Dicen que la cuarta ola del virus será la de la salud mental . Es decir gente que se acercará a los centros de salud con problemas de ansiedad, estrés, depresión etc..y se harán notar. Hemos vivido un año , y lo que nos queda, con mucho estrés psicológico, el aislamiento , no poder salir de nuestro municipio , sentirnos encerrados, no poder ver a nuestra familia y amigos sin ponerles en riesgo , no poder hacer las actividades que hacíamos antes.. ir al cine, a un restaurante, por no hablar del tema económico, cierre de negocios, personas desempleadas etc.Todo esto pasa factura .
Los que no lo han vivido nunca igual todo queda en episodios de ansiedad , aunque bien podrían desarrollar un trastorno.
Las personas con un trastorno de ansiedad anticipamos y es un sufrimiento constante que no acaba .Yo el 11 de marzo tengo que hacer algo que me preocupa , pues ya llevo una semana dándole vueltas y sufriendo.
Pienso , aún así , que las personas que ahora tienen ansiedad se pueden acercar un poco más a lo que puede ser vivir con un trastorno de ansiedad . Quizá haya más empatía hacia nuestros trastornos y se dejen ver, quizá esta ola sea nuestra ola , la de que se nos vea y entienda un poco más
Y pej sepan que no les gustaría a ellos en estas circunstancias. Pej que les digan “Deja de preocuparte por eso, no tiene importancia”
Se refiere a las rumiaciones típicas de las personas ansiosas, a preocuparse mucho por cosas sin importancia.
Esto no va a servir para que las detengan, como mucho para que se culpen de no poder parar esas rumiaciones o preocupaciones constantes.
“No tengas miedo”
Como si eso se eligiera o se pudiera controlar…
Como os decíamos, menospreciando o ninguneando las emociones no estamos haciendo ningún bien, aunque a priori pensemos que les estamos ayudando a quitarle importancia a algo que a nosotros no nos parece grave.
“Deja de darle vueltas”
Los pensamientos circulares u obsesiones no pueden controlarse fácilmente o dejar de pensar en ellos,
Es evidente que cuando vemos a una persona ansiosa dándole vueltas a un tema una y otra vez, preocupándose por ello y, por supuesto, sufriendo, queremos ayudarle a detener ese proceso vicioso.
Sin embargo, entendemos la ansiedad como cualquier otra enfermedad o malestar físico: ¿le diríamos a alguien a quien le duele la rodilla que camine sin cojear? ¿le sugerirías a una persona con miopía que intente concentrarse y ver mejor sin gafas? Probablemente no.
Pues entonces, en lugar de proponerle a nuestro amigo, pareja o hijo que deje de darle vueltas a algo, debemos acompañarle en el proceso, legitimando lo que siente y sin dejarle estancarse, por ejemplo proponiéndole actividades que le ayuden a canalizar sus emociones.
“Tranquilízate”
“Lo mismo… es como decirle a alguien: no estés triste. Lo que necesita es que le ayudemos a tranquilizarse nosotros. Él solo no sabe o no puede…”, nos explica Úrsula Perona.
Como en los demás casos, debemos comprender que es muy difícil controlar estos síntomas cuando se presentan, y que responsabilizando de ellos a quien los sufre no vamos a conseguir el objetivo: que se calmen.
En definitiva, si nuestros seres queridos sufren ansiedad, vamos a necesitar deshacernos de todos los prejuicios e ideas preconcebidas que tengamos respecto a este trastorno si de verdad queremos ser de ayuda para ellos. Además, otro paso que deberíamos tener en cuenta siempre es el de acudir a ayuda profesional. Alguien que pueda guiarles incluso mejor que nosotros con su gestión emocional, lo que les servirá de ayuda ahora, pero cuyos aprendizajes aprovecharán toda la vida.
FUENTE;
Frases que no decir a alguien con ansiedad
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