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viernes, 3 de enero de 2025

Vergûenza y fobia social


Vergüenza y Fobia Social


La vergüenza es una emoción que todos tenemos en algún momento, eso no significa por tanto que, quien tenga vergüenza alguna vez, tenga fobia social.

La vergüenza surge cuando, por ejemplo, pensamos que no hemos cumplido con lo que queríamos hacer o lo que otros pensaban que queríamos hacer. O cuando no cumplimos las normas sociales o lo que se espera de nosotros.

Por ejemplo: No se come con las manos, no es correcto, o no está bien visto, que te ensucies toda la cara comiendo una hamburguesa con ketchup por toda la cara. Si te ve la gente en estas situaciones puedes tener vergüenza.

Es decir, en situaciones cotidianas, como cometer un error en público, ser criticado o sentir que no estamos a la altura en comparación con otros.

Los 3 tipos de vergüenza

  • Vergüenza externa: ¿Cómo me ven los demás? Piensan que soy tonto, no me estoy comportando como se debe.
  • Vergüenza interna: ¿Cómo me veo? No soy lo suficientemente aceptable, no pinto nada aquí.
  • Vergüenza ajena: ¿Cómo veo a las demás personas? Yo no me pongo al lado de ese que tiene malas pintas no sea me relacionen con él. Uy ese tiene un calcetín de cada color qué vergüenza.

Relación entre vergüenza, timidez y fobia social

La vergüenza es una emoción común que todos experimentamos, pero no todas las personas que sienten vergüenza tienen fobia social. Según la Asociación para las Ciencias del Comportamiento y Terapias Cognitivas (ABCT), la timidez y la ansiedad social son emociones relacionadas pero distintas. La timidez es común y no necesariamente interfiere con la vida diaria, mientras que la fobia social implica un miedo intenso a ser juzgado o humillado que puede llevar a la evitación de situaciones sociales.

Este miedo intenso y la evitación son características que diferencian la fobia social de la vergüenza o timidez normal. Por tanto, aunque la vergüenza es parte importante de la experiencia, la fobia social va más allá, afectando significativamente la vida de quien la padece.

Aunque la vergüenza y la fobia social son conceptos distintos, están relacionadas.

Decir que la fobia social va más allá de la vergüenza normal. Las personas con fobia social experimentan un miedo intenso a situaciones sociales. Este miedo puede ser tan alto que puede interferir en la vida diaria, llevando a la evitación de situaciones sociales, lo que puede llevar al aislamiento.

Pero la vergüenza sí puede ser un componente de la fobia social, de hecho lo es. Las personas con fobia social a menudo sienten una vergüenza intensa.

Las personas con fobia social tienen miedo a sentir vergüenza.

La vergüenza puede llevar a la evitación de situaciones sociales, lo que a su vez puede alimentar la fobia social. Cuanto más evitamos situaciones que nos causan vergüenza, más se refuerza el miedo.

Ambas pueden afectar la autoestima. La vergüenza puede hacer que una persona se sienta inferior, mientras que la fobia social puede llevar a una percepción negativa de uno mismo debido a la dificultad para interactuar socialmente.

Sobre mi vergüenza

A mí, desde pequeña, todo me daba vergüenza: pedir un vaso de agua en un bar, ir a buscar a mi hermano a casa del vecino para que viniera a comer, etc. Al principio podría decirse que eran cosas de niños.

Más mayor: pagar la cuenta en algún bar, porque siento que no me escuchan o prestan atención, no debo hablar alto ni con la suficiente contundencia y ahí me quedo intentando que me hagan caso y más vergüenza tengo cada vez.

Y bueno conmigo siempre es así, estos son solo pocos ejemplos. En mi caso vergüenza y fobia social están unidos, temo pasar vergüenza, llamar la atención por algo ridículo como por ejemplo tropezarme con una mesa en un bar y que me miren.

Me da vergüenza que reparen en mi persona para bien o para mal. Todo me resulta muy tenso y cuidadoso. Estoy rígida, las cosas no salen fluidas en mí. Son estudiadas al milímetro. Es agotador.

La vergüenza es normalmente externa, imagíname qué estarán pensando de mí. Como es el caso de una vez que fui a la barra a pagar la cuenta y debía tener tal cara de “terror” que la persona asustada me dijo: ¿te pasa algo? Yo ni me doy cuenta de que puedo expresar mi miedo y vergüenza interior. Me quedé muy impresionada con su comentario que era totalmente real, él estaba asustado, tanto que me tranquilizó porque vi que era una tontería y hasta me hizo gracia. Quizá pensaba que no debía ir a pedir la nota sino esperar en la mesa no sé qué vergüenza se puede tener por pagar una cuenta.

Yo no soy de ponerme roja pero recuerdo una ocasión que iba con mi hermana pequeña a que me dieran un dinero que me pertenecía y no me dieron con el sueldo. Al salir mi hermana me dijo: ¡¡¡¿QUÉ TIENES EN LA CARA?!!! Esas fueron sus palabras. Ardía como fuego y debía estar roja, no, lo siguiente por el susto que se llevó mi hermana. Al no reconocérseme ese dinero me hacía sentir como una usurpadora aunque era mi derecho.

Pero también puedo tener vergüenza interna boicoteándome a mí misma, rumiando por ejemplo después de una relación social lo que creo hice mal y morirme de vergüenza.

La vergüenza ajena no me preocupa tanto pues es la otra persona quien ha cometido, digamos, el error. Normalmente la gente se reiría de ella y yo siento vergüenza y hasta miedo de llegar a estar en su situación.

¿Recordáis vosotros alguna anécdota que os resultará especialmente vergonzante?


Para saber más


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