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La fobia social y las puertas que no se cruzan
Una mirada a las barreras invisibles que nos impiden entrar en el mundo, aunque las puertas parezcan abiertas.
La fobia social te encierra aunque tengas la puerta abierta.
La metáfora de la puerta
Algunas puertas representan la dificultad de salir de casa, el primer paso del día, pesado y lleno de tensión. Otras puertas simbolizan la dificultad de entrar en situaciones sociales, como reuniones, cafeterías o conversaciones, aunque parezcan abiertas desde fuera.
Otras puertas de la vida
Mirar una reunión o clase desde fuera, con sillas alineadas y personas como siluetas, muestra lo que se siente al no poder entrar. Un café cercano, lleno de gente, puede parecer un mundo al que cuesta unirse, aunque esté a solo unos pasos.Incluso una conversación sencilla, con dos sillas frente a frente y un espacio vacío, puede generar tensión si uno se queda observando desde fuera.
Lo que vemos y lo que sentimos
La fobia social puede cerrar puertas que parecen abiertas. No son solo puertas físicas: también son las de la vida cotidiana, que se presentan ante nosotros todos los días. Desde fuera parece fácil cruzarlas, pero desde dentro la fobia social las convierte en muros invisibles.
Día de la Fobia Social
Este 1 de octubre, Día de la Fobia Social, recordamos que detrás de cada puerta hay personas que desean participar y necesitan comprensión. Nombrarlo es el primer paso para empezar a cruzarlas.
#DiaDeLaFobiaSocial
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