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miércoles, 2 de febrero de 2022

Agorafobia y fobia social


En estos momentos la fobia social se mezcla con la agorafobia , de hecho hay una fina línea de distinción entre ellas,obviamente si quieres evitar a las personas prefieres quedarte en casa, rechazas invitaciones o planes de salida,  si tienes algún amigo y a este pej le acompañan amigos que tu no conoces .Al final te sientes más cómodo en casa , tú solo 


Ahora en pandemia yo pej huyó mucho más de las aglomeraciones,  restaurantes atestados silla espalda a silla, no sé cómo se atreven , esto podría ser lógico y normal temerlo ,  pero pej no me gusta salir los fines de semana que hay más gente paseando por las calles o ir de compras o a las rebajas , en la calle no hay tanto peligro,  vas con tu mascarilla además y siempre puedes alejarte de los que van sin ella. 

De todas formas ya no me asusta tanto la pandemia , por suerte está ola ,aunque muy contagiosa , muchos la pasan en casa como un catarro y yo tengo ya mis 3 dosis de vacunas,  pero todo esto ha propiciado una forma de actuar más enfermiza ,si cabe,  en mi , ahora la calle es un lugar lleno de peligros , la veo diferente , temo desmayarme pej o tener un ataque al corazón,  me canso mucho por mis problemas físicos  y no tener ayuda . Por supuesto nunca salgo sola , pero aún así sería complicado buscar esa ayuda rápida o no sé, tampoco me gustaria dar un número, soy discreta como buena fóbica social , pero solo me siento segura en casa , aún así,  y después de la medicación, salgo  , pero si un día puedo librarme respiro feliz.

Creo que me ha pasado mucha factura todo lo que he sufrido de estos 4 años para atrás,  primero la muerte de mi padre , un mazazo total, el me entendía mejor que nadie,  porque el sufría también problemas psicológicos,  de ser genético seguramente lo heredé de él .Después mi enfermedad en la que estuvo en peligro mi vida,  miro atrás y no sé como soporte la de tropelías que me hicieron,  hasta me abrieron la cabeza para hacer una biopsia , después la pandemia y ahora ,continuando en pandemia,  los efectos secundarios de la quimio y todo lo vivido .Esta vez no me negué a ir a un psicólogo,  en los que no creo mucho, pero estaba muy mal y algo tenía que hacer ,( por cierto.la salud mental está fatal en apenas un año me han cambiado de psicólogo 5 veces, ¿qué tratamiento me van a hacer así? Y el rollo de volver a contar lo mismo y confiar y sentirte bien con una persona nueva.) 


Cuando me ingresaron en el hospital para hacer un estudio de mis fiebres, tengo fiebre todo el verano , se llegó a la conclusión de que los daños en la cabeza ,concretamente en la pituitaria, hizo que el sistema de regulación de temperatura se estropeara, soy como.un termómetro me sube ka fiebre con la temperatura exterior  así mismo tengo que tomar , en pastilla, hormonas que mi cuerpo ya no produce , bueno lo que decía , en el hospital me daban permiso de fin de semana para irme a casa, y yo les decía que no quería . No quería salir a la calle para tener que volver de nuevo luego al hospital,  prefería quedarme en la seguridad del hospital , otra cosa fue cuando me dieron el alta definitiva, claro .


Por cierto una periodista al comentarle lo difícil que es convivir en el hospital con un extraño en la habitación. , aunque yo siempre ponía la cortina para aislarme , pero vienen familiares , vas al baño pasas por ahí,   siempre tiene que haber una comunicación inevitable mínima , bueno pues está periodista me dijo que porque no les dije que tenía fobia social y que me pusieran sola en una habitación,  que ingenua jajajaja… nadie entiende que es una fobia social y mucho menos tendrían esa delicadeza,  que es práctica por otra parte te ponen donde hay sitio .  

Total que sigo sufriendo y es un no acabar.

La Enfermedad Mental en los Medios de Comunicación


Una importante parte del sufrimiento de las personas con un trastorno mental tiene su origen en el proceso de estigmatización que, con frecuencia, acompaña a esta condición. Se trata de un conjunto de reacciones sociales negativas que limitan el bienestar, adaptación e integración social de quienes padecen una enfermedad mental (especialmente de carácter grave y crónico), afectando también a sus familiares y los profesionales de la salud mental los individuos estigmatizados poseen algún atributo o característica que conlleva una identidad social, la cual es devaluada en un contexto social particular. El estigma se manifiesta en tres niveles del comportamiento social estereotipos, prejuicios y discriminación. Los estereotipos son creencias aprendidas que representan el acuerdo generalizado sobre lo que caracteriza a un determinado grupo. En el caso de la enfermedad mental, los estereotipos más habituales se refieren a la peligrosidad, violencia, impredecibilidad y debilidad de carácter, además de la responsabilidad sobre la enfermedad y la incompetencia para tareas básicas como el autocuidado . Cuando, al aplicar estos estereotipos, una persona experimenta miedo, desconfianza u otras reacciones emocionales negativas, se están poniendo en marcha las actitudes y valores que constituyen los prejuicios. Todo ello puede conducir a una discriminación efectiva, esto es, a comportamientos de rechazo que coloquen a las personas con un trastorno mental en situación de desventaja social. En definitiva, los estereotipos, prejuicios y discriminaciones asociadas a la enfermedad mental pueden privar a quienes la padecen de oportunidades esenciales para el logro de sus objetivos vitales, especialmente aquellos que tienen que ver con su independencia económica y personal A partir del amplio conjunto de investigaciones dirigidas a evaluar el estigma entre quienes padecen enfermedad mental, se ha observado una tendencia a encontrar elevados porcentajes de participantes que creen que serán devaluados por el hecho de padecer un trastorno mental y anticipan vivencias estigmatizadoras de rechazo social . Este estigma percibido o anticipado resulta especialmente nocivo a nivel emocional y conductual. En concreto, se ha observado que guarda una correlación negativa con la calidad de vida y la autoestima mientras que se relaciona positivamente con síntomas de depresión y ansiedad Los estudios también han encontrado altos niveles de estigma experimentado y estigma internalizado o auto-estigma que constituyen un obstáculo real para la asistencia e integración social de las personas con trastornos mentales graves. Con el fin de comprender el mantenimiento de la estigmatización de las personas con trastornos mentales en nuestra sociedad, es ineludible atender al papel de los medios de comunicación de masas, probablemente los mayores agentes cristalizadores y difusores de las distintas tendencias sociales, cuya capacidad de influencia se observa en su creciente peso en la formación de las percepciones y actitudes sociales . De hecho, se ha subrayado la responsabilidad de los medios de comunicación en la perpetuación de estereotipos, prejuicios y conductas discriminatorias, como consecuencia de la representación negativa e imprecisa que hacen de los trastornos mentales . No obstante, también hay autores que defienden que los medios son tan sólo un espejo de la realidad social y transmiten la imagen que está en la calle y los ciudadanos quieren leer, ver u oír El papel de los medios de comunicación en este proceso de estigmatización, es examinado en un considerable número de trabajos, fundamentalmente fuera de nuestro país. A pesar de la falta de sistematización de los procedimientos y la consiguiente dificultad de comparación, es posible extraer algunas conclusiones generales: La mayoría de las investigaciones se han centrado en estudiar la representación que hacen los medios de los trastornos mentales y la posible aparición de tendencias estigmatizadoras, principalmente en prensa escrita, seguida del cine, televisión y radio. En general, se ha encontrado que en la prensa escrita hay un escaso número de informaciones con referencia a la enfermedad mental, contrariamente