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viernes, 14 de mayo de 2021

Emociones negativas y su impacto en la salud mental


El art铆culo sobre el que basa esta entrada , tambi茅n hablaba del impacto en la salud f铆sica , omitir茅 esa parte y solo me centrar茅 en la mental , que es la que nos ocupa,  para que no sea muy pesado.  Si a alguno le interesara esa parte , la fuente est谩 al final del texto 


RESUMEN

El miedo, la tristeza, la ira y el asco son estados emocionales que, cuando son intensos y habituales,afectan negativamente la calidad de vida de las personas. En consecuencia, las emociones negativas constituyen actualmente uno de los principales factores de riesgo para contraer enfermedades f铆sicas y mentales. Este art铆culo pretende, en primer lugar: 

  • delimitar los conceptos y las caracter铆sticas principales de cada emoci贸n; 

  • y segundo, sintetizar los hallazgos cient铆ficos que avalan la influencia de las emociones negativas cl谩sicas en el proceso salud- enfermedad. 


Estos fen贸menos psicol贸gicos se han asociado a las enfermedades mentales y f铆sicas como variables influyentes en su inicio, desarrollo y mantenimiento. Por lo tanto, se revisan algunos de los v铆nculos entre las cuatro emociones negativas y los trastornos mentales. 


Las emociones son reacciones psicofisiol贸gicas

de las personas ante situaciones relevantes desde un punto de vista adaptativo, tales como aquellas que implican peligro, amenaza, da帽o,p茅rdida, 茅xito, novedad, etc. Estas reacciones son de car谩cter universal, bastante independientes de la cultura, producen cambios :

  • en la experiencia afectiva (dimensi贸n cognitivo-subjetiva),

  •  en la activaci贸n fisiol贸gica (dimensi贸n biol贸gica-adaptativa) 

  • y en la conducta expresiva (dimensi贸n conductual-expresiva). 

Adem谩s, desde un punto de vista psicol贸gico, emociones tales como la alegr铆a, el miedo, la ansiedad o la ira son emociones b谩sicas que se dan en todos los individuos de las m谩s diversas culturas,poseen un sustrato biol贸gico considerable, son esencialmente agradables o desagradables, nos

activan y forman parte de la comunicaci贸n con los dem谩s y a su vez, pueden actuar como poderosos motivos de la conducta.


Entre las emociones podemos distinguir al

menos dos grupos: las positivas y las negativas.

El miedo-ansiedad, la ira, la tristeza-depresi贸n y el asco son reacciones por una experiencia afectiva desagradable o negativa y una alta activaci贸n fisiol贸gica. Las tres primeras son las emociones m谩s estudiadas en relaci贸n con el proceso salud enfermedad. Estas reacciones tienen una funci贸n preparatoria para que las personas puedan dar una respuesta adecuada a las demandas del ambiente, por lo que se consideran respuestas eminentemente adaptativas para el individuo. Sin Embargo, en ocasiones encontramos que algunas de ellas pueden transformarse en patol贸gicas en algunos individuos, en ciertas situaciones, debido a un desajuste en la frecuencia,intensidad, adecuaci贸n al contexto, etc. Cuando tal desajuste acontece y se mantiene un cierto tiempo,puede sobrevenir un trastorno de la salud, tanto mental (trastorno de ansiedad, depresi贸n mayor, ira patol贸gica, etc.) como f铆sica (trastornos cardiovasculares, hematol贸gicos, inmunol贸gicos,etc茅tera).

A pesar de estas afirmaciones, existe cierta controversia en relaci贸n con qu茅 entendemos por

emociones negativas y positivas, cu谩l es la 

verdadera naturaleza de las relaciones entre estas emociones negativas .

Por ello, es preciso profundizar en el conocimiento de estas cuestiones. 


El Objetivo del presente trabajo es hacer una revisi贸n no sistem谩tica descriptiva sobre el estado de la cuesti贸n en la actualidad. 

  • Primero, trataremos el concepto de estr茅s y emoci贸n; 


  • a continuaci贸n, se abordar谩 cu谩les son las principales caracter铆sticas de las emociones negativas; Emociones negativas y su impacto en la salud mental 


  •  luego, abordaremos la cuesti贸n de la relaci贸n entre emociones negativas y salud enfermedad,

  • para finalizar con algunas ideas que sinteticen lo tratado a lo largo del art铆culo.


CONCEPTO DE ESTR脡S

Una cuesti贸n previa que ha de tenerse en cuenta a la hora de abordar el estudio de las emociones es el concepto y los modelos del estr茅s. La literatura sugiere que la perspectiva transaccional, o ajuste persona-ambiente, es una de las m谩s importantes y 煤tiles en el estudio del estr茅s, y por

extensi贸n, de las emociones . Desde este marco te贸rico se ha asumido que el estr茅s implica tres elementos a los que hace referencia el modelo transaccional: 


a) la valoraci贸n o apreciaci贸n que la persona hace de los estresores,


 b) las emociones y afectos asociados a dicha apreciaci贸n 


y c) los esfuerzos conductuales y cognitivos realizados

para afrontar dichos estresores. 


Este enfoque tradicionalmente se ha centrado en las reacciones ante una situaci贸n de estr茅s y los resultados patol贸gicos. En relaci贸n con nuestro objetivo en este trabajo, la teor铆a de las emociones basada en el modelo transaccional del estr茅s,implica fundamentalmente dos conceptos:

  •  el de

estresor 

  • y el de respuesta de estr茅s 


 El primero de los conceptos hace referencia a cualquier agente externo o interno causal primariamente de estr茅s. 


El segundo t茅rmino, la respuesta de estr茅s, se refiere a un mecanismo de activaci贸n fisiol贸gica y de los procesos cognitivos que favorece una mejor percepci贸n y posterior evaluaci贸n de las situaciones y sus demandas, as铆 como a un procesamiento m谩s r谩pido y eficaz

de la informaci贸n disponible con la consiguiente b煤squeda de soluciones y consecuente selecci贸n

de las conductas adecuadas para hacer frente a la situaci贸n  tambi茅n denominado “Sistema de adaptaci贸n general” por Selye.

Por ello ahora nos referiremos al estr茅s como esta respuesta o mecanismo general de activaci贸n fisiol贸gica y de los procesos cognitivos que le permite al organismo hacer frente a cualquier estresor. Por el contrario, miedo/ansiedad se refiere a una emoci贸n, es decir, una de las etiquetas cognitivas que recibe esta activaci贸n fisiol贸gica generada cuando se pone

en funcionamiento el mecanismo adaptativo denominado respuesta de estr茅s . 

Otras emociones ser铆an la ira, la sorpresa, el asco, la alegr铆a y la tristeza. De ah铆 que es muy importante tener

en consideraci贸n que el estr茅s no est谩 implicado 煤nicamente en las emociones negativas. Una Revisi贸n con mayor profundidad sobre los modelos transaccionales del estr茅s y su relaci贸n con las emociones podemos verla en 


CONCEPTO DE EMOCI脫N

Las emociones b谩sicas constituyen patrones individuales de conducta expresiva, cada una asociada a un patr贸n espec铆fico de activaci贸n fisiol贸gica, a una experiencia cognitiva-subjetiva o sentimiento espec铆fico y con un substrato neuroanat贸mico espec铆fico .

