, porque el ser humano tiende a aprovecharse de la debilidad de los otros, si lo necesitan o utilizarlo ante una discusión pej .Echándote  por tierra y mostrando tus limitaciones, justificando así sus propios fallos, y minimizándolos.

 Nuestra dependencia igualmente nos resulta cara.


Y entonces llega la noche y es mi mejor momento,  sé que pronto llegará el momento de cerrar los ojos, descansar, no pensar, terminar, aunque sea, con un día y también me resulta placentero, por suerte no tengo problemas para conciliar el sueño, aunque me despierto muy pronto y ya me pongo a maquinar.

No hay descanso….


Me dicen que   yo misma soy la culpable de que esto  sea así y que está sólo en mis manos buscar que no lo sea.
Entonces mi mente tiene una fuerte e impactante lucha,
          
Imagen de chica con gran sufrimiento encogida                   Un sufrimiento enorme.

Mi cabeza dice que soy  incapaz de afrontarlo, y me digo en esa lucha:
- Tengo que hacerlo,  ¿Cómo lo hago? (Lo pienso tratando de buscar esa solución) Y segundos después…... no puedo,  no puedo.

- ¿Cómo lo hago?  No puedo,  no puedo…. ¿Qué puedo hacer? ….. Lo vuelvo a imaginar, me enfrento mentalmente, y me digo no, no, no...  
EL dolor y la fuerte lucha interna…y el esfuerzo  cuando lo pienso  es muy triste, muy doloroso. Te sume en una profunda tristeza, te chocas de golpe con tu limitación y  tu extrema vulnerabilidad con ello.
No encuentras más solución que seguir evitando, pero con la consciencia más fuerte en esos momentos de lo que estás haciendo con tu vida.  Piensas que tu única posible solución sólo puede ser acabar con tu vida, porque sí, en esos momentos lo piensas, aunque realmente no lo desees  de verdad. Y esa es la salida fácil,  se supone.
Tratar de imaginar,  quien no lo vive, qué miedo o angustia puede pasar por nuestra cabeza, por mi cabeza en este caso, para pensar siquiera esta posibilidad.

Es un muro enorme andas y pafff  te topas con él y no puedes seguir
Solo puedes evadir esos pensamientos para subsistir,  que no para vivir y eso cuando eres capaz de no pensar, porque es algo más que miedo a esa exposición,  es no poder llegártelo ni a imaginar porque sobrepasa tu capacidad para aceptarlo

Cuanto daría por tener un interruptor en mi  cabeza o para curarme como dicen.  Ojalá pudiera dejar de sentir miedo, ojalá pudiera descansar,  ojalá las ideas de mi cabeza desaparecieran  y de repente fuera una chica segura, no necesitase a nadie y no me afectarán las cosas así.
Nadie querría vivir así, que te digan que no pones de tu parte duele.

Vivir con fobia social es sufrir
Huir, escapar incluso a veces  de esa lucha y pensamiento,  por miedo,  en un intento de sobrevivir.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Patología asociada de la fobia social.. La  fobia social puede llegar a ser muy grave .

  VIDEO: Yo quiero vivir sin miedo 

viernes, 4 de marzo de 2016

Diferencias entre fobia social y timidez: ¿Cuándo buscar ayuda ?



                     
https://www.youtube.com/watch?v=aUul84bGzbc
VÍDEO: Diferencias entre timidez y fobia social.
   

He estado "investigando" sobre la diferencia  entre la timidez y la fobia social.
Está claro que la diferencia está en la intensidad, lo que incapacite y afecte a tu vida y  el grado de evitación.

Hay una diferencia que yo  no comparto, o no le veo mucho sentido.Entiendo porque lo dicen así, pero a mí me parece que están unidos y que es dificil de precisar, al menos en mi caso, el momento,  y es la edad de inicio. 
La timidez se crea en la infancia y la fobia social en la adolescencia. Eso lo muestran como una diferencia clara , como un punto de inflexión.

Si hablase de mi caso tendría  que decir que  ya de   niña era muy tímida (de hecho  desde que tengo uso de razón) y  es cierto que en la adolescencia empecé a encontrarme con algunos obstáculos más , empezando a ser un problema , porque es sobre esa época   cuando empecé  a,  necesariamente,   enfrentar más cosas sociales.  

Pienso , de todas formas, que no es que aparezciera la fobia social en mi adolescencia, sino que la timidez de mi infancia no podía llamarse fobia antes porque  no interponía en nada importante y vital en mi vida.
Al ser niña, no tenía mucha interacción social, ni se me obligaba ni exigía nada. Si no salía, cuando ya podía salir sola , evidentemente,  no pasaba nada, era una niña. 
Las responsabilidades principales las llevaban mis padres. No tenía que preocuparme por mi futuro. Tampoco podía evitar , los padres te mandan al colegio quieras o no quieras. Mi intensidad de sufrimiento existía, adaptada a la capacidad de una niña.
Y qué sabía yo  si eso era  importante. 

