La fobia social con miembros de la familia es algo que no es común a todas las personas con este trastorno y /o de existir , se limita a la familia no tan directa como cuñados, suegros , algunos primos que tratas menos etc .. o a determinadas personas muy concretas de una forma aleatoria.
En mi caso no tengo problemas con mi familia , por suerte , y me siento libre y agusto con ellos , la fobia no se presenta , pero con algunos miembros de ella siento un poco de fobia social. Son casos excepcionales y muy puntuales , pero me condicionan bastante .
En estas fechas se le suma que hay cosas que me afectan más especialmente y en exceso ,ya con todos en general , y es que siempre hay mini o maxi discusiones , precisamente por la confianza .En las familias yo creo que es algo habitual ,pero en estas fechas , como decía, además de ser más comunes, todos estamos más nerviosos .
Es típico pej que en un grupo grande, organizando y colaborando a la vez , se creen desavenencias , choques.. , pej tonterías, las más lights, del tipo.
- No pongas esto ahí que molesta.
- ¿Pues dóonde lo pongo?
- ¿Dónde está el pan?
- Ahiii ….¿No lo ves ?
Etc
Y se levantan las voces.
Todo esto me altera y va contribuyendo a que me cierre más y me deprima. No hay duda de que soy muy sensible. Si el objetivo es hacer familia y “querernos” , estas cosas van nublando en mí ese espíritu, minan mis esfuerzos y me van entristeciendo .
¿ Por qué es obligatorio estar feliz en estas fechas y hacer familia de forma casi impuesta?
Esa “obligación“ esa presión me produce un poco el efecto contrario, quiero y busco hacer familia , pero ante esas pequeñas tensiones , busco y deseo también la tranquilidad más que nunca.
Paradójicamente sus ausencias me pondrían muy triste . Pienso que luchar contra esa dicotomía es lo que me altera.
Nervios a flor de piel , ansiedad a todas horas : compras, comidas , familia…
Busco colaborar todo lo que puedo , un trabajo que en estas fechas no tiene fin y también intento cumplir y hacer el esfuerzo con lo que se espera de mí en Navidad.
MI NOCHEBUENA
Durante la cena nos acordamos de los que no están, una pérdida muy reciente y difícil . Imaginamos qué estaría diciendo o haciendo en cada momento , con dejes de tristeza , pero con alguna sonrisa melancólica también , al recordar cosas que eran muy muy de esa persona.
No pude apenas cenar tranquila , la pequeñita de la casa, que cenaba antes, tirando después de mi silla cuando cenábamos todos y pidiéndome fuera a jugar con ella.
Son con ellos con quienes más disfruto y me aislo de los adultos a favor de ellos, que ya lo saben, pero eso también es más sacrificado. No puedes hacer una gran sobremesa aunque quieras , de hecho apenas comer.
Enseguida me pongo a recoger porque en la mesa me siento violenta y luego ya con los dulces y sobremesa es cuando más se impone esa convivencia familiar.
“Prohibido” irse a un sofá y dejar el grupo.
Toca hablar , reir, contar cosas..
Éste es el momento en el que quería detenerme y en el que afloró mi fobia social al estar presentes, en esta ocasión , las personas que me dan esa fobia.
Veo que hablan y se dirigen conversaciones entre ellos y yo me siento apartada, excluida… ( Me fijo en sus miradas mientras hablan , viendo a quienes se dirigen cada vez ), de vez en cuando comento algo que con suerte alguien del grupo escucha y atiende, pero no los del objeto fóbico en cuestión que siguen a lo suyo y veo como todos entre ellos sí hablan más integrados.
Por alguna razón que no entiendo y que no sé si es real o fruto de mi imaginación y/o trastorno, me sentí una mera espectadora en esa mesa , invisible, ninguneada..
Hay un momento en que se ponen a contar chistes, también los niños mayores que se mueren de risa. Se crea un ambiente y momento perfecto .Yo también me reía y trataba de integrarme como si no sintiera lo que sentía.
Cuando hablan de chistes , yo siempre recuerdo el mismo y me apetecía contarlo,por participar, pero cuando empiezo a sentirme como he explicado , por estar esas personas determinadas, entro como en un bucle fóbico que se retroalimenta . Me siento violenta, fuera de lugar y no soporto sentirme el centro de atención, ya ni que me escuchen como al principio de la noche esperaba , si ya no buscaba.
Os cuento el chiste, así igual os reis un poco, pero si no , no pasa nada 😂:
Esto es un señor que compra un dromedario y su dueño le explica como “utilizarlo y le dice :
- Si quieres que ande le dices uf, si quieres que vaya más deprisa uf, uf , para que galope uf , uf , uf y para que pare Amén .
El hombre lo compra y se va probarlo, uf, y comienza a andar , uf uf, va más deprisa , uf uf uf y ya está a galope . De pronto a lo lejos ve un precipicio y no recuerda como hacerlo para parar , viéndose ya en lo peor se pone a rezar.
- Padre nuestro que estás en los cielo … ( termina con un )... Amén
Y se para justo al borde , muy aliviado dice
- Uf
Bueno el imponerme para contarlo requería para mí un esfuerzo ímprobo , alzar la voz para que hubiera silencio, me escucharan y fuera el centro de atención necesario para explicar ese chiste al grupo .
