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viernes, 4 de marzo de 2016

Diferencias entre fobia social y timidez: ¿Cuándo buscar ayuda ?



                     
https://www.youtube.com/watch?v=aUul84bGzbc
VÍDEO: Diferencias entre timidez y fobia social.
   

He estado "investigando" sobre la diferencia  entre la timidez y la fobia social.
Está claro que la diferencia está en la intensidad, lo que incapacite y afecte a tu vida y  el grado de evitación.

Hay una diferencia que yo  no comparto, o no le veo mucho sentido.Entiendo porque lo dicen así, pero a mí me parece que están unidos y que es dificil de precisar, al menos en mi caso, el momento,  y es la edad de inicio. 
La timidez se crea en la infancia y la fobia social en la adolescencia. Eso lo muestran como una diferencia clara , como un punto de inflexión.

Si hablase de mi caso tendría  que decir que  ya de   niña era muy tímida (de hecho  desde que tengo uso de razón) y  es cierto que en la adolescencia empecé a encontrarme con algunos obstáculos más , empezando a ser un problema , porque es sobre esa época   cuando empecé  a,  necesariamente,   enfrentar más cosas sociales.  

Pienso , de todas formas, que no es que aparezciera la fobia social en mi adolescencia, sino que la timidez de mi infancia no podía llamarse fobia antes porque  no interponía en nada importante y vital en mi vida.
Al ser niña, no tenía mucha interacción social, ni se me obligaba ni exigía nada. Si no salía, cuando ya podía salir sola , evidentemente,  no pasaba nada, era una niña. 
Las responsabilidades principales las llevaban mis padres. No tenía que preocuparme por mi futuro. Tampoco podía evitar , los padres te mandan al colegio quieras o no quieras. Mi intensidad de sufrimiento existía, adaptada a la capacidad de una niña.
Y qué sabía yo  si eso era  importante. 

No lo pensaba , lo vivía sin más, con mi sufrimiento de niña.

En la adolescencia me empezó a limitar un poco más, porque empezaba a tener más independencia de mis padres y empezaba a tener una pequeña vida social, pero como  ésta la podía controlar quedándome en casa , realmente no me afectaba demasiado. 
Me gustaba estar en mi casa, no deseaba otra cosa, pero ¿Era por mi comodidad mental? 
Podría haber tenido otro tipo de vida  y otras experiencias que solo se viven a esta edad y que perdí. 

También sufría , con mi sufrimiento de adolescente esta vez.

Fue  pasada la adolescencia de hecho que empezó a ser un problema real y  empecé a darme cuenta que me limitaba, que fue cuando de verdad no me quedaba otra que enfrentarme al mundo. Buscar trabajo etc..

Y sufría y sufro.

por eso,..
 ¿Dónde está el punto en que una timidez pasa a ser una fobia social?

 ¿Es que hay que esperar a que afecte de forma importante , ya no en tu vida y en disfrutarla, sino algo más,  limitarte en salir , entrar ,trabajar , casarte ,subsistir....etc.  para que cambie de nombre?

¿No estás sufriendo también en el proceso? ¿Incluso desde niña??

¿Es que la "timidez" exagerada de niña no era un problema ya? ¿Y ahí no se llama fobia social?
Es cierto que he leído que la timidez en la infancia es una causa posible a desarrollar después fobia social en la edad adulta.

Pero,

¿No vendría a ser lo mismo desarrollado, corregido  y aumentado?


HASTA QUE PUNTO YO ERA TIMIDA


 INFANCIA 

El colegio no lo llevaba bien, pero la fuerza de la rutina y la normalidad de cada día  hacía que lo llevara de forma correcta, no traumática.

Me afectaban los imprevistos  y tenía muchas vergüenzas.

Si mi madre me decía di esto a tu profesor, la decía que sí,  pero luego no era capaz de hacerlo.
              Recuerdo en la guardería cuando nos cambiamos de casa y ya no debía coger el autobús porque me vendrían a buscar. No supe decirlo y  al querer hacerme entrar al autobús,  pues no lo sabían, me puse a llorar y a decir que no . Menos mal que mi madre estaba ya allí.

               En otra ocasión tenían que operarme de los ojos y días antes me ponían unas gotas que dilataban  las pupilas y me impedían ver las letras . Seguía yendo  a clase para no perder mucho, aunque fuera de oyente,  pero debía avisar en clase que no podía ver.
¿Creéis que dije algo? No, claro. Estuve varios días yendo sin ver y sin decir nada incluso en exámenes. En aquella época había exámenes hasta con 6 ,7 años. 
Recuerdo que me esforzaba por contestar,sin ver. Una niña me pidió una goma de borrar y la dije avergonzada:
     - Te la dejo si me dices que pone aquí. 
Pasé por todo eso varios días , hasta que la profesora se debió dar cuenta, todo   por no atreverme a decírselo.

Recuerdo una vez que no quería ir al cole gritando y llorando agarrándome a los dinteles de la puerta y mi madre tirando de mí. 

Mi hermana mayor es quien me acercaba al colegio,  a menudo llegábamos tarde y al llegar la puerta de mi clase ya estaba cerrada y con todos dentro. Yo rogaba a mi hermana para que me acompañase hasta la puerta de la misma clase y me abriera la puerta, me daba vergüenza entrar si no lo hacía.
 
Hacía los 9 o 10 años ya empecé a tener muchas  neuras.  Me sentía observada a menudo, me entraba paranoia y miraba siempre para todos los lados. Andaba siempre muy tensa , tratando de pasar desapercibida. Si oía una risa lejana siempre pensaba que podía ser por mí. Me evaluaba y me miraba a ver si tenía algo mal.
-      Quizá no ando lo suficientemente recta, 
-      Quizá se me ve rara ,
-      Quizá noten que tengo miedo y eso les hace gracia. 

Esta ultima , no se porqué ,es la que más me afectaba.
¡¡¡¡ Tenía miedo!!!!

A que vinieran todas a por mí y quisieran insultarme o pegarme, pero era tan ridicula esa idea, yo lo sabía, que pensaba se reirían de mí , cuando por mi forma de actuar  adivinaran lo que estaba pensando. 

Sabía  que no se reían de mí, era consciente de eso, aunque sentía  la misma zozobra que si lo fuera,  e igualmente debía cerciorarme, como si pensará:
       -   Esta vez no lo es, pero tengo que asegurarme de que no lo sea la próxima  -  y casi siempre veía un posible defecto que pensaba podía ser digno de burla y entonces tenía que andar medio  agachada, escondida y tensa.

Por supuesto salir a la pizarra era una agonía y aún muchísimo peor pensar en la angustia de la mera posibilidad de ello, pej con los profesores que más tenían esa costumbre.

Eran, y siguen siendo,  aunque de diferente manera,  unos miedos y vergüenzas infundados.  En el colegio se me aceptaba, me valoraban, tanto compañeros como profesores, y yo lo sentía y vivía así, de hecho era tan buena niña que estos últimos siempre me cogían enchufe e incluso la líder de la clase se fijaba en mí, a pesar de ser invisible o de querer serlo, hasta me invitó a su cumpleaños y un día sin venir a cuento me trajo un regalito y todo.

Nunca he entendido por tanto , porqué actuaba así,

En casa era, y es, el único lugar donde me encontraba a gusto. Salía en el barrio a veces, pero muy poco y  con niños más pequeños que yo, con lo que me admiraban bastante. Me seguían y al saberme aceptada en ese extremo disminuía lo que ya era más que una timidez,  siendo niña.

Me daba vergüenza bajar del piso a comprar golosinas en la tienda de al lado de casa,  puerta con  puerta.  Sobornaba a mi hermana pequeña, con dinero, para que bajara por mí.