El miedo, la ira, la tristeza, la alegr铆a, la sorpresa y el asco son las emociones b谩sicas para las que existe un mayor consenso respecto a su definici贸n conceptual, caracter铆sticas definitorias, etc. Desde Darwin hasta autores m谩s contempor谩neos, entre ellos , se ha resaltado la importancia de las emociones en cuanto a su funci贸n adaptativa para la

supervivencia del individuo y de la especie. Todos

estos autores asumen la existencia de emociones

b谩sicas que son producto de la evoluci贸n 

gen茅tica y ontogen茅tica y que est谩n relacionadas con estados biol贸gicamente significativos como la procreaci贸n, la cr铆a y la amenaza a la integridad de los individuos y de la especie.

Por tanto, podemos entender como emoci贸n una experiencia multidimensional con al menos

tres sistemas de respuesta: -cognitivo/subjetivo;  -conductual/expresivo y -fisiol贸gico/adaptativo.


Para entender la emoci贸n es conveniente atender estas tres dimensiones por las que se manifiesta, teniendo en cuenta que suele aparecer cierta desincron铆a entre los tres sistemas de respuesta.

 

Adem谩s, la predominancia de cada una de estas dimensiones var铆a en funci贸n de la emoci贸n en concreto, la persona en particular o la situaci贸n determinada. Es m谩s, en la mayor铆a de ocasiones las diferencias entre los distintos modelos te贸ri-

cos de la emoci贸n se deben 煤nicamente al papel que otorgan a cada una estas tres dimensiones .

Por otra parte, se han hecho muchos intentos por analizar la emoci贸n en sus componentes o dimensiones principales para facilitar tanto su

clasificaci贸n, como la distinci贸n entre ellas  

A pesar de ello, las 煤nicas dimensiones aceptadas por pr谩cticamente todos los autores son la

de agrado-desagrado y la intensidad de la reacci贸n emocional . No obstante, atendiendo 煤nicamente a 茅stas no puede establecerse una clasificaci贸n exhaustiva y excluyente de todas las reacciones afectivas, puesto que emociones como la ira o el odio pueden ser

desagradables e intensas y no se trata del mismo tipo de emoci贸n. Por tanto, la experiencia emocional, lo que pensamos y sentimos durante una reacci贸n emocional, se suele clasificar seg煤n estos dos ejes o dimensiones. En otras palabras, las emociones suelen provocar sensaciones agradables o desagradables y pueden

ser m谩s o menos intensas. Aunque, como ya hemos dicho, es dif铆cil lograr una          clasificaci贸n exhaustiva de todas las emociones

posibles con base en dimensiones independientes, la dimensi贸n agrado-desagrado es exclusiva y caracter铆stica de las emociones, de forma

que todas las reacciones afectivas se comprometen en dicha dimensi贸n en alguna medida.Esta dimensi贸n de placer-displacer ser铆a la caracter铆stica definitoria de la emoci贸n respecto de cualquier otro proceso psicol贸gico.

Otra forma de clasificar las emociones es

haciendo referencia a sus funciones propias.Parece relevante el hecho de que desde Darwin,

pasando por James, Cannon, Selye, etc., se ha venido reconociendo que la expresi贸n de las

emociones en los animales y en el hombre cumple una funci贸n universal adaptativa, social y motivacional. En este sentido, es bien sabido que todas las emociones tienen alguna funci贸n

que les confiere utilidad y permiten que el sujeto ejecute con eficacia las reacciones conductuales

 apropiadas y ello con independencia de la

cualidad hed贸nica que generen, al menos desde un punto de vista exclusivamente biol贸gico, de supervivencia o salvaguarda de la integridad f铆sica. Incluso las emociones m谩s desagradables tienen funciones importantes en la adaptaci贸n

social y el ajuste personal. 


RESUMEN 

A continuaci贸n se

describen brevemente cada una de estas funciones, 

FUNCI脫N ADAPTATIVA

Una de las funciones m谩s importantes de la emoci贸n es la de preparar al organismo para ejecutar eficazmente la conducta exigida por

las condiciones ambientales, movilizando la energ铆a necesaria para ello, as铆 como dirigiendo la conducta (acercando o alejando) hacia un objetivo determinado. Plutchik destaca ocho

funciones principales de las emociones y aboga por establecer un lenguaje funcional que

identifique a cada una de dichas reacciones

con la funci贸n adaptativa que les corresponde. La correspondencia entre la emoci贸n y su funci贸n son las siguientes: miedo-protecci贸n;ira-destrucci贸n; alegr铆a-reproducci贸n; tristeza-reintegraci贸n; conanza-aifliaci贸n; asco- rechazo anticipaci贸n-exploraci贸n; sorpresa-exploraci贸n. Relacionada con esta funci贸n adaptativa se encuentra la evidencia de que bajo ciertas circunstancias (predisposici贸n, recurrencia, intensidad) la activaci贸n del sustrato biol贸gico

de cada emoci贸n puede tener consecuencias

sobre la salud de los individuos y en general

 juegan un papel importante en el bienestar/malestar psicol贸gico de los individuos, que no deja de ser un indicador del grado de ajuste/adaptaci贸n del individuo (Plutchik, 1980).


FUNCI脫N SOCIAL

Las emociones tambi茅n cumplen una funci贸n

importante en la comunicaci贸n social. Seg煤n Izard (1993) existen varias funciones sociales de las emociones, como son: 


a) facilitar la interacci贸n 


 Emociones negativas y su impacto en la salud mental y f铆sica

social, 


b) controlar la conducta de los dem谩s, 


c) permitir la comunicaci贸n de los estados

afectivos y 


d) promover la conducta prosocial.


Por ejemplo, una emoci贸n como la felicidad favorece los v铆nculos sociales y las relaciones interpersonales, mientras que la ira puede generar respuestas de evitaci贸n o de confrontaci贸n. Es decir, las emociones juegan un doble papel en su funci贸n comunicativa. 

En primer lugar,la expresi贸n de las emociones podr铆a considerarse como una serie de est铆mulos discriminativos que indican la realizaci贸n de determinadas conductas por parte de los dem谩s. As铆, en muchos casos la revelaci贸n de las experiencias

emocionales es saludable y beneficiosa, tanto porque reduce el trabajo psicol贸gico que supone la inhibici贸n, como por el hecho de que favorece la creaci贸n de una red de apoyo social para la persona afectada. Sin embargo, en ocasiones los efectos sobre los dem谩s pueden llegar a ser perjudiciales, hecho 茅ste constatado por la evidencia de que aqu茅llos que proveen apoyo social al enfermo, como por ejemplo los cuidadores primarios informales, sufren con mayor frecuencia trastornos f铆sicos y mentales 


En segundo lugar,la represi贸n de las emociones tiene una funci贸n social, por cuanto puede ser socialmente necesaria la inhibici贸n de ciertas reacciones emocionales con capacidad de alterar las relaciones

sociales y afectar incluso la propia estructura y funcionamiento de grupos y cualquier otro sistema de organizaci贸n social.