Algo tan sencillo como decir algo así como:
- Yo me sé uno , os lo cuento
Pero entonces TODOS han de callar y escucharte .
Sentir que todos los ojos me miran callados y expectantes , hace que se me olvide la narración del chiste , que me corte y bloquee… y al pensar en esto que ya sé que pasará y que una vez que empiezas no puedes parar (y siguiendo con el bucle fóbico que una vez iniciado va a más) , siento como que no me merece la pena contarlo ( cuando ya hasta ese momento me he sentido al margen) como si ya no tuviera derecho a ser escuchada o a tener mi espacio en esa mesa y así me excluyera antes de que otros lo hicieran antes
Al final lo cuento , pero no a un grupo silencioso total ni de escucha global , sólo a un miembro directo de mi familia con el que tengo más confianza, que por cierto le hizo gracia.
Sorprendentemente me cuesta pensar que esas sensaciones sólo me pasen a mí.
¡ Son tan reales ! ¡ Forman tanto parte de mí !
¡ Son tan reales ! ¡ Forman tanto parte de mí !
Pero igualmente me pregunto:
¿Será real que esas personas determinadas me tratan diferente y provocan en mí por ello esa respuesta ?
¿ Seré yo que me lo imagino?
¿ Seré yo la que les evito ,las miradas , conversar etc… , excluyéndome sola?
¿Verán que me aislo y ellos interactúan más por ello con otros?
¿No querrán molestarme o tratarme mas allá de lo mínimo , quizá porque me ven en otro mundo , otra liga por ser como soy ?
Sea como sea no puedo evitar sentirme así con ellos .
Al final mi salvación es quedarme con los niños, es como mi coartada, ante mi negada capacidad de socializar con según quien , así no se dan cuenta demasiado , sólo ven que juego con sus hijos y que además les quito un peso de encima mientras ellos hablan tranquilamente.
Lo que creo me ocurre también y que contribuye a ese malestar, además de estar con esas personas que me provocan fobia social , es que se agudiza una sensibilidad especial en mí, necesito un arropo especial, sentir ese cariño y unión de familia en Navidad .
Si siento esa falta me siento triste y a mí esa tristeza me hace aislarme , me causa inadaptación social , ser más negativa … etc
NAVIDAD
Ya en la comida de navidad cuando el grupo familiar es otro , sin esas personas que me cortan especialmente , todo es una balsa de aceite , tranquilidad , naturalidad , normalidad…. y sobre todo un gran descanso y hasta disfrute
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En estos días he leído un artículo con varias notas o explicaciones que algunos psicólogos hacen para Verne al respecto de la Navidad más centradas en personas que ya sufren ansiedad de entrada, coinciden con mi sentir y quería comentar algunas en lo que a mí se refiere.
“Los psicólogos coinciden en que las celebraciones de fin de año aumentan los niveles de estrés y ansiedad y, en algunas personas, provocan un profundo sentimiento de angustia”
Bueno, es un alivio saber que es algo normal, incluso sin padecer un trastorno de ansiedad, si lo tienes puede ser ya en exceso angustioso.
“La presión por reunirse con amigos y familiares, sentirse contentos y divertirse contribuyen a ese malestar ocasional”
Sin duda , como ya había explicado antes, cuanto más se me “exige” estar contenta feliz etc.. peor estoy.
“Como se trata de una fiesta especialmente relacionada con la infancia y el calor del hogar, puede suscitar sentimientos de nostalgia y melancolía"
Yo siempre digo que vivo la navidad desde la inocencia e ilusión de los niños. Su felicidad , emoción ...no se paga con dinero , pero irremediablemente siempre recuerdo mi infancia , mi propia ilusión cuando no hacía falta hacer ningún esfuerzo por estar feliz y no tenía ninguna preocupación como las que se tienen en el mundo de los adultos y/o de la propia vida en sí que te la empañan .
Sí , melancolía, bonitos recuerdos e historias
También siento mucha tristeza por esos niños que felices y despreocupados no saben lo que les espera en la vida , eso me emociona mucho .
“Para las personas diagnosticadas con depresión, ansiedad o fobia social, las celebraciones se hacen aún más cuesta arriba. Enfrentar una reunión familiar, salir a comprar con las calles y tiendas llenas de gente e involucrarse en actividades sin ninguna ilusión por las fiestas aumenta la sensación de soledad y de incomprensión social”
Obvia y clara esas vivencias y especiales dificultades con fobia social
Ya explico en este blog la agonía de las compras
"La idea de felicidad general en esos días, tan opuesta a lo que sienten, solo refuerza la culpa, la tristeza y la sensación de que el mundo se mueve como un tren de alta velocidad y ellas se han quedado tiradas en el andén de algún lugar olvidado"
Así me sentí yo en Nochebuena , sobre todo la sensación que tan bien explica de
de que el mundo se mueve como un tren de alta velocidad y te dejaron atrás.
En nochevieja y año nuevo se repiten los mismos grupos y tendré las mismas sensaciones cada vez.
Es real que con alguna familia existe en mí esa fobia social que dentro del grupo me condiciona y afecta en Navidad.
Sin duda estas fiestas son muy complicadas y ansiógenas para nosotros.