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jueves, 11 de noviembre de 2021

DIFERENCIAS ENTRE SUJETOS NORMALES Y PSICOSOMÁTICOS EN EL PATRÓN DE RESPUESTAS DE ANSIEDAD ANTE DIFERENTES TIPOS DE SITUACIONES ANSIÓGENAS




 La ansiedad ha ocupado un lugar importante desde hace 

tiempo en el estudio de los trastornos psicosomáticos, ya que 

es un componente común en muchas enfermedades médicas y lo es especialmente en pacientes que sufren estos trastornos. 

 Existe un cierto escepticismo en la división de enfermedades 

en psicosomáticas y no psicosomáticas u orgánicas , ya que no está clara la relación entre la ansiedad y el trastorno orgánico. Los psiquiatras tienden a suponer que es el factor orgánico el que causa la ansiedad con mayor frecuencia que los psicólogos, que tienden a presumir que el trastorno es causado por la ansiedad  ,abre una nueva categoría, el síndrome de ansiedad orgánica, que comprende una serie de trastornos en los sistemas neurológico, 

cardiovascular,respiratorio, endocrino-metabólico y gastrointestinal. Para estos trastornos debe sugerirse un factor causal específico orgánico. Estos trastornos, tales 

como la úlcera péptica, la hipertensión , arritmia cardíaca, hiperventilación, etc., están asociados a 

niveles de ansiedad elevados. 

 La investigación psicofisiológica y patofisiológica acerca 

de los efectos a largo plazo de la ansiedad sobre los sistemas orgánicos, revela complejas relaciones entre ambos, así como grandes diferencias entre distintos individuos  Los efectos fisiológicos a largo plazo del peligro, el miedo y la ansiedad son poco conocidos y la relación empírica 

 del miedo y la ansiedad con los trastornos corporales es cuanto menos débil. Según la hipótesis clásica de la 

especificidad se sugiere que existe una cierta correspondencia punto por punto entre 

enfermedad específica y tensión crónica sobre áreas de conflicto específicas . Aunque esta hipótesis no ha tenido un fuerte apoyo parece claro que ante la 

tensión crónica algunos individuos responderán 

habitualmente con síntomas musculares, 

cardiorespiratorios o gastrointestinales . 

 La investigación psicosomática claramente diferencia 

 entre ansiedad aguda, ansiedad crónica y ansiedad patológica, 

 pero tiene dificultades para delimitar entre respuestas subjetivas, fisiológicas y motoras de ansiedad, centrándose 

normalmente en una y excluyendo las otras 

 Fundamentalmente, se investiga el impacto de los estresores sobre las respuestas fisiológicas, considerando éstas como un conjunto homogéneo y consistente de respuestas al estrés. Sin embargo, este tipo de investigación se está encontrando con que existen diferencias en las respuestas según el tipo de estresor y según interprete el individuo la demanda de la situación estresante. 

 Actualmente, la mayoría de los investigadores sobre ansiedad, desde un punto de vista conductual, consideran 

que se trata de un fenómeno multidimensional que comprende 

 componentes subjetivos, fisiológicos y motores.

 Las medidas de las respuestas de ansiedad manifestadas a través de estos tres canales reflejan a veces un escaso grado de 

covariación . Esto ha dado lugar a la 

formulación de nuevas teorías sobre la ansiedad y la 

emoción en general, que 

tienen implicaciones importantes sobre la evaluación y el 

tratamiento de trastornos de ansiedad . Según este enfoque, la ansiedad no es un fenómeno unitario, sino que obedece a tres sistemas conductuales 

diferentes: cognitivo-subjetivo, fisiológico y motor-abierto 

 Estos tres sistemas son parcialmente 

independientes, por lo que a veces las manifestaciones de 

estos tres sistemas no correlacionan o no varían al mismo 

tiempo. Los términos discordancia y desincronía se utilizan 

para referirse a estos fenómenos. 