FUNCI脫N MOTIVACIONAL

La relaci贸n entre emoci贸n y motivaci贸n es estrecha, ya que se trata de una experiencia presente en cualquier tipo de actividad que posee las dos principales caracter铆sticas de la conducta motivada: direcci贸n e intensidad. La emoci贸n energiza la conducta motivada. Una conducta“cargada” emocionalmente se realiza de forma m谩s vigorosa, de manera que la emoci贸n tiene la funci贸n adaptativa de facilitar la ejecuci贸n

eficaz de la conducta necesaria en cada exigencia. As铆, la ira facilita las reacciones defensivas,la alegr铆a la atracci贸n interpersonal, la sorpresa la atenci贸n ante est铆mulos novedosos, etc.Por otro lado, la emoci贸n dirige la conducta, en el sentido de que facilita el acercamiento o la evitaci贸n del objetivo de la conducta motivada en funci贸n de las caracter铆sticas de agrado-desagrado de la emoci贸n. La funci贸n motivacional de la emoci贸n ser铆a congruente con lo que hemos comentado, la existencia de las dos dimensiones principales de la emoci贸n: agrado-desagrado e intensidad de la reacci贸n afectiva.

En resumen, si bien algunas de las principales discusiones te贸ricas actuales giran en torno a si existen emociones b谩sicas y si el reconocimiento de 茅stas es universal, lo cierto es que existen ciertos patrones de reacci贸n afectiva distintivos, generalizados y que suelen mostrar una serie de caracter铆sticas comunes en todos los seres humanos. Se trata de las emociones de alegr铆a, tristeza, ira, sorpresa, miedo

 y asco. Podemos defender incluso que se caracterizan por una serie de reacciones fisiol贸gicas

o motoras propias, as铆 como por la facilitaci贸n de determinadas conductas que pueden llegar a ser adaptativas. Por 煤ltimo, tradicionalmente

se suelen diferenciar dos grupos de emociones en base a la dimensi贸n de agrado-desagrado.Por una parte, nos encontramos con las emociones positivas, que se caracterizan porque generan una experiencia agradable. Ejemplos de este tipo de emociones son la alegr铆a, la felicidad o el amor. Por otra parte, existe una serie

de emociones cuya experiencia emocional es desagradable y que han sido profusamente investigadas en su relaci贸n con la salud mental y

f铆sica. En el siguiente apartado vamos a repasar algunas de las caracter铆sticas principales de las emociones negativas.


EMOCIONES NEGATIVAS (MIEDO, TRISTEZA,IRA Y ASCO)

A pesar de la pujante aparici贸n de la psicolo-

g铆a positiva en los 煤ltimos a帽os, el estudio de las “emociones negativas”,miedo-ansiedad, ira y tristeza- depresi贸n, tuvo durante todo el sigloXX, y sigue teniendo, mucha fuerza en la investigaci贸n psicol贸gica. 

Tambi茅n a帽adimos el asco, que en los 煤ltimos 15-20 a帽os ha sido objeto de inter茅s por parte de la comunidad 

cient铆fica. Un concepto relacionado es el de 

afectividad negativa, que puede ser entendida 

como un estado emocional transitorio o como una diferencia persistente en el nivel general de afectividad. La afectividad negativa es un rasgo que refleja la tendencia a experimentar emociones negativas a trav茅s del tiempo y de 

situaciones . Este rasgo se solapa con el neuroticismo y la ansiedad, incluyendo sentimientos subjetivos de tensi贸n, 

preocupaci贸n, ansiedad, ira y tristeza. No obstante, parece necesario describir brevemente 

cada una de estas emociones.


Miedo


El miedo y la ansiedad son las emociones que 

han generado mayor cantidad de investigaci贸n 

y sobre las que se ha desarrollado un arsenal 

de t茅cnicas de intervenci贸n mayor desde todas 

las orientaciones te贸ricas psicol贸gicas. La expresi贸n patol贸gica del miedo son los trastornos por ansiedad, que est谩n relacionados con una 

respuesta de ansiedad desproporcionada e irracional ante un peligro inexistente. Es una de las reacciones que produce mayor cantidad de trastornos mentales, conductuales, emocionales y 

Psicosom谩ticos. La distinci贸n entre fobia y miedo podr铆a concretarse en que la reacci贸n de miedo se produce ante un peligro real y la reacci贸n 

es proporcionada a 茅ste, mientras que en la fobia la respuesta de ansiedad es desproporcionadamente intensa (o innecesaria) con la supuesta 

peligrosidad del est铆mulo. Para nuestro fin, no distinguiremos entre ambos t茅rminos. 

El miedo-ansiedad se define como una respuesta del organismo que se desencadena ante una situaci贸n de amenaza o peligro f铆sico o ps铆quico, cuyo objeto es dotar al organismo de 

energ铆a para anularlo o contrarrestarlo mediante una respuesta (conducta de huida o de agresi贸n; 

Este mecanismo funciona de forma adaptativa y pone en marcha dicho dispositivo de alerta ante est铆mulos o situaciones que son potencialmente agresoras o amenazantes. Existe

un continuo entre la ansiedad adaptativa y la 

ansiedad cl铆nica, ambas tienen la misma fenomenolog铆a: cogniciones, neurofisiolog铆a y respuestas motoras de defensa o ataque. Sabemos que una cierta cantidad de ansiedad es necesaria para realizar ciertas tareas, para resolver problemas de un modo eficaz. Existe adem谩s una relaci贸n sim茅trica entre nivel de ansiedad (visto como nivel de motivaci贸n) y rendimiento (desarrollo de una tarea, mecanismo de resoluci贸n de problemas). As铆, la relaci贸n entre ansiedad y rendimiento viene expresada por una 

curva en forma de U invertida. Seg煤n la ley de Yerkes-Dodson, formulada en 1908, un d茅ficit de ansiedad conlleva una eficacia de acci贸n baja, mientras que una ansiedad 贸ptima ante 

determinados problemas propicia el aumento, 

de forma deseable, de la ejecuci贸n o eficacia. 

Sin embargo, la ansiedad excesiva o cl铆nica act煤a interfiriendo el rendimiento en todos los 谩mbitos del ser humano y se torna en cl铆nica en las siguientes situaciones:


1. Cuando el est铆mulo presentado es inofensivo y conlleva una compleja respuesta de alerta.


2. Cuando la ansiedad persiste en el tiempo, 

superando lo meramente adaptativo, y los niveles de alerta persisten.


3. Cuando los niveles de alerta y la ansiedad 

interrumpen el rendimiento del individuo y las relaciones sociales.

