COMPARTIR

martes, 12 de agosto de 2025

INTRODUCCIÓN

Frase estrella del manual del cuñado bienintencionado: “No seas tímida”.

Genial. Qué idea tan revolucionaria. ¿Por qué no se me ocurrió antes?
A ver si también me curas la fobia social con un “relájate” o me resuelves los traumas con un “tienes que ser tú misma”.

Monólogo

“No seas tímida” (gracias por el consejo, eh)


Hay un momento mágico en toda conversación incómoda: ese en el que alguien, con la seguridad del que cree tener la solución a todo, te suelta: “No seas tímida”. Y ahí te dan ganas de aplaudir.

Porque claro, es tan fácil como desactivar una función en el menú de configuración:
Ajustes > Personalidad > Modo tímida > Desactivar.

Si fuera por decidir, ya estaría en modo “persona extrovertida y encantadora” desde 2007. Pero no. Lo que pasa es que, cada vez que me miras como si fuera rara, yo ya he ensayado diez formas distintas de actuar normal… y he descartado once.

Y lo mejor: muchas veces te lo dicen justo cuando estás haciendo un esfuerzo sobrehumano por estar ahí, por hablar, por aguantar el sudor frío y los latidos en modo tambor de guerra. “No seas tímida”, te dicen. Como si no tuvieras ya bastante con el cerebro gritándote en bucle: “Vas a hacer el ridículo”.

Es como decirle a alguien con vértigo que se asome a la ventana “que no pasa nada”.
Nota: sí pasa.

Así que, por favor, la próxima vez que alguien te diga “no seas tímida”, respira hondo, sonríe como puedas y piensa:
“No soy tímida, soy una profesional del autocontrol… y estás a punto de ver mi mejor número en la lista de excusas para desaparecer: ‘ahora vuelvo’.”


No hay comentarios:

Publicar un comentario