a lo que sucede en los contenidos de ficción y entretenimiento de la televisión o el cine. La representación de la enfermedad mental en la prensa es predominantemente negativa apareciendo ligada con frecuencia a sucesos violentos y delictivos Generalmente se destacan los aspectos negativos, con una escasa presencia de informaciones sobre personas con trastorno mental que llevan una vida normalizada. Es esta una visión en consonancia con los estereotipos de peligrosidad, impredecibilidad, falta de control o vulnerabilidad. A pesar de la posible evolución positiva en el tipo de terminología empleada sigue siendo habitual encontrar referencias a trastornos mentales en términos coloquiales con connotaciones peyorativas .Además, la enfermedad mental suele aparecer citada de forma negativa y sin información adicional sobre síntomas, causas, procesos de rehabilitación y tratamientos . Las conclusiones de estudios coinciden en señalar marcadas carencias y una manifiesta polarización hacia lo negativo en el tratamiento de la patología mental en la prensa escrita española, estando lejos de ofrecerse un tratamiento informativo de calidad. Otras investigaciones se han dirigido a estudiar específicamente la relación entre el negativo retrato que hacen los medios de las personas con un trastorno mental y los estereotipos, prejuicios y conductas discriminatorias de la población . De sus resultados parece deducirse que el tratamiento que los medios de comunicación otorgan a los trastornos mentales tiene una repercusión significativa en las percepciones y actitudes del público, conceptualizadas en forma de opiniones desfavorables y deseo de distancia social. A medida que aumenta nuestro conocimiento, se hace evidente la necesidad de desarrollar iniciativas institucionales dirigidas a la promoción de la salud mental, la prevención de los trastornos mentales y la disminución del estigma La información disponible es favorable a la aplicación de estrategias complejas basadas en difundir información apropiada, facilitar la interacción social de las personas con trastorno mental, favorecer acciones de protesta, eliminar factores de refuerzo del estigma y apoyar a las personas afectadas. En consonancia con este modelo, se han puesto en marcha algunas iniciativas que se sirven de los medios de comunicación, consiguiendo aparentemente ciertos cambios en dirección a la reducción del estigma social. Un paso previo para el avance en la integración de las personas con enfermedad mental grave y crónica es profundizar en la comprensión del estigma social. El presente trabajo trata de examinar el tratamiento que se otorga a la enfermedad mental en los espacios informativos de los medios de comunicación de nuestro país y la posible presencia de tendencias estigmatizadoras. El presente estudio trata de analizar las informaciones que llegan mayoritariamente a los ciudadanos, El análisis del estudio se circunscribe a los periódicos, la radio y la televisión, por ser los tres medios de comunicación más utilizados por la población para informarse. En lo concerniente a la prensa escrita, se han incluido los tres periódicos nacionales de información general con mayor número de lectores diarios: El País, El Mundo y el ABC, analizando las ediciones correspondientes a Madrid por ser éste nuestro principal foco de interés. Las emisoras de radio seleccionadas por encabezar el ranking de audiencia han sido la Cadena SER, la COPE y Onda Cero. Radio Nacional de España también fue incluida El equipo de investigación se puso en contacto con cada emisora para seleccionar el informativo y la franja horaria con mayor audiencia. Finalmente se incluyeron en el estudio: - Hoy por Hoy (La SER, L-V, 07:00-08:30 h.). - Matinal SER (La SER, Fines de semana, 08:00-09:00). - El Foro (La SER, L-V, 19:00-20:00. Elegida por ser el informativo específico de Madrid con mayor audiencia en la Comunidad). - La mañana (La COPE, L-D, 07:00-08:30) - La Brújula (Onda Cero, L-V 20-20:30 + 22-22:30). - España a las 8 (RNE1, L-V 08:00- 09:00/ Fines de Semana 08:00-08:15). En el caso de la televisión se incluyeron los informativos de la noche (por ser los más seguidos) de las cadenas de mayor audiencia: Tele 5, Antena 3 y TVE 1, a las que se sumó también Telemadrid. Además, se incluyeron los programas Sucedió en Madrid (Telemadrid) y Gente (TVE1) por versar sobre noticias de sucesos, contenido frecuentemente ligado a estereotipos sobre la enfermedad mental. Unidad de análisis La unidad de análisis utilizada en este estudio es la "unidad informativa" o cualquier texto oral o escrito precedido por un titular, lo cual ha permitido incorporar diversas tipologías informativas como noticias, entrevistas, artículos de opinión, etc. El principal parámetro de medida ha sido la frecuencia de unidades informativas, así como el tiempo de emisión en el caso de la radio y la televisión. Contenidos incluidos en el muestreo En lo concerniente a la prensa escrita, se analizaron prácticamente todos los contenidos de los periódicos seleccionados (exceptuando la publicidad, cartelera, programación de TV, cartas de los lectores, cotización de bolsa, esquelas, información metereológica, pasatiempos y suplementos especiales). En total se examinaron 7532 unidades informativas: 2529 del País, 2473 del Mundo y 2530 del ABC. Análisis de datos Con el objetivo de profundizar en el análisis de la información recogida, se ha considerado preciso efectuar tres tipos de análisis descriptivos: - clasificación de las unidades informativas, - análisis de frecuencias y análisis de contenidos. Clasificación de las unidades informativas El proceso se inició con la selección de todas las unidades informativas de prensa escrita que contuviesen palabras incluidas dentro de una lista exhaustiva de 368 términos psicológicos y/o psiquiátricos o expresiones del lenguaje común habitualmente utilizadas para referirse a la salud mental de las personas. Tras el escrutinio de estas unidades informativas se pudo descartar aquellas que no se ajustaban plenamente a los objetivos propuestos y establecer los criterios de selección definitivos que permitiesen el análisis de los contenidos de radio y televisión. Las informaciones finalmente seleccionadas fueron clasificadas en cinco categorías. Teniendo en cuenta su orden ascendente, cuando una unidad informativa podía ser asignada a más de una categoría se optaba por encuadrarla en la de mayor rango: • Categoría 0: Unidades informativas sin relación con la salud mental. Inicialmente seleccionadas pero descartadas en un segundo momento de análisis. • Categoría A: Unidades informativas que incluyen términos o expresiones psicológicas aplicadas a situaciones u objetos. • Categoría B: Unidades informativas que incluyen términos o expresiones psicológicas aplicados a personas o grupos, y unidades informativas sobre salud mental general. • Categoría C: Unidades informativas que incluyen términos o expresiones relacionados con enfermedad mental crónica (esquizofrenia y otros cuadros psicóticos o sus síntomas) aplicadas a situaciones u objetos. • Categoría D: Unidades informativas que incluyen términos o expresiones relacionados con enfermedad mental crónica (esquizofrenia y otros cuadros psicóticos o sus síntomas) aplicadas a personas o grupos y unidades informativas sobre enfermedad mental crónica. Análisis de frecuencias El estudio incluye un análisis descriptivo de frecuencias global, consistente en examinar el número de unidades informativas asignadas a cada categoría procedentes de cada periódico, programa de radio y programa de televisión. Además, se realizó un análisis de frecuencias en función de cada medio de comunicación. En lo concerniente a la prensa, se analiza el número de unidades informativas asignadas a cada categoría y el porcentaje que representan del total y de forma separada por categorías y periódicos. Los análisis de frecuencias en radio y televisión miden el tiempo dedicado a las unidades informativas asignadas a cada categoría y el porcentaje que suponen sobre el total de minutos de cada programa y sobre el total de tiempo de radio o televisión analizado. Análisis de contenido El siguiente paso de análisis de la información recogida implica examinar el contenido específico de las unidades informativas que incluyen términos o expresiones relacionadas con enfermedad mental crónica (categorías C y D) y que, por ello, suponen el principal foco de interés del presente estudio. A este respecto, se siguió el siguiente esquema de análisis: a) Análisis de los términos empleados en relación a la enfermedad mental crónica. b) Análisis de las secciones en que se ubican estas unidades informativas (Este análisis no es posible en el caso de la radio y la televisión, donde los contenidos no están claramente adscritos a secciones concretas) c) Análisis temático de las unidades informativas. d) Análisis de cada unidad informativa por parte de nueve jueces independientes, todos ellos licenciados en Psicología y especializados en Salud Mental. Los jueces debían leer la definición de estigma facilitada y de los estereotipos más frecuentemente asociados a la enfermedad mental, para posteriormente valorar seis aspectos de cada unidad informativa C y D en un formato de respuesta Si/No: - La presencia de información errónea sobre la enfermedad mental (Calidad de la información). - Presencia del estereotipo de peligrosidad. - Presencia del estereotipo de responsabilidad. - Presencia del estereotipo de impredecibilidad. - Presencia del estereotipo de incompetencia. - Si la unidad informativa resulta estigmatizante. Resultados La suma total de las unidades informativas en los periódicos es de 625 unidades, 409 si excluimos aquellas pertenecientes a la categoría 0, que se descartaron por incluir términos psicológicos sin relación con la salud mental. La cifra se sitúa en 50 unidades informativas para el caso de la radio y 57 para la televisión. Observamos como el mayor número de unidades se engloba dentro de la categoría B, esto es, informaciones en las que aparecen términos psicológicos aplicados a personas y unidades informativas sobre salud mental general. Frecuencias en prensa escrita Del total de 7532 unidades informativas analizadas en los periódicos, 409 pertenecen a las categorías A, B, C o D, lo que implica que el 5.43% de las noticias examinadas incluyen algún término psicológico o palabras del lenguaje común habitualmente utilizadas para referirse a la salud mental de las personas. El porcentaje de unidades informativas que hacen referencia a enfermedad mental grave y crónica se sitúa en el 2.72% (205 unidades informativas en las categorías C y D). Concretamente, el mayor número de unidades se engloba dentro de la categoría C (119 unidades) seguido por la categoría A (112 unidades). Frecuencias en radio . De las 50 noticias que incluyeron referencias a la salud mental, conformando únicamente un 2,2% de tiempo total de emisión, 24 contenían de forma específica términos relacionados con enfermedad mental grave y crónica. En concreto, la mayor parte del tiempo lo ocuparon unidades informativas pertenecientes a la categoría D. Frecuencias en televisión El tiempo que los informativos televisivos dedican a contenidos incluidos en las categorías A, B, C y D representa el 4,24% del tiempo total analizado, pero el porcentaje desciende a un 2,05% si atendemos únicamente a las unidades informativas que hacen referencia específica a trastornos mentales de naturaleza grave y crónica. Las cifras son más elevadas en lo concerniente a los programas de sucesos "Gente" y "Sucedió en Madrid", espacios televisivos que dedican un 22% del tiempo de emisión analizado a emitir unidades informativas que incluyen términos relacionados con la psicología o expresiones del lenguaje común para referirse a la salud mental. Durante 13,08 minutos o un 11,55% del tiempo total, se abordan temas relacionados con la enfermedad mental crónica. Resultados del análisis de contenidos Tras la realización de un exhaustivo listado y el recuento de frecuencias de los 116 términos y expresiones encontradas en las unidades informativas de las categorías C y D, se observa que el término con mayor frecuencia de aparición es el de "locos" aplicado a objetos, situaciones o personas (en 107 ocasiones), seguido por los términos "locura" (48 apariciones) y "delirio" (28 ocasiones). Con el fin de profundizar en este análisis, se realizó una clasificación de los términos del listado inicial en 16 grupos. La tabla 4 recoge la frecuencia y proporción de unidades informativas con términos pertenecientes a estos 16 grupos en función de la categoría informativa en la que aparecen. Observamos cómo los términos con mayor frecuencia de aparición se encuadran en el grupo de "términos de la familia