COMPARTIR

miércoles, 1 de octubre de 2025



#DiaDeLaFobiaSocialL

LO QUE NO SE CUENTA DE LA FOBIA SOCIAL


No se cuenta que
la fobia social, la mayoría piensa en miedo a hablar en público o en sentir nervios en reuniones.

Pero  hay mucho más detrás que casi nunca se dice.

No se cuenta que la fobia social no se queda en los momentos sociales.

Se mete en tu vida diaria, en cómo tomas decisiones y hasta en lo que dejas de hacer.

No se cuenta que puedes llegar a autoexcluirte sin darte cuenta.

Dejas de proponer planes, de llamar a alguien, de aceptar invitaciones. No porque no quieras, sino porque la ansiedad lo bloquea todo.

No se cuenta que te desgasta en silencio.

Mientras fuera parece que simplemente eres tímida o reservada, por dentro estás en alerta constante.

No se cuenta que la fobia social puede hacerte sentir culpa por lo que no haces.

Culpa por no hablar, por no quedarte, por no estar a la altura. Y esa culpa va sumando.

No se cuenta que no es solo "vergüenza" ni "ser callado".

Es una forma de vivir en tensión, de evitar sin parar, de estar siempre midiendo lo que dices y lo que no.

Por eso, no se cuenta que hablar de fobia social es mucho más de lo que se ve, se dice o se conoce.

No es solo hablar de ansiedad: es hablar también de renuncias invisibles y de cómo te condiciona en cada rincón de tu vida.


Fobia social: cómo entender y afrontar este trastorno

  

#DiaDeLaFobiaSocial

La fobia social, o trastorno de ansiedad social, es un miedo intenso a situaciones en las que puedas ser observado, evaluado o juzgado. No se trata de timidez: afecta la vida diaria, limita las relaciones, reduce oportunidades laborales y hace que incluso actividades cotidianas se vuelvan agotadoras. No se supera con fuerza de voluntad ni con simples consejos.

¿Qué es la fobia social?

La fobia social provoca miedo y ansiedad ante situaciones sociales como hablar en público, interactuar con desconocidos, participar en reuniones o incluso hacer llamadas telefónicas. La anticipación de estas situaciones puede generar malestar físico y mental, afectando la concentración, el sueño y la confianza personal.

Síntomas más comunes

  • Ansiedad intensa en situaciones sociales.
  • Evitar contacto visual o hablar con desconocidos.
  • Preocupación constante por cómo los demás perciben tus palabras o acciones.
  • Síntomas físicos: sudor, temblores, tensión muscular, dificultad para respirar.
  • Pensamientos negativos recurrentes sobre el propio desempeño social.

Consecuencias en la vida diaria

  • Aislamiento social y profesional: evitar reuniones, eventos o oportunidades laborales.
  • Autoestima afectada: sensación de incompetencia o inferioridad.
  • Dificultad para expresar necesidades y marcar límites.
  • Impacto indirecto en la salud física y emocional por estrés constante.

Día de la Fobia Social

Cada 1 de octubre se busca visibilizar la fobia social, reducir el estigma y fomentar la comprensión. Es un momento para compartir información precisa sobre el trastorno y reforzar redes de apoyo. Participar en actividades, charlas o grupos de ayuda permite conocer estrategias prácticas y sentirse acompañado.

Estrategias y tratamiento

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): considerada la más eficaz según estudios clínicos, ayuda a cambiar patrones de pensamiento y comportamiento.
  • Apoyo comunitario: grupos de ayuda mutua como AMTAES ofrecen comprensión y recursos prácticos.
  • Autoaceptación: reconocer y respetar los propios límites sin culpa ni presión.
  • Exposición gradual: enfrentarse poco a poco a situaciones sociales, empezando por las más manejables y aumentando la complejidad de manera controlada.

Recursos y referencias

Guía clínica de ansiedad (copiar y pegar manualmente si no abre)

Conclusión

La fobia social es un trastorno complejo y serio, pero con información, apoyo y estrategias adecuadas es posible manejarla. Reconocerla, entenderla y buscar ayuda, ya sea con profesionales o en comunidades como AMTAES, son pasos fundamentales. Participar en el Día de la Fobia Social refuerza la visibilidad, combate el estigma y conecta a quienes vivimos esta experiencia, recordándonos que no estamos solos.