Como ya hemos dicho, se han empleado diversos t茅rminos para designar la ansiedad cl铆nica, tales como miedo, fobia, etc. 

Sin embargo, existe cierto consenso a la hora de considerar estos t茅rminos como reacciones equivalentes 

en cierto modo, si bien por ejemplo, en el caso 

del primero, este fen贸meno se producir铆a ante una situaci贸n de amenaza real, mientras que en el del segundo las fobias ser铆an ante un peligro no real o sobredimensionado. En cualquier caso, a nivel operativo numerosos autores entienden que dichos t茅rminos tienen mucho en com煤n 


El an谩lisis de las caracter铆sticas principales 

de la ansiedad como emoci贸n


Tristeza


Tradicionalmente se la ha considerado como 

una de las emociones desagradables, aunque no siempre se puede decir que es negativa. Sobre ella existe gran variabilidad cultural, e incluso algunas culturas no poseen palabras para definirla. No obstante, la tristeza-depresi贸n, al igual que cualquier otra emoci贸n, tiene una funci贸n filogen茅tica adaptativa para recabar la atenci贸n y el cuidado de los dem谩s, constituir un modo de comunicaci贸n en situaciones de p茅rdida o separaci贸n, o ser un modo de conservar “energ铆a” para poder hacer frente a ulteriores procesos de adaptaci贸n  Desde el punto de vista de la relaci贸n entre las emociones negativas y la respuesta de estr茅s, la experiencia de estado de 谩nimo triste depender铆a de la evaluaci贸n cognitiva realizada sobre la demanda situacional y los recursos que posee el sujeto para afrontar la situaci贸n, que en tal caso ser铆a negativa y con frecuencia predominar谩 cuando el/los estresor/es se cronifica/n 

Otro hecho bastante com煤n es que la ansiedad suele aparecer asociada al cuadro depresivo. 

En estos casos los s铆ntomas de tensi贸n suelen interferir en la capacidad de disfrute del sujeto con respecto a las actividades agradables y se intensifican las desagradables. En tal caso, al igual que la ansiedad en su forma cl铆nica, estos 

sentimientos podr铆an por su duraci贸n, frecuencia e intensidad transformarse en una depresi贸n cl铆nica e interferir en la capacidad adaptativa de la persona que los padece. Todo ello resulta coherente con la idea bastante aceptada en la actualidad de que el estr茅s tiene un importante papel 

en la g茅nesis de la depresi贸n  

En su forma cl铆nica, la depresi贸n es un trastorno del estado de 谩nimo caracterizado por una sensaci贸n de tristeza intensa superior a dos meses. 

Se produce por diversas causas: acontecimientos de la vida diaria —relacionados con 

p茅rdidas o incapacidad para hacerles frente (indefensi贸n)—, cambios qu铆micos en el cerebro, efecto secundario de medicamentos, trastornos f铆sicos o m茅dicos. Los s铆ntomas de la depresi贸n no son los mismos en todos los individuos. La mayor铆a de sujetos dejan de tener inter茅s por las actividades cotidianas; sienten fatiga o sensaci贸n 

de lentitud; tienen problemas de concentraci贸n, 

trastornos del sue帽o, sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza, aumento o p茅rdida de apetito o de peso, disminuci贸n del deseo sexual, ideaci贸n suicida, pensamientos negativos sobre s铆 mismos, etc. 

Por lo tanto, la depresi贸n es el resultado final 

de la interacci贸n de m煤ltiples factores constitucionales, evolutivos, ambientales e interpersonales, que modifican las pautas de neurotransmisi贸n entre los hemisferios cerebrales y el sistema 

l铆mbico. 


Ira


La ira es considerada una emoci贸n negativa por la mayor铆a de los te贸ricos de la emoci贸n. Esta emoci贸n puede ser concebida atendiendo a tres tipos de definiciones de la valencia emocional , es decir, las emociones se pueden entender como positivas o negativas en base 

a: 


1) las condiciones que evocan la emoci贸n, 


2) las consecuencias adaptativas de la emoci贸n o 


3) la experiencia subjetiva de la emoci贸n. 


As铆, en primer lugar, la ira puede verse como negativa debido a las condiciones que evocan la emoci贸n, ya que suele ser evocada por acontecimientos 

aversivos. 

En segundo lugar, la ira se puede calificar como positiva o negativa cuando es entendida desde el punto de vista de sus consecuencias 

adaptativas, dependiendo del resultado de una 

situaci贸n particular. Finalmente, la ira se podr铆a ver como positiva o negativa en funci贸n de la sensaci贸n subjetiva o evaluaci贸n de la emoci贸n, dependiendo de si un individuo siente placer/gusto 

o displacer/aversi贸n tras la experiencia subjetiva 

de ira. Respecto de otras caracter铆sticas t铆picas de la ira. 


Asco


El asco es una de las reacciones emocionales 

en las que las sensaciones fisiol贸gicas son m谩s patentes. La mayor铆a de las reacciones de asco 

se generan por condicionamiento interoceptivo. 

Est谩 relacionado con trastornos del comportamiento, tales como la anorexia y la bulimia, pero 

puede ser el componente terap茅utico principal de 

los tratamientos basados en condicionamiento 

aversivo, tales como la t茅cnica de fumar r谩pido, 

as铆 como en el tratamiento para reducir las n谩useas y v贸mitos anticipatorios a la quimioterapia 

 

Esta reacci贸n emocional suele darse ante est铆mulos desagradables (qu铆micos, fundamentalmente) que son potencialmente peligrosos o molestos. Suele ser muy proclive a los condicionamientos aversivos, siendo los est铆mulos condicionados mayoritariamente olfativos o gustativos. 

La actividad fisiol贸gica t铆pica de esta emoci贸n 

suele ser el aumento en la reactividad gastrointestinal y la tensi贸n muscular. No obstante, las 

dos reacciones fisiol贸gicas m谩s caracter铆sticas y 

distintivas de esta emoci贸n son las sensaciones de n谩usea y el aumento de la salivaci贸n. 

Por otra parte, a diferencia de emociones como el miedo y la ira, donde predomina la respuesta simp谩tica 

del sistema nervioso aut贸nomo, en el asco se ha contrastado una mayor predominancia de la respuesta parasimp谩tica

Entre las funciones reconocidas se encuentran la generaci贸n de respuestas de escape o 

evitaci贸n de situaciones desagradables o potencialmente da帽inas para la salud. Aunque los est铆mulos incondicionados suelen estar relacionados  con la ingesta, de manera que la cualidad 

fundamental es olfativa u olorosa, los est铆mulos 

condicionados pueden asociarse a cualquier otra modalidad perceptiva (escenas visuales, sonidos, etc.). Adem谩s tambi茅n parece claro que no se puede restringir la emoci贸n de asco a est铆mulos relacionados con alimentos en mal estado o potencialmente peligrosos para la salud, ya que esta reacci贸n emocional tambi茅n se produce ante 

cualquier otro tipo de estimulaci贸n no relacionada con problemas gastrointestinales . Es 

m谩s, incluso puede producirse reacci贸n de asco ante alimentos nutritivos y en buen estado. Otra 

de las funciones reconocidas es la de potenciar h谩bitos saludables, higi茅nicos y adaptativos 

 Por 煤ltimo, 

tiene un papel motivador fundamental ya que 

induce conductas que implican la necesidad de 

evitaci贸n o alejamiento del est铆mulo, siendo caracter铆sticas las sensaciones desagradables, tales 

como la n谩usea, cuando el est铆mulo es oloroso o 

gustativo.

