COMPARTIR

sábado, 2 de marzo de 2019

Estoy casado con una persona afectada de fobia social




Este texto lleva tiempo en mi poder .Le pedí a mi marido que diera su versión sobre el tema y al leerlo sentí tremenda vergüenza , lo vi como un ataque a mi persona y no fui capaz de publicarlo. Es cierto que se centró únicamente en mi problema y es por eso que me cuesta asimilarlo, yo no me veo así ,o al menos soy algo más que eso ,(aunque son ciertas las limitaciones que cuenta) .
Para ser fiel a mi objetivo del blog de ser lo más veraz posible al problema decido publicarlo al fin .
........................................
Estoy casado con una persona afectada de fobia social. Debo añadir que posiblemente también padece de agorafobia. Para describir mi experiencia hay que describir también nuestros antecedentes: mi esposa es la afectada por esos trastornos; nos casamos siendo ella soltera y yo viudo de mi primer matrimonio ; tengo dos hijos ya mayores y emancipados, dos nietos y llevo algunos años de edad a mi mujer. Nos casamos cuando mis hijos aún vivían conmigo y dependían de mí. Vaya por delante que, cuando nos conocimos, ella ya me habló de su problema, que nunca ocultó. Me extrañó que no tuviera trabajo, con una carrera terminada hacía ya algunos años; vivía con sus padres y se limitaba a ir a clases de idiomas . Yo, a esa edad, ya hacía años que trabajaba, habiendo acabado una carrera superior y tenía hijos de 5 y 3 años. Cuando la conocí, aunque me advirtió de sus males psíquicos, supuse que, viniendo a vivir conmigo, imitaría mi forma de actuar (soy todo lo contrario a un fóbico social) y que en unos pocos años sería una persona de comportamiento normal. Me equivoqué totalmente. Yo suponía que era una especie de timidez exagerada que se podía corregir imitando otra manera de comportarse. Pero se trataba de algo muchísimo peor que todo eso. ¿Qué puedo resumir de estos años? Que he visto sufrir mucho a una persona; he sido testigo de ataques de pánico, con fuerte hormigueo en brazos; que apenas ha trabajado dos meses en estos años teniéndola yo que “rescatar” de esos trabajos porque iba harta de pastillas (Trankimazín y demás); que ni siquiera ha ido nunca a recoger su título universitario, de una profesión que jamás ha ejercido; que se deja llevar por mí en casi todo, ya que soy su protección y se ve incluso incapaz de coger un tren o cualquier transporte público por su cuenta (“tiene miedo de perderse y no saber volver”). ¿Qué opino de ese tipo de vida? Que es una vida que yo jamás aceptaría para mí. Tiene la suerte (si se puede llamar “suerte” a eso) de que yo puedo hacer frente a todos los gastos del matrimonio, pero ella es una persona dependiente., antes, dependía de su padre y ahora de mí. No es capaz de coger un tren (a 100 km de su casa) y depende de mí para todo (económicamente, para desplazarse, para todo). Sabe inglés y francés y jamás los utiliza, ni siquiera cuando vamos al extranjero, donde únicamente habla en español (ni siquiera es capaz de decir “bonjour” en Francia, con 4 años estudiados de francés); tiene carnet de conducir y jamás toca un coche (le aterra conducir). Todo, en ella, es así: sabe , pero no ejerce, podría (o dice que podría) pero no lo hace, y pide constantemente ayuda para todo. Personalmente, yo no podría vivir una vida en la que hasta hablar por teléfono es un problema (sus citas médicas y cualquier otro asunto, los tengo que tramitar yo). ¿En qué emplea su tiempo? Básicamente, hace la casa cada día, limpia, lava y plancha (de un tiempo a esta parte la comida la hago yo porque le da asco cocinar, secuela de su pasada anorexia), gasta mucho tiempo en las redes sociales, ordenador, teléfono móvil y, por supuesto, lee. Tiene interés nulo por la política, la historia, la ciencia y la economía: no lee periódicos y ni siquiera escucha las noticias ni por televisión ni por radio. Sus temas preferidos son las novelas y la psicología. Tiene un excelente carácter, tiene paciencia y buenas maneras. La convivencia conmigo es buena: hablamos, pero no coincidimos mucho en los temas de conversación (nos interesan cosas muy diferentes), vamos al cine (pactamos la película para que nos guste a los dos) y alguna vez al teatro, viajamos cada año a uno o varios sitios, cuidamos de los nietos, comemos fuera de casa sábados y domingos…, en fin tenemos una vida agradable y pacífica. Pero yo, en los años que llevo con ella no la he visto progresar como yo hubiera deseado. Pienso que ella se mueve poco para atajar su problema, que, siendo grave y doloroso, creo que requiere un fuerte golpe de timón que, con la ayuda médica necesaria, sólo puede dar quien sufre ese grave trastorno, que altera tanto la vida y que hace permanentemente dependiente a quien lo padece.
………………..
Yo respondo Sí, es cierto tengo nulo interés por la política , la economía… cosas que por el hecho de vivir en este mundo nos afectan directamente y por ello deberíamos estar al tanto de ellas, pero yo no soy una persona de guerras ni me gusta conocer las penurias o noticias trágicas que solo hacen sufrir a personas con mi empatía siendo PAS (persona altamente sensible).
ver: persona altamente sensible y fobia social Sí , me da vergüenza hablar en otro idioma me siento ridícula como si estuviera haciendo teatro además aún sabiendo esos idiomas tampoco los domino y para hacerlo mal y hacer el ridículo mejor no hacerlo ,muy de fóbico social 😣 Supongo que explica mi cruda realidad ,pero es difícil de aceptar y menos así con un resumen crudo, directo y casi ofensivo, una tras otra. El no podría vivir una vida como la mía y… ¿quién podría ? y no obstante resulta como decía ofensivo . Me lo tomo como un ataque a mi persona al comparar también pej lo que el hacía en sucesivas edades , entre otras cosas , pero como también decía es otra visión que debo si no “aceptar” tenerla en cuenta y publicar.
¿Qué opináis vosotros?