Porque importa visibilizarlo



#DiaDeLaFobiaSocial

Hoy, 1 de octubre, se conmemora el Día de la Fobia Social. No es una fecha muy conocida, pero tiene un sentido claro: dar visibilidad a un trastorno que afecta a entre un 7% y un 13% de la población en algún momento de su vida. La fobia social no es simple timidez, ni un rasgo de personalidad. Es un trastorno de ansiedad reconocido, que interfiere de forma intensa en la vida diaria.

¿Qué significa vivir con fobia social?

Quien lo vive sabe que no se trata solo de ponerse nervioso en público. Es evitar situaciones que para otros son normales: hablar en una reunión, hacer una llamada, participar en actividades grupales o entrar en sitios con varias personas. Todo eso se convierte en un escenario cargado de miedo y de inseguridad.
La diferencia con la timidez está en el impacto: la timidez incomoda, la fobia social paraliza. Sus consecuencias van más allá del mal rato. Afecta a las relaciones, al estudio, a la autoestima y a la vi8da cotidiana.


Mi experiencia con fobia social

  • Ver que hoy existe un día dedicado a la fobia social me hace sentir que no estoy sola. Es un recordatorio de que lo que vivo tiene nombre, que hay otras personas que lo experimentan y que merece atención. Me da cierta tranquilidad y orgullo pequeño saber que no soy la única que lucha con esto.
  • Una situación que he evitado muchas veces es asistir a actividades sociales fuera de casa, aunque sean con personas conocidas. La idea de tener que hablar, participar o interactuar con varias personas me genera un estrés tan intenso que a veces prefiero no ir. Esa sensación de “no poder” pesa mucho, aunque nadie lo vea.
  • Manejar la contradicción entre querer hablar de la fobia social y la dificultad de exponerse es un ejercicio constante. A veces quiero explicar cómo me siento para ayudar a otros o pedir comprensión, pero la ansiedad me bloquea. Lo que hago es tomar pequeñas decisiones: compartir poco a poco con personas de confianza, escribir mis pensamientos primero y permitirme retirarme cuando siento que es demasiado. Cada paso, por pequeño que sea, cuenta.

Por qué importa visibilizarlo

Tener un día de la fobia social no arregla el problema, pero sí ayuda a ponerlo sobre la mesa. Sirve para recordar que la fobia social no es una manía ni una debilidad. Es un trastorno que merece ser entendido, atendido y respetado.
Hablar de ello también abre la puerta a que más personas busquen ayuda sin sentir vergüenza. La invisibilidad es una de las cosas que más lo alimenta.

Cierre

La fobia social no se elige. No es pereza, ni timidez exagerada. Es un trastorno que condiciona la vida. Hoy, 1 de octubre, es una oportunidad para recordarlo y para romper un poco ese silencio que nos acompaña a tantos. Participar en comunidades como AMTAES refuerza la visibilidad y conecta a quienes vivimos esta experiencia.


 :

La fobia social y las puertas que no se cruzan

Una mirada a las barreras invisibles que nos impiden entrar en el mundo, aunque las puertas parezcan abiertas.

La fobia social te encierra aunque tengas la puerta abierta.

La metáfora de la puerta

Algunas puertas representan la dificultad de salir de casa, el primer paso del día, pesado y lleno de tensión. Otras puertas simbolizan la dificultad de entrar en situaciones sociales, como reuniones, cafeterías o conversaciones, aunque parezcan abiertas desde fuera.

Otras puertas de la vida 

Mirar una reunión o clase desde fuera, con sillas alineadas y personas como siluetas, muestra lo que se siente al no poder entrar.
Un café cercano, lleno de gente, puede parecer un mundo al que cuesta unirse, aunque esté a solo unos pasos.
Incluso una conversación sencilla, con dos sillas frente a frente y un espacio vacío, puede generar tensión si uno se queda observando desde fuera.


Lo que vemos y lo que sentimos

La fobia social puede cerrar puertas que parecen abiertas. No son solo puertas físicas: también son las de la vida cotidiana, que se presentan ante nosotros todos los días. Desde fuera parece fácil cruzarlas, pero desde dentro la fobia social las convierte en muros invisibles.

Día de la Fobia Social

Este 1 de octubre, Día de la Fobia Social, recordamos que detrás de cada puerta hay personas que desean participar y necesitan comprensión. Nombrarlo es el primer paso para empezar a cruzarlas.

#DiaDeLaFobiaSocial

---