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domingo, 3 de noviembre de 2024
Cómo amigos y familiares pueden apoyar a alguien con fobia social.
Apoyar a alguien con fobia social puede ser un proceso delicado, pero hay varias maneras en que amigos y familiares pueden ayudar:
Escucha activa: O lo que es lo mismo escuchar activamente con plena conciencia e interés en lo que la persona o personas que tenemos delante nos está transmitiendo Para lo cual hay que buscar un espacio seguro para que la persona hable sobre sus sentimientos y experiencias sin juzgarla. Escuchar con empatía puede hacer una gran diferencia.
Educación: Infórmate sobre la fobia social para entender mejor lo que la persona está viviendo. Esto te permitirá ofrecer un apoyo más efectivo y compasivo.
Evitar la presión: No fuerces a la persona a participar en situaciones sociales si no se siente cómoda. Es importante respetar sus límites y permitirle avanzar a su propio ritmo.
Fomentar pequeñas interacciones: Anima a la persona a participar en actividades sociales de bajo riesgo, como salir con un amigo cercano o asistir a eventos pequeños, donde se sienta más segura.
Ofrecer compañía: Acompañarla en situaciones sociales puede ayudar a reducir la ansiedad. Tu presencia puede brindarle confianza y apoyo.
Celebrar los logros: Reconoce y celebra cualquier avance, por pequeño que sea. Esto puede motivar a la persona a seguir enfrentando sus miedos.
Sugerir ayuda profesional: Si la fobia social es severa, anímala a buscar ayuda de un profesional de salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.
Ser paciente: La recuperación de la fobia social puede llevar tiempo. Es fundamental ser paciente y comprensivo durante todo el proceso.
Mantener contacto regular: Asegúrate de mantener una comunicación constante, incluso si no siempre pueden verse en persona. Un mensaje o una llamada pueden hacer que se sienta apoyada.
Modelar comportamientos positivos: aprender comportamientos nuevos observando e imitando el comportamiento de otras persona
Muestra actitudes positivas hacia las interacciones sociales y comparte tus propias experiencias para normalizar el proceso.
Evitar añadir elementos de estrés: Enfrentarse a una situación social ya genera bastante ansiedad. Si además, culpamos, presionamos o provocamos una discusión, el nivel de malestar subirá innecesariamente.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es importante adaptar tu apoyo a las necesidades específicas de quien lo necesita.
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