Emociones negativas y salud-enfermedad

Hasta aqu铆 se ha hablado de las emociones como 

reacciones b谩sicas adaptativas, pero tanto la ansiedad y la depresi贸n, como la ira y el asco (si 

bien ninguna de ellas tiene su propia categor铆a 

diagn贸stica en los manuales psiqui谩tricos, aun siendo condiciones con claras implicaciones cl铆nicas), pueden evolucionar hacia condiciones cl铆nicas, donde se pierde el car谩cter adaptativo de 

茅stas y se convierte en un problema que interfiere y genera malestar significativo. Estas formas 

se corresponder铆an aproximadamente con los trastornos de ansiedad y afectivos del eje I del DSM IV y de la CIE-10, cuando nos referimos a los trastornos psiqui谩tricos, as铆 como tambi茅n a algunos de los factores psicol贸gicos propuestos 

por las m谩s recientes ediciones del DSM bajo la denominaci贸n de “Factores psicol贸gicos que afectan a la condici贸n m茅dica”  o con la categor铆a “Factores 

psicol贸gicos y del comportamiento en trastornos o enfermedades clasificadas en otro lugar” en el CIE-10 cuando nos referimos a las manifestaciones emocionales desadaptativas asociadas a las 

enfermedades f铆sicas. 

En resumen, siguiendo a Cano-Vindel y Miguel-Tobal podemos afirmar que las emociones influyen sobre la salud-enfermedad a trav茅s de su relaci贸n con diversos sistemas fisiol贸gicos que 

forman el proceso “salud-enfermedad”, en especial cuando se convierten en trastornos cl铆nicos, as铆 como por medio de sus propiedades motivacionales para modificar las conductas “saludables” (ejercicio f铆sico moderado, dieta equilibrada, descanso, ocio, etc.) y “no saludables” (abuso 

de alcohol, tabaco, sedentarismo)

 Pero no s贸lo la ansiedad, la depresi贸n, la “ira patol贸gica” o el “asco  patol贸gico” pueden afectar adversamente a una condici贸n m茅dica, sino que la evidencia emp铆rica nos muestra que, ya sea de forma espec铆fica o asociadas a enfermedades f铆sicas, existe una alta 

prevalencia de problemas de ansiedad, depresi贸n e ira que evidentemente han de ser tenidos en 

cuenta .

Por ejemplo, un estudio 

de la Asociaci贸n Psiqui谩trica de Am茅rica Latina indic贸 que la prevalencia de trastornos psiqui谩tricos en la poblaci贸n con enfermedades m茅dicas 

cr贸nicas var铆a entre el 10.4% y el 59.8%, siendo la prevalencia media del 27.2% (Florenzano et al., 

2006).



Ansiedad

Cuando la frecuencia, intensidad o duraci贸n de 

la ansiedad como respuesta emocional es excesiva puede dar lugar a la aparici贸n de afectaciones a la calidad de vida. En estos casos hablamos de ansiedad patol贸gica o de un trastorno de ansiedad.

La presencia de fuertes reacciones o estados 

de ansiedad no solamente va a estar en la base de los denominados trastornos de ansiedad, sino tambi茅n asociada frecuentemente a la depresi贸n y en general a los trastornos considerados tradicionalmente como neur贸ticos, a buena parte de los psic贸ticos y a una amplia variedad de los psicofisiol贸gicos .

Como puede observarse por esta amplia gama de problemas relacionados con la ansiedad, podr铆amos afirmar que 茅sta va a ser un elemento central en psicopatolog铆a y en buena parte de otros problemas relacionados con la salud, dando lugar a un considerable costo emocional y econ贸mico para cualquier sistema sanitario.

Los trastornos de ansiedad presentan la mayor prevalencia entre los trastornos mentales; 

concretamente, un 16.4% de la poblaci贸n estadounidense sufre alg煤n trastorno de ansiedad al cabo de un a帽o . La cronicidad de 

su curso se halla por delante de la de los trastornos del estado de 谩nimo y de las adicciones. Por 

lo que se refiere a Espa帽a, la cifra de personas que en el 煤ltimo a帽o han tenido alg煤n trastorno 

de ansiedad asciende a 2 millones 400 mil personas (5.9%)  


No obstante, al margen de las categor铆as diagn贸sticas incluidas en estos manuales, 

la ansiedad como s铆ntoma aparece relacionada 

con la mayor铆a de trastornos afectivos, psic贸ticos, etc茅tera.


Depresi贸n

La depresi贸n es un trastorno del estado de 谩nimo o trastorno afectivo. El estado de 谩nimo deprimido es una de las condiciones psicopatol贸gicas m谩s frecuentes de los seres humanos .

 El estado de 谩nimo puede entenderse como la tendencia b谩sica del ser humano para aportar a los estados ps铆quicos un tono agradable o desagradable , o como el estado emocional subjetivo del individuo . Evidentemente, en la depresi贸n el estado de 谩nimo estar铆a asociado al polo desagradable, la tendencia a la negatividad. 

La depresi贸n, por tanto, debe entenderse como 

un trastorno del estado de 谩nimo que se manifiesta mediante un conjunto de s铆ntomas caracter铆sticos. Una de las caracter铆sticas principales es el descenso del estado de 谩nimo, aunque el 

estado de 谩nimo deprimido no debe ser el 煤nico criterio a tener en cuenta para diagnosticar depresi贸n. “Esta distinci贸n es muy importante porque la depresi贸n-s铆ntoma est谩 presente en la 

mayor parte de los cuadros psicopatol贸gicos” . 

La depresi贸n como trastorno cl铆nico es descrita com煤nmente por las sensaciones de tristeza, desesperanza, vac铆o y p茅rdida de inter茅s y placer en actividades cotidianas durante m谩s de dos semanas  


Ira


La ira es un estado de malestar que puede ir 

desde una intensidad equivalente a la irritaci贸n 

suave, hasta la denominada c贸lera intensa. Se 

da en respuesta a un mal percibido que amenaza el bienestar de uno mismo o de los seres significativos o con los que el individuo se identifica. 

