COMPARTIR
miércoles, 12 de febrero de 2025
El dolor invisible de vivir con fobia social
lunes, 10 de febrero de 2025
Cuando socializar no es una opción, sino un obstáculo
viernes, 7 de febrero de 2025
Defenderte, reclamar lo que te pertenece , decir no
Nunca he sabido cómo reaccionar cuando alguien me ataca. Ya no hablo de insultar o gritar ,que ya serían palabras mayores, sino poder expresar con claridad que algo me ha molestado o que no voy a permitir ciertos comentarios. Pero cuando la ansiedad social entra en juego, incluso eso se siente como un riesgo enorme. Hay tantas opciones en la cabeza, tantas posibles consecuencias, que la respuesta nunca llega a salir o sale mal. Y al final, la sensación de impotencia pesa más que el propio ataque cuando ni siquiera puedes verbalizar una defensa mínima ,el mundo puede sentirse como un lugar donde cualquiera tiene el poder de hacerte daño sin que puedas impedirlo. Mientras intento procesar lo que acaba de pasar, mi mente se atasca entre mil pensamientos: ¿Ha sido una broma? ¿Ha querido ofenderme? ¿Estoy exagerando? Pero, sobre todo, ¿qué debería decir? Busco una respuesta, cualquier cosa que no me haga parecer torpe o débil, pero nada parece adecuado. Para cuando encuentro una opción, el momento ya ha pasado. Lo peor no es solo el momento en sí, sino lo que viene después. Porque la conversación se queda en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez como un eco insoportable. Pienso en todo lo que podría haber dicho, en lo que debería haber hecho, en cómo cualquier otra reacción habría sido mejor que mi silencio torpe. La gente dice que lo mejor es defenderse, responder con firmeza, no dejar que los demás te pisoteen. Pero para alguien con fobia social, reaccionar no es tan simple. A veces, el problema no es la falta de valentía , sino que la mente se bloquea, atrapada entre mil posibilidades y el miedo constante a decir o hacer algo incorrecto .
jueves, 6 de febrero de 2025
Vivir con Fobia Social: Un Testimonio de miedo y supervivencia
También me pasa con los cumplidos. No me sale simplemente decir "gracias" y ya, sino que me quedo analizando si sueno seca, si debería devolver el cumplido o si cualquier cosa que diga sonará forzada. Lo mismo con los chistes: si me río demasiado, siento que parezco exagerada, pero si me río poco, temo que piensen que no tengo sentido del humor.
Lo peor es cuando alguien me enseña una foto o un video y espera una reacción. En mi cabeza es como si sonara un temporizador: "¿Es gracioso? ¿Se supone que debo sorprenderme? ¿Tengo que hacer un comentario?". Y mientras intento decidir, la otra persona sigue mirándome, esperando algo que no llega.
Es como si todo el mundo tuviera un "piloto automático" para reaccionar en conversaciones y yo tuviera que hacerlo manualmente, calculando cada respuesta para que parezca natural… lo que, al final, solo hace que parezca más forzado.
lunes, 3 de febrero de 2025
Viviendo en el Silencio de la Fobia Social
sábado, 1 de febrero de 2025
Las Capas ocultas de la fobia social: Miedos silenciosos y profundos
Lo que nadie te cuenta sobre la fobia social
Cuando hablamos de fobia social, casi siempre salen los mismos temas: miedo a hablar en público, ansiedad en reuniones, evitar eventos sociales… Pero hay un montón de aspectos menos evidentes que pocas veces se mencionan y que, sin embargo, pueden marcar mucho en nuestra vida .
¿Qué pasa con la sensación de estar actuando todo el tiempo? ¿O con el agotamiento extremo después de un día de interacción?
En las próximas entradas, voy a hablar de esos detalles , en el mismo sentido que esta entrada, que rara vez se cuentan, pero que quienes vivimos con fobia social conocemos demasiado bien. No son las típicas descripciones superficiales, sino esas pequeñas experiencias que nos hacen sentir que habitamos un mundo paralelo, invisible para los demás.
Si alguna vez te has sentido incomprendido incluso dentro de los espacios donde se habla de ansiedad social, donde no se acaba de profundizar en muchos temas, las siguientes entradas son para ti.