No lo pensaba , lo vivía sin más, con mi sufrimiento de niña.

En la adolescencia me empezó a limitar un poco más, porque empezaba a tener más independencia de mis padres y empezaba a tener una pequeña vida social, pero como  ésta la podía controlar quedándome en casa , realmente no me afectaba demasiado. 
Me gustaba estar en mi casa, no deseaba otra cosa, pero ¿Era por mi comodidad mental? 
Podría haber tenido otro tipo de vida  y otras experiencias que solo se viven a esta edad y que perdí. 

También sufría , con mi sufrimiento de adolescente esta vez.

Fue  pasada la adolescencia de hecho que empezó a ser un problema real y  empecé a darme cuenta que me limitaba, que fue cuando de verdad no me quedaba otra que enfrentarme al mundo. Buscar trabajo etc..

Y sufría y sufro.

por eso,..
 ¿Dónde está el punto en que una timidez pasa a ser una fobia social?

 ¿Es que hay que esperar a que afecte de forma importante , ya no en tu vida y en disfrutarla, sino algo más,  limitarte en salir , entrar ,trabajar , casarte ,subsistir....etc.  para que cambie de nombre?

¿No estás sufriendo también en el proceso? ¿Incluso desde niña??

¿Es que la "timidez" exagerada de niña no era un problema ya? ¿Y ahí no se llama fobia social?
Es cierto que he leído que la timidez en la infancia es una causa posible a desarrollar después fobia social en la edad adulta.

Pero,

¿No vendría a ser lo mismo desarrollado, corregido  y aumentado?


HASTA QUE PUNTO YO ERA TIMIDA


 INFANCIA 

El colegio no lo llevaba bien, pero la fuerza de la rutina y la normalidad de cada día  hacía que lo llevara de forma correcta, no traumática.

Me afectaban los imprevistos  y tenía muchas vergüenzas.

Si mi madre me decía di esto a tu profesor, la decía que sí,  pero luego no era capaz de hacerlo.
              Recuerdo en la guardería cuando nos cambiamos de casa y ya no debía coger el autobús porque me vendrían a buscar. No supe decirlo y  al querer hacerme entrar al autobús,  pues no lo sabían, me puse a llorar y a decir que no . Menos mal que mi madre estaba ya allí.

               En otra ocasión tenían que operarme de los ojos y días antes me ponían unas gotas que dilataban  las pupilas y me impedían ver las letras . Seguía yendo  a clase para no perder mucho, aunque fuera de oyente,  pero debía avisar en clase que no podía ver.
¿Creéis que dije algo? No, claro. Estuve varios días yendo sin ver y sin decir nada incluso en exámenes. En aquella época había exámenes hasta con 6 ,7 años. 
Recuerdo que me esforzaba por contestar,sin ver. Una niña me pidió una goma de borrar y la dije avergonzada:
     - Te la dejo si me dices que pone aquí. 
Pasé por todo eso varios días , hasta que la profesora se debió dar cuenta, todo   por no atreverme a decírselo.

Recuerdo una vez que no quería ir al cole gritando y llorando agarrándome a los dinteles de la puerta y mi madre tirando de mí. 

Mi hermana mayor es quien me acercaba al colegio,  a menudo llegábamos tarde y al llegar la puerta de mi clase ya estaba cerrada y con todos dentro. Yo rogaba a mi hermana para que me acompañase hasta la puerta de la misma clase y me abriera la puerta, me daba vergüenza entrar si no lo hacía.
 
Hacía los 9 o 10 años ya empecé a tener muchas  neuras.  Me sentía observada a menudo, me entraba paranoia y miraba siempre para todos los lados. Andaba siempre muy tensa , tratando de pasar desapercibida. Si oía una risa lejana siempre pensaba que podía ser por mí. Me evaluaba y me miraba a ver si tenía algo mal.
-      Quizá no ando lo suficientemente recta, 
-      Quizá se me ve rara ,
-      Quizá noten que tengo miedo y eso les hace gracia. 

Esta ultima , no se porqué ,es la que más me afectaba.
¡¡¡¡ Tenía miedo!!!!

A que vinieran todas a por mí y quisieran insultarme o pegarme, pero era tan ridicula esa idea, yo lo sabía, que pensaba se reirían de mí , cuando por mi forma de actuar  adivinaran lo que estaba pensando. 

