"NO PUEDO MANEJAR SITUACIONES SOCIALES”
Estoy convencida de que simplemente no sé estar con la gente. Siento que hay algo en mí que no funciona, como si a los demás les hubieran dado un manual que a mí me falta. Cuando estoy en medio de una situación social ,una conversación inesperada, una reunión, una llamada de teléfono, siento que pierdo el control. Todo es demasiado rápido, demasiado imprevisible. Y esa angustia solo sirve para reforzar la idea de que no puedo manejarlo.
Esta creencia me empuja a evitar. Evito planes, evito hablar, evito incluso pensar en lo que podría pasar si alguien me habla. Me digo que no tengo habilidades sociales, que los demás son naturales y yo no. Y con cada evitación me convenzo más.
Pero empiezo a darme cuenta de algo: no es que no pueda, es que me pongo el listón tan alto que es imposible no fallar. Me exijo no tener dudas, no ponerme nerviosa, no titubear nunca. Me exijo caer bien, parecer interesante, tener siempre una respuesta adecuada. Así no puedo funcionar. Nadie funciona así.
Manejar una situación social no significa hacerlo perfecto, ni estar completamente tranquila, ni decir siempre lo correcto. A veces, manejarla es simplemente aguantar el tipo, respirar, escuchar, o incluso poder decir que estoy incómoda. Empiezo a ver que sí tengo recursos, solo que los desprecio porque no son como los que imagino que “deberían” ser.
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