No obstante, existe un gran acuerdo acerca de la variabilidad intra e interindividual en el nivel de intensidad emocional y activaci贸n fisiol贸gica que se experimenta al enfadarse 

La ira est谩 ampliamente reconocida como problema de salud mental significativo. A diferencia de lo que ocurre con la ansiedad y la depresi贸n, la ira persistente todav铆a no est谩 reconocida 

como una categor铆a diagn贸stica en ninguna clasificaci贸n psiqui谩trica oficial . Adem谩s, la ira persistente tiene ramificaciones psicol贸gicas,

conductuales 

e incluso m茅dicas significativas, ya que causa sufrimiento emocional significativo tanto en la persona que experimenta la emoci贸n como en las 

personas implicadas. Tambi茅n puede representar un peligro desde el punto de vista de la seguridad p煤blica, ya que puede conducir a la violencia dom茅stica u otras formas de violencia 

Finalmente, la ira a menudo es un componente de otros trastornos emocionales, como los de ansiedad y los afectivos. Es m谩s, en muchas ocasiones el tratamiento exitoso de estas condiciones reduce o mejora el control de la ira persistente  Desafortunadamente, como fen贸meno cl铆nico la ira persistente 

no es tan bien conocida como otros constructos 

psiqui谩tricos. La ausencia de una categor铆a diagn贸stica oficial en el eje I para un “trastorno de ira” por s铆 mismo ha obstaculizado el progreso en esta 谩rea, haciendo dif铆cil llegar a estimaciones fiables sobre los 铆ndices de prevalencia de 

este problema. La evidencia emp铆rica disponible aunque limitada, sugiere que es leg铆tima la existencia de un trastorno de ira por s铆 mismo, sin 

la necesidad de otros diagn贸sticos psiqui谩tricos 

asociados, y que los problemas de ira est谩n frecuentemente asociados con otros trastornos del 

comportamiento, o sociales como dificultades en 

la escuela o en el trabajo, uso de alcohol y otras drogas, dificultades financieras, afugias legales 

y baja autoestima  Igualmente, la evidencia 

indica que la ira se puede asociar tambi茅n a trastornos psiqui谩tricos espec铆ficos . Los estudios psiqui谩tricos de comorbilidad 

encuentran cierta confusi贸n entre trastornos de 

ansiedad, conflictos depresivos y problemas de ira: un paciente que experimenta cualquiera de estas alteraciones corre el riesgo aumentado de 

experimentar los otros (Gorenstein et al., 2007).

 

En resumen, aunque la ira persistente no est谩 

reconocida en el dsm-iv-tr como un trastorno psiqui谩trico, es indudablemente un problema cl铆nico significativo. La ira persistente causa malestar emocional, se confunde con la ansiedad y la depresi贸n, puede conducir a la violencia y es un factor de riesgo para diversos trastornos m茅dicos como la enfermedad cardiaca . 


Asco


Como ya se dijo, el asco no ha sido estudiado con la dedicaci贸n que han tenido la ansiedad, la tristeza o la ira. Sin embargo, ya existe un corpus cient铆fico en relaci贸n con las asociaciones entre 

esta emoci贸n y los trastornos mentales. 

Los primeros trabajos se帽alaron la existencia de v铆nculos entre el asco y la psicopatolog铆a 

general, especialmente con la ansiedad. Varios 

estudios de revisi贸n , han sintetizado los estudios que demuestran relaciones significativas 

entre ambos aspectos. As铆, algunos estudios 

sobre diferencias individuales en sensibilidad al asco hallaron que 茅ste era mayor en pacientes psiqui谩tricos que en la poblaci贸n general, 

as铆 como que se relacionaba con puntuaciones 

mayores en varias medidas de psicopatolog铆a

incluyendo neuroticismo y obsesividad). Otros 

estudios han informado que entre los universitarios la escala de asco de Haidt estaba positivamente 

correlacionada con la personalidad tipo obsesivo-compulsiva y con la personalidad tipo dependiente. Tambi茅n se han hallado relaciones 

conceptuales entre las obsesiones y compulsiones de limpieza y la sensibilidad al asco y al contagio. Otras investigaciones recientes indican que hay un d茅ficit en la detecci贸n de expresiones faciales de asco entre los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo. Por su parte, se 

ha hallado que las fobias hacia animales depredadores (tiburones o leones) provocan miedo, mientras que las asociadas con animales que no amenazan con un da帽o f铆sico significativo 

(ratones, ara帽as, serpientes, cucarachas, gusanos, etc.) est谩n motivadas fundamentalmente por el asco. Tambi茅n se ha encontrado un nexo entre el asco y las fobias a la sangre/inyecciones/ heridas, as铆 como entre el asco y la depresi贸n y entre el asco y los trastornos de la 

alimentaci贸n 


En resumen, en los 煤ltimos a帽os la investigaci贸n sobre los trastornos de ansiedad se ha 

centrado cada vez m谩s en el papel potencial del asco como variable explicativa en los modelos de ansiedad  La funci贸n evolutiva que se presume es la de prevenir la contaminaci贸n y la 

enfermedad  por lo que los modelos de trastornos de ansiedad se han desarrollado 

alrededor de esta funci贸n. En ese sentido, la evitaci贸n de la enfermedad parece estar implicada en las fobias espec铆ficas a animales peque帽os y a la sangre, las inyecciones y las heridas. Adem谩s, el asco, como muchas otras emociones, puede ser conceptualizado como estado y como rasgo. La exposici贸n a los est铆mulos f贸bicos puede evocar sensaciones de asco ,los individuos con fobias tambi茅n demuestran 

un predisposici贸n general al asco (llamada sensibilidad al asco) la cual puede servir como factor subyacente de la vulnerabilidad en el desarrollo o el mantenimiento de 

las aversiones f贸bicas 

Para finalizar, una hip贸tesis a desarrollar es que as铆 como en el miedo la conducta de evitaci贸n o el escape representan la adaptabilidad del 

individuo a una situaci贸n concreta, el asco podr铆a ser considerado como una variante, el sujeto no huir铆a del peligro sino que el asco en este caso 

actuar铆a como un revulsivo para expulsar o alejar el peligro del organismo. 



Hoy en d铆a hay datos suficientes para afirmar que 

las emociones negativas tienen un efecto negativo sobre la salud 



Se han hipotetizado diversas v铆as para explicar las interrelaciones de los factores emocionales 

en el proceso de salud-enfermedad (. 

). As铆, existen varias hip贸tesis que intentan 

explicar la influencia de los factores psicol贸gicos 

en el comienzo y la progresi贸n del c谩ncer


En resumen, junto con otros factores, parece existir un componente psic贸geno que influye 

en la evoluci贸n de la enfermedad al condicionar 

la forma de adaptarse a los estresores sociales 

(el primero de los cuales es el propio diagn贸stico 

de la diabetes. Por ello, vamos a 

describir qu茅 papel juegan la ansiedad y la depresi贸n en el funcionamiento de cualquiera de estos 

贸rganos. 


periodos transitorios de estr茅s se asocian a una 

mayor probabilidad de desarrollar 煤lceras de est贸mago en periodos de estr茅s prolongados.). 