lingüística de la locura", seguido por el grupo de "términos relacionados con los síntomas positivos de la esquizofrenia", que no suelen aparecer asociados a personas o en informaciones relativas a la enfermedad mental crónica (representan el 2.4% en la categoría D) sino aplicado a situaciones u objetos (27.4% en la categoría C). El tercer grupo de palabras más habituales lo ocupan "antónimos de la locura" y a continuación se sitúa el grupo de "términos populares para la enfermedad mental crónica, generalmente peyorativos", con una destacable presencia del 8.7%. Por tanto, el análisis de la terminología empleada por los medios de comunicación revela la utilización de expresiones mayoritariamente generales e inespecíficas, cuando no peyorativas. Existe una notable tendencia a incluir términos técnicos con significado negativo o como recurso literario, siendo escasa la aparición de titulares sobre la enfermedad mental con contenido positivo. Ubicación por secciones Respecto a la ubicación en la prensa escrita de las unidades informativas con contenidos relacionados con la enfermedad mental crónica (categorías C y D), se observa que el 38% de este tipo de información se encuadra en las secciones generales (Internacional, Madrid y el mundo), porcentaje similar al 32.7 % incluido en las secciones de cultura y deportes. Se puede deducir un uso excesivo de este tipo de terminología, que contrasta con el 4.9% de unidades informativas localizadas en salud y sociedad, secciones teóricamente más vinculadas a la enfermedad mental. El resto de informaciones se encuadran en la sección de opinión (15.1%) u otras ubicaciones (9.3%). Temática de las unidades informativas Llama la atención constatar que, a pesar de la relativa frecuencia de uso de términos relacionados con enfermedad mental en los medios de comunicación, la proporción de unidades informativas que realmente se centran en estos contenidos es inferior a 1 de cada 1800. Tan sólo seis noticias del conjunto de unidades informativas analizadas conforman este grupo. Cuatro de éllas pertenecen a la prensa escrita y dos a programas televisivos, recibiendo un planteamiento ciertamente negativo: dos de las noticias relacionaban la enfermedad mental con el uso de drogas, una con delitos de violación, otra con prisiones y dos eran denuncias por mala práctica y escasez de recursos para el tratamiento. El examen de los temas planteados por las unidades informativas de las categorías C y D, muestra que éstas mayoritariamente tienen relación con manifestaciones culturales y deportivas (36.6%) y con materia política (24.4%), resultando significativo el hecho de que el 15.3% de noticias se refieran a actos violentos y/o delictivos (fundamentalmente asesinato) aludiendo a la presencia o ausencia de problemas mentales en el agresor. Podemos observar la preponderancia de la televisión en la aparición de los estereotipos de peligrosidad, responsabilidad e impredecibilidad, mientras que la radio ha sido el medio en que más frecuentemente se ha encontrado el estereotipo de incompetencia, información errónea sobre enfermedad mental y contenidos estigmatizantes.. En el caso concreto de la televisión, se consideró interesante realizar una comparación de los programas informativos con aquellos específicamente dedicados a sucesos (Gente y Sucedió en Madrid). ,Parece observarse una tendencia a la mayor presencia de estereotipos, información errónea y estigma en los programas de sucesos, donde los datos son superiores en todas las variables excepto el estereotipo de responsabilidad y el de incompetencia. Discusión Los medios de comunicación son una de las principales fuentes de conocimiento sobre los trastornos mentales a disposición de los ciudadanos Dada su capacidad de influencia, es esencial conocer hasta qué punto medios como la televisión, la prensa escrita o la radio pueden estar fomentando la transmisión de los estereotipos, actitudes y prejuicios negativos frecuentemente asociados a la enfermedad mental crónica. Estos resultados muestran un contraste entre la escasa presencia de información relacionada con enfermedad mental crónica en los principales medios de comunicación de nuestro país y la utilización abusiva de términos relacionados con patología mental. Tales