Y así cientos de anécdotas
 
ADOLESCENCIA

El instituto.
Para mí resultó bastante traumático estar con chicos después de un colegio de  monjas. Me imaginaba que el instituto era como esos del Bronx de las películas donde te podían atacar o qué se yo. Si ya imaginaba las niñas del colegio de monjas amenazantes esto era multiplicarlo por mil.
Recuerdo que llegué sumamente asustada con la trenza que por entonces solía llevar, totalmente inocente,  muy muy verde, muy tímida, como una extraterrestre de otro planeta. Desentonaba  un montón

Mis problemas iban empeorando.

Ahora ya no quería ir a ningún lugar sola ni a lugares donde no controlase o conociera y empecé a notar mis problemas con el teléfono. Pedía que me hicieran las llamadas de cita médica,  cuando ya no era una niña para eso, y también que me hicieran las matrículas de la universidad o que me acompañasen. 
Lógicamente mis padres no lo entendían y me reñían.(Tampoco lo entendía yo, no tenía nombre aún )

Para empezar escogí la carrera equivocada. Me apunté a ella porque iban otras compañeras del instituto, a las que por cierto también me costaba horrores llamar por teléfono , porque nunca tuve mucha confianza con ellas y viví situaciones especialmente complicadas por este hecho.

Tengo un recuerdo muy traumático de la Universidad, estaba en un lugar que no controlaba y dependía  de las otras chicas para ir. Aún hoy no he querido ir a por el título y estuve a punto de renunciar a 3 años de carrera por no querer hacer una reválida oral, que por suerte la acabaron por suprimir en mi curso y desde aquí todo fue de mal en peor,  al tener que intentar buscar trabajo etc

Ver:
http://fobbisoc.blogspot.com/2017/06/fobia-en-la-universidad.html?m=0


Empezó mi aislamiento extremo, fuertes sufrimientos, golpes con una realidad que no conseguía solventar,  mucho miedo, tristeza. Aquí es donde pude ver de cerca mi gran limitación,  antes de esto la tenía, pero estudiar me justificaba, nadie me decía nada, para  mi estudiar aún con los impedimentos de la fobia, que los había, además de gustarme el hecho de saber cosas nuevas, era mi pantalla contra el mundo y hubiera seguido si las cosas no cayeran por su propio peso realidad y coherencia

 CONCLUSIÓN

Muchos niños son tímidos y no desarrollan una fobia social,  lo superan, pero también es posible que la timidez  de niño sea  la fobia de adulto, como creo fue mi caso, pero como una continuidad adaptada a la la edad ,sin haber un  punto de inflexión.

Mi "timidez" fue empeorando hacia una fobia social muy limitante junto con otros trastornos asociados que se iban sumando.
 Lo ideal hubiera haber sabido en qué punto esa timidez pasó a ser algo más y pedir ayuda entonces.



En este vídeo explico la diferencia entre fobia social y timidez y cuándo buscar ayuda https://m.youtube.com/watch?v=aUul84bGzbc








2 comentarios:

  1. Vaya!! Es como leer la historia de mi vida, me sentí identificada completamente, así tal cual era yo de niña.

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  2. Me veo muy reflejada en tus experiencias infantiles. Yo también tengo mil y una "anécdotas" que demuestran que ya en la infancia, desde muy muy pequeñita, ya era trastorno y por tanto fobia, ya que afectaba a mi vida día tras día.
    En preescolar me castigaron por ser completamente incapaz de dar un recado a la profesora del aula contigua.
    Cuando me pusieron gafas con 6 años ya llevaba mucho tiempo sin ver nada de lo que se escribía en la pizarra.
    Pedir algo en una tienda o bar era una odisea (se convertía en totalmente imposible si, como era y sigue siendo dolorosamente habitual, mi madre se quedaba cerca mirando para reirre de mi problema), igual que transmitir cualquier mensaje entre adultos...
    La inmensa mayoría de las contadas relaciones sociales que he tenido en la vida fueron gracias a que mi hermano me aceptaba a su lado y en su círculo; yo por mi cuenta sería incapaz.
    En fin, podría seguir durante días...
    Muchas gracias por el blog, lo descubrí ayer y lo estoy devorando 😊

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