Por lo tanto, en la evaluación de trastornos de ansiedad, es 

imprescindible evaluar los tres sistemas de respuesta 

(cognitivo, fisiológico y motora) además nos permitirá estudiar las diferencias individuales 

como perfiles de reactividad característicos de cada 

individuo, estudiar así mismo la influencia de cada técnica terapéutica sobre cada sistema, o estudiar el patrón de 

respuesta de los individuos ante diferentes situaciones. 

 Así pues, la ansiedad es un fenómeno 

multidimensional. Las reacciones de ansiedad comprenden diferentes formas de respuesta, no solamente en diferentes 

 sistemas, sino también en diferentes individuos  y ante diferentes 

situaciones  

 El progresivo, aunque lento, incremento de la práctica de evaluar los tres sistemas de respuesta por separado en el tratamiento de trastornos de ansiedad  ha permitido estudiar qué técnicas resultan más eficaces para cada individuo, en función de su perfil de reactividad característico tal y como había sido postulado por el modelo de los tres sistemas de respuesta de ansiedad. 

 Toda esta investigación ha exigido la creación de 

nuevos instrumentos de evaluación. En España hemos desarrollado un nuevo autoinforme, el Inventario de 

Situaciones y Respuestas de Ansiedad, I.S.R.A.  que permite la evaluación de 

conductas de ansiedad ante situaciones específicas. Las 

respuestas comprenden

los tres sistema fisiológico y motor), por lo que se obtiene una puntuación en cada uno de ellos. Las situaciones se agrupan en cuatro tipos (situaciones de evaluación, interpersonales, fóbicas y situaciones de la vida diaria), bastante similares a los 

rasgos específicos del modelo interactivo de ansiedad . Esta prueba está baremada, no sólo para el nivel general de ansiedad, sino también para los tres tipos de manifestaciones de ansiedad (cognitiva, fisiológica y motora), así como para el nivel de ansiedad mostrado en 

cuatro tipos de situaciones (o rasgos específicos de ansiedad, 

 en los que los individuos pueden mostrar diferente grado o propensión a manifestar conductas ansiosas en estos tipos de situaciones)

Como ya hemos señalado, la investigación sobre 

trastornos psicosomáticos ha considerado a la ansiedad como un 

fenómeno central en este tipo de trastornos, 

conceptuándola como un constructo unitario. El nivel de aceptación y desarrollo del enfoque de los tres sistemas de 

respuesta de ansiedad, alcanzados en el estudio de trastornos fóbicos y de ansiedad, permite hoy suponer que su 

extensión al estudio de los trastornos psicosomáticos puede ser muy beneficiosa para este campo. 


PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

 El objetivo de este trabajo es estudiar las diferencias entre sujetos normales y psicosomáticos en el patróncognitivo-fisiológico-motor (C-F-M) de respuestas de ansiedad 

ante diferentes tipos de situaciones (diferencias en los cuatro perfiles C-F-M situacionales). Para ello se ha 

aplicado el I.S.R.A. a una muestra de 252 sujetos, formada 

por dos grupos, uno de sujetos normales, sin trastornos de 

ansiedad (N=128), y otra de sujetos con trastornos 

psicosomáticos, tales como hipertensión, cefaleas, arritmias, 

asma, úlceras, etc. (N=124). La proporción de varones en 

ambos grupos fue del 40.6% y 42.7%, respectivamente. 

 Del I.S.R.A. hemos obtenido 20 puntuaciones para cada 

sujeto: la ansiedad total (T), la ansiedad en cada sistema de respuestas (C, F y M), la ansiedad ante cada tipo de 

situaciones o rasgos específicos  y, finalmente, la ansiedad ante cada tipo de situación en cada 

sistema de respuestas  En este estudio nos vamos a centrar en las 

12 últimas para estudiar las diferencias entre sujetos normales 

 y sujetos con problemas psicosomáticos en el perfil  de cada tipo de situación.