Otros trabajos muestran una comorbilidad 

alta de la depresi贸n mayor, los trastornos de p谩nico y agorafobia, con la dispepsia no ulcerosa 

(2003). Dos de los trastornos m谩s estudiados han 

sido la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis 

ulcerosa y enfermedad de Crohn) y el s铆ndrome 

de intestino irritable. 

Existen datos a favor de la influencia de las 

emociones y los h谩bitos conductuales en la fisiolog铆a gastrointestinal, m谩s concretamente en la 

enfermedad inflamatoria intestinal (Anton, 1999). 

Parece demostrada una clara relaci贸n entre el 

estr茅s emocional y la exacerbaci贸n del proceso inflamatorio, as铆 como con la percepci贸n de las 

molestias sintom谩ticas. Incluso se han descrito 

rasgos de personalidad obsesivo-compulsivos y 

alexit铆micos caracter铆sticos. Concretamente, se 

ha hallado una elevada incidencia de trastornos 

depresivos y ansiosos entre los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (Garc铆a-Vega, 

2003). 


Respecto del s铆ndrome del intestino irritable, 

es una de las enfermedades m谩s frecuentes del 

aparato digestivo. Las hip贸tesis sobre su etiolog铆a son variadas, aunque se sabe que los factores psicol贸gicos tienen un papel importante. Seg煤n 

algunos de los trabajos publicados, hasta el 70% de los pacientes cumplen criterios para alg煤n trastorno psiqui谩trico, siendo los de ansiedad y 

los depresivos los m谩s frecuentes, mientras que 

otros hallaron en su investigaci贸n que, en un notable porcentaje, los trastornos de ansiedad ya se encontraban presentes antes de la aparici贸n de los s铆ntomas gastrointestinales (Fern谩ndez￾Abascal et al., 2003).

Por tanto, los aspectos emocionales que se 

han relacionado con los trastornos gastrointestinales funcionales (combinaciones de s铆ntomas 

gastrointestinales que no se explican por alteraciones bioqu铆micas o estructurales ni muestran 

anormalidades en estudios m茅dicos) son muy numerosos. As铆, se ha evidenciado que la tendencia agresiva y la hipocondr铆a pueden incidir en la 

enfermedad g谩strica, que la ansiedad y la depresi贸n aumentan el dolor abdominal, la afectividad 

negativa (tendencia a experimentar ira, disgusto, 

asco, culpa, temor o depresi贸n) se relaciona con 

las quejas f铆sicas, etc. Igualmente, se considera 

que las personas con enfermedades gastrointestinales suelen tener niveles m谩s elevados de mie￾do, enojo, ansiedad y tristeza, as铆 como ansiedad rasgo y neuroticismo, irritabilidad u hostilidad, etc., y viceversa, es decir, aquellas personas que han pasado por una elevada frustraci贸n relacionada con sus metas y tienen reacciones de agresividad, o est谩n afectadas en su estado de 谩nimo, fatigados, con sentimientos de culpa, con poco inter茅s por las cosas, tensas o preocupadas excesivamente, inquietas o irritables, son m谩s propensas a padecer enfermedades gastrointestinales (Ju谩rez, Cano & Olarte, 2004). 


Enfermedades

neurol贸gicas

Las enfermedades neurol贸gicas son las que presentan una mayor coexistencia con la depresi贸n y la ansiedad (Robertson, 1997). 

El dolor de cabeza es el s铆ntoma neurol贸gico 

m谩s evidente y uno de los motivos de consulta 

m谩s frecuentes en general (se estima que entre 

un 10%-20% de los casos es el s铆ntoma princi￾pal). Existen diferentes tipos: cefalea tensional, 

migra帽a, cefalea en racimos y dolores de cabeza


Emociones negativas y su impacto en la salud mental y f铆sica

 Tanto la ansiedad como la depresi贸n 

son comunes en los dolores de cabeza cr贸nicos 

(Maizels, 2004).

Respecto de la cefalea tensional, muchas personas son susceptibles a los dolores de cabeza 

en 茅pocas de mayor estr茅s emocional y puede constituir un s铆ntoma importante en s铆ndromes ansiosos y depresivos (Maizels, 2004). La explicaci贸n a estas cefaleas es la de que el exceso de ansiedad suele producir contracci贸n de la musculatura de la cabeza y el cuello. Si 茅sta se prolonga 

varias horas se produce constricci贸n vascular e 

isquemia, que ser铆a la causante del dolor. 

Las personas caracterizadas por Fuente de personalidad del tipo A son especialmente proclives a 

este trastorno. Se ha estimado que hasta el 95% 

de estos pacientes padecen s铆ntomas de ansiedad o depresi贸n, bien de naturaleza reactiva o end贸gena. Adem谩s, algunos estudios indican que el padecimiento de cefaleas prolongadas puede desencadenar trastornos psicol贸gicos que, a su vez, 

podr铆an convertirse en variables mantenedoras 

del trastorno psicol贸gico y potenciar la gravedad 

de la cefalea en futuros ataques. Concretamente, algunos estudios epidemiol贸gicos indican que estos enfermos se caracterizan por rasgos de ansiedad, neuroticismo y depresi贸n anormalmente 

altos (Stewart, Shechter & Rasmussen, 1994). 

En cuanto a la relaci贸n temporal, seg煤n algunos 

estudios la depresi贸n se inicia despu茅s de la cefalea, existiendo una comorbilidad superior al 20% 

(Maizels, 2004).

El estr茅s y los trastornos de ansiedad tambi茅n 

son un precipitante de la migra帽a. De acuerdo 

con estudios epidemiol贸gicos, los trastornos de 

ansiedad preceden a la migra帽a, aunque probablemente interaccionan con otros precipitantes que aumentan su vulnerabilidad, pero sin 

desencadenarla necesariamente. As铆 pues, el 

estr茅s puede iniciar directamente la migra帽a en pacientes biol贸gicamente propensos y potenciar 

indirectamente o intensificar su desencadenamiento. Posteriormente las migra帽as presentan 

mayor riesgo de asociaci贸n a crisis de p谩nico o 

ansiedad. 

Existen otras enfermedades neurol贸gicas 

m谩s graves que tambi茅n presentan una comorbilidad alta con el trastorno depresivo mayor as铆 

como alto riesgo de suicidio en los cinco a帽os siguientes a la lesi贸n, especialmente en pacientes 

con epilepsia, esclerosis m煤ltiple o lesiones de la 

m茅dula espinal. Igualmente, se ha documentado 

una incidencia alrededor del 40% de depresi贸n 

asociada a accidentes vasculares cerebrales agudos (Starkstein, Fedoroff, Price, Leiguarda & Ro￾binson, 1993).

