La evitación y la
ansiedad anticipada
ante situaciones sociales, son variables
muy importantes dentro de la fobia social.
La evitación que, de no existir, no se consideraría
un problema y la ansiedad anticipada la cruz de la fobia social. Un continuo de
ansiedad ante todo lo social, imaginado en este caso, que es lo que nos hace evitar y convertirse en un círculo vicioso.
La realidad es que a
todos nos cuesta, o no nos gusta, estar cerca de extraños.
Es admisible tener
cierta ansiedad o incomodidad, pero estas, cuando no hay ningún problema como
la fobia social, se enfrentan con naturalidad, porque estamos
obligados a vivir en sociedad. Nadie puede vivir solo, necesitamos a los demás
para sobrevivir.
Si se traspasa o no se guarda una distancia de seguridad mínima (de 20 a 40 cms) está estudiado que el cerebro reacciona y el cuerpo adopta una posición de defensa poniéndose en marcha una serie de reflejos para evitar posibles daños,
¿Quién no da un paso atrás cuando esto sucede?
Ese es el instinto
Todo esto entraría dentro de lo que se considera normal.
Los que no tienen fobia social no tienen la sensación
imperiosa de huir o de evitar, solo son molestias que se han de aguantar, por
ser seres sociales, y así y todo quiero remarcar, que su instinto ya funciona
en esos mínimos, donde ellos también saben racionalmente que no hay peligro.
Imaginaos pues la posibilidad de que a una persona cuyos instintos están bastante
más sensibles, les salten las alarmas en cualquier contacto social y no consigan racionalizar la irrealidad
del peligro en ningún caso , no conformándose con ese paso atrás, sino
necesitando huir.
Ahí ya tendríamos un problema y gordo, algo que no has podido
evitar sentir, tu cuerpo reacciona solo, ves el peligro como real, o
potencialmente real, y necesitas ponerte a salvo.
A veces consigues aguantarlo, pero con un nivel alto de
ansiedad, y otras veces, solo de imaginarlo, ya lo evitas.
Esto a nivel fisiológico e instintivo.
Existe otra parte, la del pensamiento, donde solo imaginarse los peligros, ya se consideran
como tales y necesitas huir igualmente. El problema se complica aún más.
La mente es muy poderosa y es muy difícil de controlar.
Prueba,
Di ahora mismo a tu
mente que no piense en comida, o preciso más,
un pastel riquísimo y apetecible.
Hace tiempo vi una
película en la que unos niños extraterrestres peligrosos, leían el pensamiento. Decidieron eliminarlos.
Pusieron una bomba en un lugar y su profesor debía pensar en cualquier cosa
menos esa bomba, para no alertar a los
niños durante un determinado tiempo. El profesor pensaba fuertemente en un muro
que tapara otros pensamientos, se concentraba en pensar en él Los niños se
extrañaron de que pensara en un muro y se pusieron a destruirlo mentalmente
para ver qué había detrás, y éste se iba cayendo sin poderlo remediar, hasta ver lo que había
detrás.
Trata de pensar en un
muro el mayor tiempo posible que puedas y esconde ese pastel en tu mente,
¿ Lo
consigues? ¿Cuánto aguantas escondiéndolo? ¿Crees que serviría de algo decirte que no pienses en el
pastel?
Lo normal es que justo
no puedas quitarte de la cabeza lo que dijiste que no pensarías.
Igual pasa con estos pensamientos negativos y miedos. Si
piensas que hablar con el vecino puede resultar embarazoso, no podrás dejar de pensarlo
aunque quieras y si sabes que en poco tiempo te encontrarás con uno, la idea y el pensamiento se hará
aún más fuerte y más y más, hasta el punto de hacerte sentir ansiedad y
de sufrirlo como si lo vivieras. Eso es la ansiedad anticipatoria y es lo que
en la mayoría de las situaciones te hace evitar, si no consigues enfrentarte.
La ansiedad anticipatoria es imaginarte un desastre
escatológico antes de realizarse Es sentir un sufrimiento, angustia, miedo
ansiedad tan fuerte, que es bastante seguro que esa ficción de tu pensamiento,
supere con creces la irrealizada realidad y necesitas huir incluso antes de
haberlas llegado a vivir.
Aquí entra ya en juego la irracionalidad de este trastorno, a
veces, con cosas cotidianas fáciles que
consigues enfrentar, te das cuenta, sabes y compruebas que esa ficción
imaginada era más horrible que la real, pero esto no te suele servir, o no
siempre, a que en otra oportunidad puedas evitar esos pensamientos negativos de
nuevo y volver a evitar la situación sin remedio.
En eso se basan los psicólogos y por eso inciden tanto en
enfrentarlo, porque una respuesta positiva tras otra fortalece a no volver a pensar de forma
negativa ,reprogramando ,supuestamente,
tu conducta, y digo supuestamente, porque la teoría es muy fácil para todos,
especialmente para quien no lo vive. El problema es llevarlo a la práctica.
Esa incapacidad para afrontarlo y evitarlo cada vez, es lo que forma parte del trastorno y es muy
complejo, por algo es un problema.
Requiere un esfuerzo
muy fuerte, no vale con que te digan lo que has de hacer, es obvio que la
solución está en enfrentarlo. Los pensamientos negativos también los
identificas y también reconoces la irracionalidad y desproporcionalidad de tu miedo.
La teoría siempre parece fácil, la práctica no lo es.
En todo caso estas son las bases del trastorno y todo un
círculo vicioso difícil de salir.
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