Sabía  que no se reían de mí, era consciente de eso, aunque sentía  la misma zozobra que si lo fuera,  e igualmente debía cerciorarme, como si pensará:
       -   Esta vez no lo es, pero tengo que asegurarme de que no lo sea la próxima  -  y casi siempre veía un posible defecto que pensaba podía ser digno de burla y entonces tenía que andar medio  agachada, escondida y tensa.

Por supuesto salir a la pizarra era una agonía y aún muchísimo peor pensar en la angustia de la mera posibilidad de ello, pej con los profesores que más tenían esa costumbre.

Eran, y siguen siendo,  aunque de diferente manera,  unos miedos y vergüenzas infundados.  En el colegio se me aceptaba, me valoraban, tanto compañeros como profesores, y yo lo sentía y vivía así, de hecho era tan buena niña que estos últimos siempre me cogían enchufe e incluso la líder de la clase se fijaba en mí, a pesar de ser invisible o de querer serlo, hasta me invitó a su cumpleaños y un día sin venir a cuento me trajo un regalito y todo.

Nunca he entendido por tanto , porqué actuaba así,

En casa era, y es, el único lugar donde me encontraba a gusto. Salía en el barrio a veces, pero muy poco y  con niños más pequeños que yo, con lo que me admiraban bastante. Me seguían y al saberme aceptada en ese extremo disminuía lo que ya era más que una timidez,  siendo niña.

Me daba vergüenza bajar del piso a comprar golosinas en la tienda de al lado de casa,  puerta con  puerta.  Sobornaba a mi hermana pequeña, con dinero, para que bajara por mí.

Y así cientos de anécdotas
 
ADOLESCENCIA

El instituto.
Para mí resultó bastante traumático estar con chicos después de un colegio de  monjas. Me imaginaba que el instituto era como esos del Bronx de las películas donde te podían atacar o qué se yo. Si ya imaginaba las niñas del colegio de monjas amenazantes esto era multiplicarlo por mil.
Recuerdo que llegué sumamente asustada con la trenza que por entonces solía llevar, totalmente inocente,  muy muy verde, muy tímida, como una extraterrestre de otro planeta. Desentonaba  un montón

Mis problemas iban empeorando.

Ahora ya no quería ir a ningún lugar sola ni a lugares donde no controlase o conociera y empecé a notar mis problemas con el teléfono. Pedía que me hicieran las llamadas de cita médica,  cuando ya no era una niña para eso, y también que me hicieran las matrículas de la universidad o que me acompañasen. 
Lógicamente mis padres no lo entendían y me reñían.(Tampoco lo entendía yo, no tenía nombre aún )

Para empezar escogí la carrera equivocada. Me apunté a ella porque iban otras compañeras del instituto, a las que por cierto también me costaba horrores llamar por teléfono , porque nunca tuve mucha confianza con ellas y viví situaciones especialmente complicadas por este hecho.

Tengo un recuerdo muy traumático de la Universidad, estaba en un lugar que no controlaba y dependía  de las otras chicas para ir. Aún hoy no he querido ir a por el título y estuve a punto de renunciar a 3 años de carrera por no querer hacer una reválida oral, que por suerte la acabaron por suprimir en mi curso y desde aquí todo fue de mal en peor,  al tener que intentar buscar trabajo etc

Ver:
http://fobbisoc.blogspot.com/2017/06/fobia-en-la-universidad.html?m=0


Empezó mi aislamiento extremo, fuertes sufrimientos, golpes con una realidad que no conseguía solventar,  mucho miedo, tristeza. Aquí es donde pude ver de cerca mi gran limitación,  antes de esto la tenía, pero estudiar me justificaba, nadie me decía nada, para  mi estudiar aún con los impedimentos de la fobia, que los había, además de gustarme el hecho de saber cosas nuevas, era mi pantalla contra el mundo y hubiera seguido si las cosas no cayeran por su propio peso realidad y coherencia

 CONCLUSIÓN

Muchos niños son tímidos y no desarrollan una fobia social,  lo superan, pero también es posible que la timidez  de niño sea  la fobia de adulto, como creo fue mi caso, pero como una continuidad adaptada a la la edad ,sin haber un  punto de inflexión.

Mi "timidez" fue empeorando hacia una fobia social muy limitante junto con otros trastornos asociados que se iban sumando.
 Lo ideal hubiera haber sabido en qué punto esa timidez pasó a ser algo más y pedir ayuda entonces.



En este vídeo explico la diferencia entre fobia social y timidez y cuándo buscar ayuda https://m.youtube.com/watch?v=aUul84bGzbc