Otra enfermedad muy estudiada es la demencia. Algunos estudios consideran que esta 

enfermedad neurol贸gica desencadena trastornos 

depresivos (Ballard, Bannister, Solis, Oyebode 

& Wilcock, 1996). Otra enfermedad neurol贸gica 

m谩s, como el Parkinson, exhibe altos niveles de 

psicopatolog铆a asociada, tanto ansiedad como depresi贸n. Sin embargo, algunos autores recuerdan que hay que ser cuidadoso con esta asociaci贸n 

Parkinson-depresi贸n, ya que el estado de 谩nimo 

del paciente puede deberse a estados transitorios 

de disforia m谩s propios de las exacerbaciones de 

la enfermedad neurol贸gica (Richard, 2005). 

Por 煤ltimo, se ha hallado una asociaci贸n entre la ansiedad y la depresi贸n, y la esclerosis m煤ltiple. As铆, hasta el 75% de personas con esta enfermedad lleva asociado problemas psicol贸gicos 

y psiqui谩tricos (trastornos de p谩nico, depresivo, 

bipolar, etc.). Adem谩s, la depresi贸n y la ansiedad 

influyen en la relaci贸n entre la esclerosis m煤ltiple y la calidad de vida, ya que los individuos con 

m谩s s铆ntomas de ansiedad y depresi贸n presentan mayor incapacidad f铆sica y peor calidad de vida 

(Janssens et al., 2004).


Trastornos respiratorios

Actualmente no se ha podido demostrar la influencia etiopatog茅nica en la enfermedad respiratoria de los factores psicol贸gicos, pero s铆 se acepta la posible influencia de los factores psicosociales sobre la evoluci贸n del asma bronquial o en el 

mantenimiento de algunos de los s铆ntomas. As铆, existen m煤ltiples estudios metodol贸gicamente rigurosos que demuestran el importante papel que 

la ansiedad asociada a las crisis de asma desempe帽a sobre la evoluci贸n del asma bronquial y de la enfermedad respiratoria en general (Bosley, 

Corden & Cochrane, 1996). La ansiedad de algunos pacientes se asocia a una peor evoluci贸n dela enfermedad, al aumentar la sintomatolog铆a y 

transmitir una mayor sensaci贸n de gravedad, lo que lleva a tratamientos m谩s urgentes, frecuentes, agresivos y costosos. La depresi贸n tambi茅n puede influir negativamente sobre la evoluci贸n del paciente asm谩tico, conduciendo a un auto cuidado pobre, con incumplimiento de las prescripciones m茅dicas y tendencia a la indiferencia 

ante los s铆ntomas respiratorios (M. I. V谩zquez, 

Romero-Frais & S谩ndez, 2003). 


Trastornos reumatol贸gicos

Muchas enfermedades reumatol贸gicas cursan de forma cr贸nica, produciendo dolor, deformaci贸n e 

incapacidad funcional. Repercuten directamente sobre la calidad de vida del paciente, afectando 

su actividad laboral, social y familiar. Con frecuencia los s铆ntomas y signos de la alteraci贸n 

m煤sculo-esquel茅tica se solapan con la sintomatolog铆a propia de una afectaci贸n emocional (Sociedad Espa帽ola de Reumatolog铆a, 2001). 

En una enfermedad como la artritis reumatoide, el dolor y el deterioro f铆sico pueden causar s铆ndromes psiqui谩tricos, de los que el m谩s estudiado es 

el depresivo. Se estima la prevalencia de depresi贸n mayor en alrededor del 17%, y la de distimia, en un 40% aproximadamente (Miralles et al., 2003). Estos factores emocionales han sido implicados en la evoluci贸n de la artritis reumatoide de forma desfavorable, en el sentido de poca motivaci贸n, depresi贸n no asociada al dolor y mal control de impulsos. 

En pacientes con dolor cr贸nico se considera 

que la presencia de s铆ntomas de ansiedad es muy significativa y tanto la ansiedad como la depresi贸n son factores facilitadores de la percepci贸n del dolor (Melzack & Wall, 1965). 

En cuanto a la fibromialgia, existe unanimidad en la literatura con relaci贸n a la presencia de 

alteraciones emocionales en estos pacientes (Rice 

& Pisetsky, 1999). Se puede decir que s铆ntomas como tristeza, ansiedad, fatiga, insomnio, irritabilidad, falta de concentraci贸n, desinter茅s, apat铆a 

e hipocondr铆a, forman parte del cuadro cl铆nico. 

Es frecuente la concomitancia de la fibromialgia con otras enfermedades m茅dicas con acreditado 

contenido psicol贸gico, como el s铆ndrome del intestino irritable, la migra帽a, problemas de sensibilizaci贸n al茅rgica y, en especial, el s铆ndrome de 

fatiga cr贸nica. 

Conclusiones

En este art铆culo se ha intentado mostrar una 

s铆ntesis de la literatura cient铆fica relativa a la influencia de las emociones negativas cl谩sicas (tristeza-depresi贸n, miedo-ansiedad, ira y asco) en el proceso de salud-enfermedad. Estos factores se han asociado con las enfermedades mentales y f铆sicas como variables influyentes en su inicio, 

desarrollo y mantenimiento. Se han hipotetizado b谩sicamente dos v铆as explicativas generales. 

La primera hace referencia a la influencia de las emociones negativas en la conducta, de manera que interfieren en los h谩bitos saludables y fomentan el desarrollo de conductas inadecuadas 

que ponen en peligro nuestra salud. El segundo mecanismo se refiere a la repercusi贸n de la activaci贸n psicofisiol贸gica en los sistemas org谩nicos, 

afectando a la inmunidad, por ejemplo. Por 煤ltimo, se han descrito algunos de los v铆nculos entre las emociones negativas y los trastornos mentales y f铆sicos. As铆, no s贸lo existe una influencia de las emociones negativas en el inicio y el curso de 

estos trastornos, sino que tambi茅n se reconoce una alta comorbilidad tanto de los trastornos 

mentales como de las enfermedades m茅dicas con los trastornos ansiosos y depresivos y con la ira 

y el asco patol贸gico, frecuentemente como consecuencia del padecimiento de ellas.

Es preciso se帽alar algunas de las limitaciones del trabajo. As铆, este estudio no tiene como obje￾tivo principal ser exhaustivo ni sistem谩tico en la 

revisi贸n de la literatura disponible, sino que se 

plantea como meta llevar a cabo una s铆ntesis del estado de la investigaci贸n sobre emociones negativas y salud, que como se entender谩, es muy 

amplio. Sin embargo, consideramos que esta revisi贸n descriptiva puede ser ilustrativa a modo de puesta al d铆a de las relaciones entre las emociones negativas, que siguen siendo de inter茅s para investigadores y cl铆nicos, y los problemas de salud mental y f铆sica. Por otra parte, la complejidad y 

amplitud de la tem谩tica hace m谩s recomendable 

renunciar a profundizar en los muchos aspectos 

incluidos en este trabajo, si bien consideramos que las referencias b谩sicas pueden servir para ampliar la informaci贸n


Fuente


EMOCIONES_NEGATIVAS_Y_SU_IMPACTO_EN_LA_SALUD_FISICA_Y_MENTAL





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