COMPARTIR

domingo, 31 de agosto de 2025


Instrucciones de uso para hablar conmigo

Si de verdad quieres hablar conmigo, deberías saber que no vengo sola: traigo manual de instrucciones. No es que yo lo pidiera, es que la fobia social lo instala de fábrica.

Modo saludo

Funciona así: me ves, yo te veo, y arranca el sistema. Resultado: sonrisa incómoda, mirada perdida y un “hola” que suena como si lo hubiera grabado un robot de atención al cliente. Duración máxima: cinco segundos. Después me bloqueo y ya es tarde para reiniciar.

Modo conversación

Aquí las reglas son claras: frases cortas, asentir mucho y reír en lugares aleatorios, aunque no haya entendido la broma. Si me preguntas algo demasiado personal, el sistema se congela y muestra el mensaje: “esta persona no responde, inténtelo más tarde”.

Modo grupo

Ideal para eventos, fiestas o cualquier lugar donde se reúnan más de tres humanos. Mi estrategia es pasar desapercibida. Me convierto en parte del mobiliario: planta, perchero, sombra en la pared. Si me hablas, igual contesto… pero también puede que me apague de golpe.

Modo preguntas incómodas

Ejemplo: “¿por qué estás tan callada?”. Aquí no hay solución posible. El sistema entra en bucle, se me queda cara de error y lo único que pienso es: “ojalá pudiera ser invisible”.

Modo huida

Siempre disponible. Salir al baño, revisar el móvil o inventar una excusa para marcharme antes. Lo bueno: nunca falla. Lo malo: no incluye actualización para volver a entrar sin parecer sospechosa.

En resumen: hablar conmigo es como usar un aparato delicado. No hay garantía, las instrucciones no siempre funcionan y, sobre todo, no admito devoluciones.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario