La dificultad a la hora de relacionarse con personas del sexo opuesto es una de las variables de este trastorno que más nos incomodan y también la que trae consecuencias que nos afectan de por vida , ya que , a menudo, las personas con fobia social acaban solas, sin pareja ni familia propia o les cuesta mucho conseguirla.
Esto nos aleja de la felicidad o realización plena. Nos dificulta conseguir unos objetivos que son importantes en la vida de cualquiera (o de muchos, también los hay solteros convencidos. Esto es como en todo ).
Tener una pareja , una familia es algo muy importante y básico , ya no de mera subsistencia , pero sí de realización personal.
Por todo ello es un tema que no solemos llevar nada bien y que nos preocupa.
Yo soy de las que piensa que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus que un día ambos viajaron al planeta tierra se quedaron y se encontraron, que somos diferentes vaya y que hablamos idiomas diferentes. Si ya nos cuesta comunicarnos con los terrícolas, comunicarse con terrícolas que vienen de marte , o viceversa , es aún más difícil.
¡¡¡¡ No conocemos su idioma !!!!!
Fora parte de ello tienen algo que seduce , nos sentimos atraídos y queremos resultarles atractivos .
Esas mismas diferencias son las que nos atraen.
Para empezar no es fácil entenderse en otro idioma y para terminar está que a nuestro ya instinto de querer agradar , que forma parte de nuestro trastorno , se le une ese otro instinto más potente que lo multiplica , pero en este caso se trata de agradar a alguien que es de otro planeta. Todo es más complicado.
Podrías llegar a conseguirlo con alguien de tu especie , pero.....
¿Cómo hacerlo con ese ser "extraño" ,diferente ..?
Por supuesto esto es algo que les pasa a todos en mayor o menor medida con o sin fobia social , al menos en lo que se refiere a intereses de pareja . Cuando hay algo que quieres y deseas es normal estar nervioso y tener ciertas mariposillas en el estómago . No sabes si esa persona te va a corresponder , si te va a aceptar.
Esto con fobia social es realmente complicado. También tenemos ese instinto de agradar y buscar al sexo contrario , pero entra en juego nuestra especial dificultad , la inseguridad es aún mayor. Piensas de entrada que es difícil que tú le gustes , te vuelves aún más torpe , algo más que tímido…. puedes llegar a rehuirles del todo, a encontrarte realmente incapacitado en estas situaciones y a evitarlas .
Pese a todo la realidad es que deseamos relacionarnos con ellos , aún cuando nos acabe resultando algo temido , aún sin saber ni poder comunicarnos con ellos . Nos parecen seres especialmente interesantes, atractivos , que realmente nos gustan y con los que queremos tener contacto. Tanto es así , que nuestro afán es la causa directa de nuestra limitación , cuanto más deseemos algo , más miedo nos da no alcanzarlo o ser considerados por ellos en este caso , como poco interesantes o no dignos . Ante la duda , como decía, tendemos a evitarlo.
Todo esto nos resulta bastante frustrante, es un querer y no poder , es algo que nos causa infelicidad , algo con lo que , en muchos casos , nos pasamos luchando casi toda la vida.
Nos sentimos inútiles como si fuera un terreno vedado para nosotros, aún cuando el deseo es casi más fuerte diría, si cabe .
Sentir amor , tener una pareja ,un proyecto de futuro, familia quizás, nos crearíamos nuestro propio mundo particular , un entorno de confianza , un apoyo . Ya no nos importaría el resto, o no tanto. Seríamos dos contra el mundo , no estaríamos solos
Con una pareja tendríamos resuelto gran parte de nuestra satisfacción personal en esta vida , una de las partes más importantes junto con el trabajo .
Según Maslow, después de las necesidades fisiológicas, en las que por cierto también entra el sexo, están las de familia , no tenerla haría que no estuvieran cubiertas las necesidades mínimas que un ser humano necesita para ser plenamente feliz ,
Hay que puntualizar que no es fobia específica al sexo contrario , por si hubiera alguna duda, de hecho existe esta fobia como tal , se llama heterofobia. La realidad en nuestro caso es que es una situación o variable fóbica más de la fobia social , como pej la de tratar con figuras de autoridad , es decir, una incapacidad o dificultad especial como tantas otras con este trastorno.
Luego también existirán, sin duda, variantes específicas para cada uno:
“Tenemos fobia social , pero no somos todos iguales”.
Las cosas que nos limitan pueden ser diferentes y afectarnos de diferente manera
Ya de entrada hay pej una gran diferencia entre cómo lo viven los fóbicos masculinos y/ o los femeninos.
Siempre tenemos la eterna discusión sobre quien lo tiene más difícil y aún cuando en la parte masculina no puedo entrar ni profundizar , sé que hay ciertas variables importantes pej el sexo que creo es más importante para ellos o el hecho de que normalmente son quienes han de tomar la iniciativa aunque , por suerte para ellos, cada vez menos.
En las mujeres también está la posibilidad de que ningún hombre se nos acerque.
Si tendemos a evitarlos ¿Cuándo nos vamos a dejar ver y esperar que supuestamente nos conquisten?
Y si no somos lo sificientemente atractivas físicamente, cosa en la que se fijan muy especialmente, y no hay manera de darse a conocer por nuestra fobia ... ¿ Entonces que?
La actitud pasiva , que ellos ven como una ventaja, no es garantía tampoco.
(Al final de la entrada incluyo una entrevista a una persona de sexo masculino con fobia social que nos explica como se vive desde esa parte explicando su vivencia)
DESDE EL PUNTO DE VISTA FEMENINO
Las mujeres tenemos otras variables y aunque no lo crean ellos son igualmente invalidantes o incluso yo diría que peores.
Ellos experimentan unas carencias por culpa de la fobia, pero las mujeres a parte de esas carencias , está la existencia de algo real que puede llegar a considerar a un hombre como un peligro potencial.
Sí, podemos llegar a pensar que peligra nuestra integridad física y no es algo imaginado , por desgracia es bastante real, aunque no sea la norma , gracias a Dios.
Es decir , que para empezar hay una vulnerabilidad , un punto de alarma y peligro real que nos podría hacer, y de hecho nos hace , mantener una alerta o precaución hacia el sexo contrario .
Salir de noche solas pej se ha convertido en un peligro. Las chicas ya buscamos siempre ir en grupo o acompañadas y de hecho en casa siempre está la primera advertencia,si volvemos tarde : (Ver vídeo ilustrativo)
Es decir que de entrada la existencia de un "miedo" más que fundado existe .
Esto, evidentemente , ya sería ponernos al límite del problema , pero no deja de ser una variable más que condiciona .
También está la de toparse con un hombre adulador, o incluso acosador por la calle, normalmente suele ser en grupo que intimida más. ¿Qué chica no ha pasado pej delante de un grupo de chicos y le han dicho de todo?.
Esto existe y ¿Cómo llevar esto con fobia Social?
Creo que lo que he contado hasta ahora es un poco la idea general sobre todo orientada a tener o no pareja que ,en principio, es lo que más suele preocupar , pero...
el problema suele abarcar todo tipo de situaciones que se puedan tener con el sexo opuesto
Compañeros de trabajo, algún amigo de una amiga , por la calle un desconocido, el dependiente de una tienda, el chico que se sienta a tu lado en el autobús , un vecino que te dice buenos días etc
Esos seres de Marte que tienden a observarte , aún cuando no te digan nada, por puro instinto.
Esos seres de Venus mágicos, misteriosos, con un lenguaje tan difícil de entender
Esas miradas ,de los marcianos y las venusinas que si te miran no te están evaluando de la misma manera.
Mi relación con el sexo opuesto
Sin profundizar mucho, decir que lo vivo como lo he explicado en general
Sí, a mi sin duda me impone , me asusta el sexo contrario. De hecho en mi caso es una de las partes más fóbicas de mi trastorno. Aún cuando a menudo me sienta atraída hacia ellos y busque agradar especialmente.
En mi caso y con esta, llamémosle timidez especial, esas respuestas ,de existir, quedan en sonrisas tímidas , que no dejan de ser sugerentes, mi condición femenina y coqueta sin duda existe , algo que por otra parte a ellos les encanta, forman parte del encanto femenino dicen.
Me resultan seres interesantes que son especialmente receptivos al sexo contrario, pero al tiempo les temo , me siento incómoda con ellos , solo si hay presencia femenina al mismo tiempo y en mayoría junto a ellos la tolero, sinó, tiendo a evitarlo.
No sé tratar con ellos , me vuelvo inútil, más tímida de lo habitual, quizá porque mi radar no puede imaginar que estarán pensando de mí , dudo de sus intenciones pej.
Sé que me evalúan de forma diferente a como lo podría hacer una mujer y eso me impone fuertemente . Un examen más dificil de pasar que en muchos casos ni siquiera depende de mis valores.
A parte siento cierta alerta o precaución especial, si ya la tengo con el resto de personas, con el sexo contrario es mayor.
Existe un instinto de agradar, a menudo inconsciente, entre los sexos , un afán de conquista .
Lo llevamos en los génes desde que el hombre es hombre.
Saberlo, sentirlo, vivirlo .... condiciona, aún cuando no te interesen como pareja ni te gusten especialmente.
Desde el principio de los tiempos :
Ellos buscando mujeres cuantas más mejor , jóvenes en lo posible , para engendrar , para que sus génes persistan y se multipliquen lo más posible .
Ese instinto "depredador" , digamos, de acumular conquistas continúa en nuestros días . No digo que se haga en todos los casos , sino que hay un instinto primario que viene de lejos
Ellas buscando un hombre fuerte y luchador que las proteja a ellas y su prole ,que les garantice su supervivencia .
Hoy en día las mujeres somos autosuficientes, pero en el fondo, o de forma instintiva, seguimos buscando o esperando tener a nuestro lado esa persona que nos proteja, como complemento al menos.
Quizá por ese instinto de conquista ,los que no tienen esta dificultad con el sexo contrario pueden llegar a encontrarse mejor entre ellos .
Dentro del mismo sexo existe cierta competitividad, se perdonan menos las cosas, por decirlo con un ejemplo práctico, a veces hay un choque y obviamente no existe ese instinto innato de conquista .
En general un hombre resultará más agradable en su trato hacia una mujer porque, en principio, tratará por instinto agradar , conquistar aunque no sea su intención o no tenga interés como pareja y lo mismo una mujer hacia un hombre.
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DESDE EL PUNTO DE VISTAS MASCULINO .
(Entrevista a una persona de sexo masculino con fobia social. Su vivencia).
¿Cual es tu dificultad ante el sexo femenino, qué temes exactamente ?
Mi dificultad ante el sexo femenino es ser rechazado. Es la creencia de que el rechazo es absoluto y automático si yo demuestro interés por una mujer.
Mientras más interés demuestre, más automático se vuelve el rechazo. Ese es mi problema.
Siento que no soy una persona atractiva o interesante para una mujer porque, por lo mismo, pienso que no tengo mucho que ofrecer. Pienso que soy menos que los demás en términos sociales, en términos de lo que he logrado en la vida, en términos económicos que no es nada. Siento que no tengo nada que ofrecer.
Por otro lado yo no me manejo bien con el amor porque el amor para mi es algo desconocido: me cuesta dar ternura, cariño, caricias, decir te quiero, tomar de la mano, porque a mí un abrazo me pone tenso, más que producirme placer un abrazo me incomoda, o tomar de la mano, la cercanía física me incomoda y todos estos factores me hacen sentir que el rechazo es automático y que una mujer, especialmente una mujer que a mí me interesaría mucho, no se interesaría por mí.
¿Cómo es tu relación con las mujeres en general, en otras situaciones?
El miedo al sexo opuesto es particularmente intenso cuando me acerco a una mujer con la intención de conquistar o de querer tener relaciones sexuales.
Si no tengo esas intenciones entonces no hay problema porque no anticipo rechazo. Por ejemplo, no tengo problema en interactuar con una cajera de supermercado, con una mujer de un banco o una chica en un restaurante.
Lo que me causa el miedo al sexo opuesto es la intención de conquistar, si esta no existe entonces el miedo tampoco existe porque la posibilidad de rechazo es nula.
Lo que sigue existiendo, aunque no hayan intenciones de conquistar, es el miedo de la fobia social a relacionarse cara a cara con personas, sean hombres o mujeres.
¿Por que crees que los hombres con fobia social lo tenéis más difícil?
Yo creo que los hombres con fobia la tenemos más difícil porque en la conquista el hombre juega un rol activo. El hombre es el que tiene que salir a persuadir, a conquistar y eso es algo que me cuesta mucho. Simplemente no puedo, me falla el autoestima, me cuesta pensar en cuales atributos son los que yo pondría en la conquista, qué es lo que tengo que ofrecer, en cambio yo veo que la mujer juega un rol un poco más pasivo y por tanto le es un poco más fácil.
Ahora, yo entiendo que la mujer juega un rol pasivo y por lo tanto podría serle más fácil iniciar una relación, pero tampoco se trata que la mujer se decida por cualquiera; ese es el problema de la mujer.
Se trata de que la mujer le diga que si a alguien que ella elija, a alguien que le guste, no se trata de decir que si al primero. Pero de todas maneras pienso que la mujer tiene una ventaja porque es difícil salir a conquistar.
Yo escasamente me puedo relacionar con personas. Tiendo hacia el aislamiento social, hacia la soledad.
Yo no iría a un bar, a lugares de conquista donde hay concurrencia de gente, lugares donde hay mujeres bonitas, a un concierto, a una actividad recreativa.
Yo no voy a esos lugares porque de partida me causa ansiedad, me causa ansiedad ir a lugares concurridos mucho menos a conquistar a una mujer. Entonces simplemente pueden pasar los años y no tengo la oportunidad de conversar con mujeres y eso lo hace un poco más difícil para el hombre.
Pueden pasar los meses, los años y yo no salgo a conquistar. En cambio a las mujer los hombres se les acercan, ellas no tiene que salir a conquistar.
¿Qué carencia te ocasiona este hecho ?
La carencia que me ocasiona esto es una profunda carencia afectiva. La añoranza de una compañera de vida con quien compartir, a quien querer y ser querido. Esa es la carencia.
Una condena a la soledad y eso no es vida. La soledad en si es una carencia afectiva.
Esta carencia más me hace soñar con encontrar la mujer de mi vida, pero también mientras mayor es la carencia, más se idealiza y más difícil se hace encontrar a la persona.
Ahora, yo no me doy cuenta , pero mujeres potenciales hay, seguramente me he topado con ellas cientos de veces, pero soy yo al final el que se echa para atrás.
Soy yo el que busca excusas para no entrar en pareja;
" Esa mujer no me gusta, no me gusta su pelo, no me gusta cómo se viste, muy gorda, muy flaca, muy linda, muy fea. No me gustan sus dientes. No me gustan sus ojos. No me gusta dónde vive. No me gusta su condición social. Porque tiene mucho, porque tiene muy poco, porque no tiene educación, porque tiene mucha ....... "
En fin, las razones para rechazar son miles.
Soy yo el que al fin y al cabo rechaza porque temo al rechazo. Pienso que si hiciera un avance para conquistar, el rechazo seria absoluto y automático. Entonces es tanto el temor al rechazo que nunca llego al punto en que se pudiera dar un rechazo, yo abandono antes, me echo para atrás antes y así ha sido la tónica de mi vida hasta mis 60 años.
La otra carencia que genera esto es una carencia sexual.
Para mí , y para los hombres en general , el acto sexual, tener relaciones sexuales, es algo de suma importancia, está ligado a mi autoestima.
Cuando pasa el tiempo sin tener relaciones sexuales me siento mal como hombre, me siento disminuido, mi autoestima falla, me hace sentir menos como hombre, me hace sentir que la vida pasa y no la vivo, que no la disfruto, que la vida se me escapa.
La sexualidad en nosotros los hombres está muy ligada a la razón de nuestra existencia.
Tenemos un impulso sexual muy potente. Los hombres venimos cableados con una urgencia sexual, carnal y cuando eso no se concreta nos sentimos que no estamos funcionando como hombres. Se produce un problema profundo de autoestima y esto se agrava porque los hombre nos excitamos con la vista entonces salimos a la calle y miramos mujeres por todas partes, los pechos, las piernas, las curvas, y eso más nos frustra, se va aumentando la frustración.
Salir a la calle y mirar mujeres solamente me recuerda que yo no soy sexualmente activo y eso cada vez va minando mi autoestima, una sensación de que no estoy viviendo la vida.
Es una cosa terrible en mi existencia y asumo que es en la vida de todos los hombres.
El impulso sexual es algo tan potente que claro uno dice que la diferencia entre el hombre y el animal es que el hombre puede curvar sus instintos. Pero lo que ocurre es que, en la fobia social, no es que queramos curvar los instintos sino que, debido al trastorno, no podemos conseguirlo.
Si yo fuera Indira Gandhi…
Gandhi no tenía relaciones sexuales, pero por una razón. El elegía esa vida.
Los curas católicos eligen no tener sexo , pero yo no he elegido esa vida, .
Yo quisiera tener relaciones sexuales, pero me veo frustrado porque no puedo, porque no me puedo relacionar con mujeres, porque no puedo conquistar.
En resumen, mi carencia afectiva profunda es tanto la falta de una compañera de vida, alguien a quien querer y con quien compartir , y además una carencia sexual que me destruye por dentro.