términos o expresiones a menudo se utilizan de forma incorrecta o con un tono peyorativo y éticamente inaceptable para referirse a personas, objetos y situaciones, lo cual puede ayudar considerablemente a perpetuar el estigma social de los trastornos mentales. Es interesante reparar en el hecho de que la mayoría de informaciones de los periódicos que incluyen expresiones relacionadas con trastornos mentales se ubican en secciones generales y de Cultura y Deportes, en lugar de en las secciones de Salud y Sociedad como cabría esperar. De hecho, la temática predominante se centra en manifestaciones culturales, deportivas y políticas, mientras que el tratamiento de información directamente relacionada con la salud mental es sumamente exiguo (uno de cada 1800 noticias en los periódicos abarca este tipo de contenidos) y a menudo se vincula con actos violentos o delictivos u otros contenidos de carácter negativo. Una investigación halló una importante asociación, presente en los medios de comunicación, entre enfermedad mental crónica y violencia y peligrosidad. De hecho, los estereotipos de peligrosidad e impredecibilidad fueron los más frecuentemente encontrados (especialmente en las noticias referidas a personas) seguidos, en menor medida, por los de incompetencia e irresponsabilidad. Nuestro trabajo permite concluir que los medios raramente ofrecen información errónea sobre los trastornos mentales, la aparición de estereotipos y el tratamiento generalmente negativo de la información propician la transmisión del estigma social. En concreto, un 25% de las informaciones analizadas en este trabajo resultaron estigmatizadoras. A pesar de que las diferencias entre medios de comunicación son escasas, los resultados apuntan a un mejor tratamiento del tema de la enfermedad mental en la prensa escrita. La televisión destaca por transmitir con mayor frecuencia los estereotipos de peligrosidad, responsabilidad e impredecibilidad, especialmente en los programas dedicados de forma específica a los sucesos. Por su parte, las informaciones emitidas en la radio han resultado contener en mayor medida el estereotipo de incompetencia, información errónea y contenidos estigmatizantes. No obstante, la comparación entre medios específicos (periódicos, emisoras de radio o cadenas televisivas concretas) no arrojó diferencias significativas, por lo que se debe entender que existe una similaridad en el tratamiento informativo del tema. La interpretación de los resultados exige tomar en consideración el hecho de que este trabajo se centra en espacios de carácter informativo, excluyendo contenidos de ficción y entretenimiento de la radio y televisión, cuya influencia en la difusión del estigma social también sería interesante examinar. Del mismo modo en que los medios de comunicación influyen en la perpetuación del estigma, con las limitaciones y sufrimiento que ello supone para las personas afectadas por un trastorno mental crónico, el tratamiento adecuado y riguroso del tema por parte de estos mismos medios podría tener un papel fundamental en la lucha contra los prejuicios RESUMEN La percepción social de la enfermedad mental está teñida de una serie de estereotipos negativos y prejuicios que conducen a la discriminación y aumentan el sufrimiento de las personas que padecen un trastorno mental. En repetidas ocasiones se ha señalado el papel de los medios de comunicación como agentes estigmatizadores de gran repercusión y difusión social. Los resultados muestran una utilización abusiva e incorrecta de terminología relacionada con los trastornos mentales en los contenidos informativos de prensa, radio y televisión, mientras que el seguimiento real del tema es escaso y se aleja de un tratamiento informativo óptimo. De hecho, una cuarta parte de las noticias analizadas incluían contenidos estigmatizadores, siendo los estereotipos con mayor frecuencia de aparición el de peligrosidad e impredecibilidad. Todo ello hace necesaria la puesta en marcha de iniciativas de sensibilización social y erradicación del estigma, con el fin de favorecer la integración y el bienestar de las personas que sufren algún trastorno mental La Enfermedad Mental en los Medios de Comunicación: Un Estudio Empírico en Prensa Escrita, Radio y Televisión