Los resultados muestran que los sujetos 

"psicosomáticos" manifiestan un nivel de ansiedad superior al de 

los sujetos "normales" en cada una de las 12 variables consideradas. En cada uno de los cuatro tipos de 

situaciones (evaluación, interpersonal, fóbicas y situaciones 

de la vida diaria) los sujetos con trastornos 

psicosomáticos muestran niveles significativamente más

altos de ansiedad cognitiva, fisiológica y motora.

 Aunque estas diferencias son altamente significativas en todos los casos, sin embargo las diferencias son mayores en unas variables que en otras . Por lo tanto, los valores de T pueden darnos 

una idea de las diferencias entre ambos grupos en su perfil 

C-F-M de reactividad ante cada situación. 

 Como puede observarse, comparando unas "T" con otras, los 

sujetos con trastornos psicosomáticos presentan más 

diferencias con los sujetos normales en las situaciones de 

evaluación y en las situaciones de la vida diaria; así mismo, 

 se da un predominio en general de la reactividad fisiológica sobre la cognitiva y la motora. 

 Si nos fijamos en las diferencias en el tipo de 

reactividad dentro de cada tipo de situación podemos sacar las siguientes conclusiones

 1. En las situaciones de evaluación, los sujetos con trastornos psicosomáticos se diferencian más de los normales en la reactividad del sistema fisiológico y también del cognitivo (en menor medida), frente a la reactividad de tipo 

motor. Parece por lo tanto, que el perfil de reactividad 

C-F-M de los psicosomáticos frente al de los normales en las 

situaciones de evaluación se caracteriza por un predominio 

fisiológico-cognitivo (por este orden). 


 2. En las situaciones interpersonales o sociales, los 

sujetos con trastornos psicosomáticos, frente al grupo normal, claramente reaccionan fisiológicamente con mayor intensidad que en los sistemas cognitivo o motor. Se trata por 

lo tanto de un perfil diferencial de tipo fisiológico. 


 3. En las situaciones fóbicas encontramos un perfil diferencial más equilibrado. Las diferencias entre los tres 

sistemas de respuesta ante este tipo de situaciones son más 

homogéneas. Comparativamente, quizás los sujetos 

psicosomáticos muestren una menor reactividad motora que 

cognitiva o fisiológica cuando se encuentran ante estímulos 

fóbicos; pero no hay que olvidar que su ansiedad es siempre significativamente mayor que la de los normales y que, por lo tanto, presentan más fobias y éstas son más intensas 

(quizás un poco más a nivel cognitivo que en comparación con 

los otros sistemas). Este resultado puede estar relacionado con la observación de Suinn (1977) de que los individuos con 

alta ansiedad generalizada no muestran las conductas de evitación/escape de los fóbicos. 


 4. En las situaciones de la vida diaria los 

sujetos con trastornos psicosomáticos muestran niveles de

ansiedad mucho más altos que los sujetos normales, 

especialmente a nivel fisiológico y a nivel cognitivo. El perfil diferencial de este tipo de situaciones es similar 

al de las situaciones de evaluación (F1), pero con una comparativamente menor reactividad fisiológica que la que se 

da en éstas. 

 A la luz de estos resultados, pensamos que la continuación de este tipo de estudios puede ser muy interesante para comprender mejor los trastornos de tipo psicosomático. 

 Parece que los sujetos que padecen estos trastornos presentan perfiles de reactividad diferenciales, frente 

a los sujetos sin trastornos, en distintas situaciones. Si esto se confirma en otros estudios, no sólo habremos mejorado 

nuestros conocimientos sobre medicina psicosomática, sino que 

podremos establecer perfiles individuales que nos ayuden a hacer una mejor elección de las técnicas de tratamiento más eficaces para cada individuo, como ya se viene haciendo con 

otros trastornos de ansiedad.


FUENTE 

(PDF) Diferencias entre sujetos normales y psicosomáticos en el patrón de respuestas de ansiedad ante diferentes tipos de situaciones ansiógenas. / Differences between healthy and psychosomatic subjects in the pattern of anxiety responses in different types of situations



 

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