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lunes, 28 de abril de 2025

Metáfora;La falsa alarma que nunca se apaga :El miedo al.miedo


"El miedo al miedo no avisa. Salta como una alarma que nadie ha activado."

Introducción personal.

 No siempre sentimos miedo por algo que esté pasando. Muchas veces, lo que sentimos es miedo a sentir miedo. Es como si dentro de nosotras hubiera una alarma sensible que, aunque nada ocurra, se activa sola, avisando de un peligro que no existe. No tememos tanto las situaciones, sino la reacción que creemos que tendremos ante ellas. El miedo se convierte en un eco de sí mismo, una amenaza creada por la simple posibilidad de sentirnos mal. 

 Donde mejor se percibe esto es en la ansiedad anticipada: cuando la mente corre más rápido que los hechos y nos hace vivir el miedo antes de tiempo. Por ejemplo, cuando sé que tengo que hacer una llamada telefónica, la ansiedad empieza mucho antes de descolgar. No me angustia tanto la conversación como imaginar que me bloquee, que mi voz tiemble o que me invada el silencio incómodo. Me siento atrapada en una alarma interna que suena sin motivo real. 

 Sin embargo, este miedo al miedo también se manifiesta en situaciones reales. No es tanto lo que sucede fuera, sino lo que podría desatarse dentro de mí lo que provoca la angustia. Si estoy en un ascensor lleno de gente, no es el espacio cerrado lo que me ahoga, sino el temor a perder el control: a sudar, a hiperventilar, a que los demás me miren y sepan que estoy luchando por mantener la calma.

 Miedo al miedo. Esa alarma interna que nadie enciende, pero que tampoco podemos apagar. Una alerta continua que convierte cualquier pequeño estímulo en una amenaza gigante dentro de nuestra mente. 

 Con el tiempo me he dado  cuenta de que muchas veces no tenía tanto miedo a la situación en sí, sino al miedo que sabía que iba a sentir. 

 Metáfora: 


La imagen que me viene a la cabeza es la de una alarma de incendio que empieza a sonar sin que haya humo, sin que haya fuego. 
De repente, el sonido es tan fuerte y tan insistente que parece que algo muy grave esté ocurriendo. Todo mi cuerpo reacciona como si realmente estuviera en peligro. Aunque en realidad no haya ningún incendio, la alarma ya me ha puesto en estado de emergencia. El miedo al miedo funciona así: no hace falta que pase nada para que la ansiedad se dispare. Solo hace falta la posibilidad de que algo pase. Y eso, por sí solo, ya basta para activar todos los mecanismos de defensa como si fuera real. 

 ¿Por qué tenemos miedo al miedo?


El miedo al miedo no aparece de la nada. Normalmente surge porque hemos pasado por experiencias en ylas que el miedo nos sobrepasó. Situaciones en las que sentimos que no pudimos controlar lo que nos pasaba: reacciones físicas intensas, pensamientos angustiosos, sensación de pérdida de control o de peligro inminente. Y esas experiencias se quedan grabadas muy profundamente. 

 Después de vivir algo así, el simple recuerdo, o la idea de que podría volver a pasar, activa nuestro sistema de alerta antes de tiempo. Es como si el cuerpo y la mente dijeran: "Cuidado. Ya sabes lo mal que lo pasaste. Mejor anticiparse para protegerte." 

 No es una elección consciente. No es que queramos pensar en negativo. Es una reacción automática que busca protegernos, aunque en realidad lo que consigue es mantenernos en un estado de tensión constante. 

 Vivir con miedo al miedo es vivir sabiendo que algo interno puede dispararse en cualquier momento. 
Y eso, aunque no se vea desde fuera, es una carga muy real. 

 Reflexión final: 

Cuando la alarma salta, es difícil pensar con claridad. Y aunque sepa que puede ser una falsa alarma, eso no siempre ayuda a calmar lo que siento. 

Vivir con miedo al miedo es vivir con esa posibilidad encendida en segundo plano, incluso en los momentos tranquilos. No siempre es visible desde fuera, pero por dentro pesa mucho. 

 "Vivir con fobia social es aprender a convivir con una alarma que suena incluso cuando el mundo está tranquilo ."

2 comentarios:

  1. Muy buen texto Laine, soy Gerardo del grupo amigos FS. Me identifico un buen con el tipo de fobia social que describes, creo que ya haz logrado una maestría en lo que viene siendo la FS. Este texto me hizo pensar en un símbolo griego que es el uroboros o la serpiente que se muerde la cola. En el sentido de que la activación de una alarma tan intensa sea con causa o sin causa, en si misma provoca un daño, como una especie de serpiente que se muerde a si misma la cola, y esto de alguna manera retroalimenta tan toxica como lamentablemente ese mismo sistema. Saludos

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